Consultar a la ciudadanía en medio de la resistencia

Cuautla, Mor. Posiciones encontradas, participación fluctuante, quema de urnas, cierre de casillas, actos de concientización —pueblo por pueblo— y el dolor a flor de piel de los habitantes de Amilcingo quienes siguen resintiendo el asesinato del activista Samir Flores Soberanes, marcaron la consulta ciudadana sobre el Proyecto Integral Morelos (PIM) y la termoeléctrica de Huexca.

Fue justo en Amilcingo donde los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala se volcaron en contra de la consulta, la cual calificaron de ilegal y amañanada, y con diferentes acciones manifestaron su rechazo.

Para el primer día lograron quemar las boletas en Jantetelco y Temoac, y en los municipios de Zacualpan y Hueyapan fueron las autoridades las que cerraron los centros de votación; para el segundo día hubo sustracción de la papelería de la consulta en Jonacatepec y posteriormente fue quemada en el centro de Amilcingo, bajo las consignas de exigencia de justicia para Samir Flores Soberanes.

En Amilcingo saben lo que significa la palabra luchar y soportar el dolor del asesinato de sus activistas. Ya por la batalla para lograr la instalación de la escuela Normal Rural había causado la muerte de su fundador, Vinh Flores Laureano, por lo que el asesinato de Samir enciende, más que apaga, el ímpetu en contra del megaproyecto.

“Esta lucha ha sido desde hace tiempo y ha habido problemas, violación a derechos humanos en cuestiones de represión, detenidos, presos políticos en Puebla, detenidos aquí en Morelos, el caso de tortura de Jaime Domínguez Pérez, violación a los derechos de los pueblos indígenas, nunca hubo información previa del proyecto, no hubo consulta como lo dicta el 169 de la OIT”, contó Samantha César, del Frente de Pueblos.

Explicó que de aprobarse el Proyecto Integral Morelos y la termoeléctrica Huexca, alrededor de 82 pueblos se verían afectados en las tres entidades.

En la zona oriente del estado, opositores al PIM se lanzaron a distintas comunidades para realizar jornadas de concientización sobre las afectaciones ambientales que traería consigo la termoeléctrica de Huexca y las demás obras del megaproyecto: la construcción de un gasoducto y un acueducto.

Desde el municipio de Ayala, el nieto del general Emiliano Zapata, Jorge Zapata, expresó su rechazo al megaproyecto y aseguró que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, traicionó su palabra al lanzar una consulta “ilegal” y dejar de lado su promesa de no avalar ni el PIM ni la termoeléctrica.

Dijo en entrevista no estar de acuerdo en el procedimiento en el que se desarrolla la consulta, sin embargo, luego de emitir su voto, refirió que es otra forma de expresar su rechazo.

En Anenecuilco, cuna del general Zapata, ejidatarios afectados narraron lo que ocasionarán en su forma de vida las actividades de la termoeléctrica. Al ser sus tierra de riego, la disminución del volumen del líquido pone en riesgo las cosechas y convierte el cultivo en temporal, lo que significa la disminución de la productividad.

Marcelo Flores Montecinos, comisario del ejido San Juan Ahuehueyo, dijo que la termoeléctrica afectará directamente a 282 ejidatarios que realizan alrededor de 1,900 tareas, medida de tierra correspondiente a 1,000 metros cuadrados, en las que siembran caña, frijol, maíz y calabaza.

Al reclamo se sumó Macario Escorcia Muñoz, presidente del comisariado ejidal de Moyotepec, quien refirió que de quitarles el agua del río Cuautla, se perjudicará directamente a 283 ejidatarios con más de 5,000 tareas de tierra.

Los campesinos coincidieron que en ningún momento se les informó de la intención del desarrollo de este proyecto, el que consideraron no sólo dañino para sus tierras y forma de vida por la disminución del agua, sino por la contaminación ambiental que provocará que el líquido que se busca usar para enfriar la termoeléctrica vuelva a vertirse al cauce del río Cuautla.

En este sentido reprocharon que la consulta ciudadana se haya abierto a municipios que no sufrirán ninguna afectación, ya que además de desconocer las consecuencias que traerá el megaproyecto, al no verse perjudicados directamente, podrían inclinar la balanza a favor del sí luego de la promesa de López Obrador de disminuir de las tarifas eléctricas.

Plantón de tres años

Desde hace casi tres años pobladores de Ayala mantienen un plantón en las inmediaciones del puente de Cuahuixtla, en Apatlaco. La intención de entubar el cauce del río Cuautla para llevar el agua a la termoeléctrica les obligó a esta medida que a la fecha sostienen.

Bajo una carpa de plástico y sentados en sillones, los campesinos matan el tiempo y entre ellos se dan ánimos para continuar en su rechazo al PIM.

“Las explicaciones que nos han dado no las creemos. Queremos que sean especialistas quienes con estudios nos digan exactamente las consecuencias de un proyecto como éste”, refirió León Herrera Guadalupe.

En agosto del 2017 tuvieron que resistir la intención de desalojo, lo que derivó en un enfrentamiento con la policía que dejó como saldo heridos en ambas partes. El asesinato de Samir Flores Soberanes sigue causando conmoción a quienes desde otro lado exponen su inconformidad con la termoeléctrica.

“Para nosotros es una causa de lucha, y ésta cuesta, hay sangre, la democracia no llega sola, llega con muchos muertos, pero vamos ganando la batalla, tenemos que levantar la voz juntos y unidos, decir nuestro sentir”, subrayó Herrera Guadalupe.