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Con “claroscuros”, la lucha vs la corrupción
A días de que se cumpla un año de que el primer órgano ciudadano anticorrupción del país entrara en funciones, Jacqueline Peschard, que dejará su silla en el Comité de Participación Ciudadana y el Comité Coordinador del SNA este 8 de febrero.
A días de que se cumpla un año de que el primer órgano ciudadano anticorrupción del país entrara en funciones, su primera presidenta, Jacqueline Peschard, que dejará su silla en el Comité de Participación Ciudadana y el Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) este 8 de febrero, afirma que los mexicanos aún esperan la captura de los “peces gordos” para otorgar su confianza y legitimidad al SNA.
No obstante, dice, las miras son más altas. El objetivo aún es el mismo que hace un año: desmantelar las redes de corrupción del país; sin embargo, el panorama en el combate al cohecho es en la actualidad de “claroscuros”.
Añade que la falta de coordinación entre las instituciones del Comité Coordinador, los nombramientos pendientes como el auditor Superior de la Federación, el procurador General de la República, el fiscal anticorrupción, hasta los magistrados especializados en la materia, y la deficiencia y lentitud con la que se han conformado los sistemas locales anticorrupción, son los principales talones de Aquiles del SNA.
Peschard arguye, a su vez, que las próximas elecciones se pueden leer como una oportunidad para que los candidatos a la presidencia tomen el combate a la corrupción como uno de sus ejes de gobierno y, con ello, se pueda avanzar de forma más contundente en la erradicación de las malas prácticas.
¿Cuáles siguen siendo los principales retos de la lucha anticorrupción en el país?
Uno de los retos tiene que ver con las expectativas que suscitó la construcción y la instalación del Sistema Anticorrupción (...) las expectativas sobre que ahora sí la lucha contra la corrupción iba en serio, que esto no era una ficción más (...) eso levantó muchísimas expectativas y particularmente por el diseño del Sistema que tiene a un grupo de ciudadanos.
En ese sentido hay claroscuros que tienen que ver con que el propio sistema no está cabalmente constituido (...) es un Sistema que está cojo y que esté cojo quiere decir que aunque haya encargados de la oficina en, por ejemplo, el caso de la Auditoría (Superior de la Federación), pues en el caso de los magistrados no, ni en el caso del fiscal especial anticorrupción, porque son nuevas entidades.
¿Qué fue lo que se cumplió, con las expectativas que se tenían?
Lo que se cumplió es que el Sistema está instalado y se ha ganado ser un referente en la agenda pública (...) a lo mejor aún no se entiende todavía muy bien qué es lo que hace y (...) quizá todavía no se entiende a cabalidad porque no está en funcionamiento cabal, pero es cosa de que está todavía trunco.
Hoy creo que eso hemos ganado y era una de las grandes, digamos expectativas, que no fuera algo que fuera a desaparecer y por inanición como ni está concluido, ni está completo, ni tiene grandes personajes en la cárcel, aunque sí hay algunos personajes importantes, pero nosotros decimos, no sólo nos importa tener a Duarte y Borge en la cárcel, aunque todavía están en proceso judicial, sino que esté toda la trama detrás de ellos, notarios, abogados, todos los que estuvieron en eso y no solamente para identificarlos y sancionarlos sino para rescatar los recursos.
¿Cómo fue la experiencia en el Comité Coordinador, con la coordinación de las instituciones federales?
El Comité Coordinador tiene una tarea al frente que es comunicarse entre ellos, esa es la coordinación... lo que quiere el Sistema es que se coordinen, decir ésta es información que es pública, debe de servir para agilizar la investigación que está haciendo Función Pública... no hay una comunicación muy fluida entre ellas (las instituciones federales).
¿Por qué no hay comunicación entre las instituciones?
Porque es algo para lo que no están entrenadas, hay ciertas deficiencias en la estructura institucional, las estructuras están hechas para que cada quien funcione de manera independiente, con sus propias agendas y sus propias prioridades y el Sistema lo que quiere es que éstas comiencen a coordinarse.
Qué se necesita para la coordinación; ¿una nueva reforma?
Si no hay modificaciones en las estructuras institucionales que (ayuden a que) no (se) generen incentivos para la corrupción, si no hay incentivos institucionales para la colaboración, pues no va a ser, por eso no puede ser de la noche a la mañana.