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Política

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¿Cuál es la calidad de la ciudadanía en México?

Las conclusiones generales a las que llega el Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México del INE revelan un proceso incipiente de ciudadanización, y por ende, de democratización en el país, en el que las condiciones necesarias para su consolidación aún son precarias.

Un estudio difundido por el Instituto Nacional Electoral (INE) en el 2014, titulado Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México , parte de la premisa de que la ciudadanía es un proceso de construcción, y evalúa la situación de las condiciones necesarias para el mismo. El Colegio de México, con la participación del INE, fue el encargado de coordinar a los investigadores y especialistas que lo elaboraron. El instrumento con el que se realizó el estudio fue diseñado por el predecesor del INE el Instituto Federal Electoral , y aplicado a 11,000 personas en agosto del 2013.

El informe también puede ser interpretado como un diagnóstico de la calidad de la democracia en México, por la relación directa que hay entre ciudadanía y democracia. Las conclusiones generales a las que llega revelan un proceso incipiente de ciudadanización, y por ende, de democratización en el país, en el que faltan las condiciones necesarias para su consolidación.
 

No hay democracia sin ciudadanos



El 15 de mayo del 2011, diversos colectivos convocaron en España a una gran manifestación para reclamar por las medidas antipopulares de su gobierno para salir de la crisis económica que enfrentaba entonces. Medidas antipopulares se refieren tanto a la falta de anuencia ante las iniciativas gubernamentales por los ciudadanos, como al sector de la misma sobre la que recayeron los efectos negativos de las mismas: el pueblo.

Estamos hartos de ver a gobiernos democráticos arrodillados frente a los mercados, mientras los políticos se olvidan de la ciudadanía. Pedimos que se ponga freno a esto ya , declaró por aquellos días un portavoz de Democracia Real Ya, uno de los colectivos convocantes de la manifestación.

Indignados fue el nombre que recibió el movimiento. Los participantes de la protesta tenían distintas filiaciones políticas, se inclinaban por distintas ideologías o se definían apolíticos, pero el consenso entre todos se resume en una consigna que se escuchó durante las protestas: "Lo llaman democracia y no lo es". Para los participantes, un sistema que no toma en cuenta a los ciudadanos es cualquier otra cosa, menos una democracia.

En México se dio un fenómeno similar en el 2012. El movimiento YoSoy132 fue un movimiento ciudadano conformado en su mayoría por estudiantes universitarios, tanto de instituciones públicas como privadas. Reclamó un espacio y un peso en la toma de decisiones políticas en el país durante las campañas presidenciales del 2012, y constituyó para muchos de sus participantes un proceso de ciudadanización. La candidatura de Pedro Kumamoto fue resultado directo de estos procesos. El grupo de personas detrás de la candidatura de Kumamoto, al igual que el ahora diputado independiente en el Congreso de Jalisco, se asumieron ciudadanos gracias al movimiento YoSoy132, y decidieron tomar acción para exigir sus derechos en tanto tales, reclamando también al sistema político mexicano que se democratice más allá de los discursos.

Como se puede ver en los dos ejemplos citados, la idea subyacente es que la ciudadanía deviene tras un proceso de construcción, mismo que con su acción constituye una democracia. Su correlato es que sin acción ciudadana, no puede haber democracias. Un ciudadano sólo lo es en el marco de una democracia. Una democracia sólo es tal en la medida que existen ciudadanos para construirla. Ambas máximas aplican para todo tipo de sistema político que se precie de ser democrático, independientemente del apellido que le siga (por ejemplo, democracia directa, democracia representativa, etcétera).
 

México, en un complejo proceso de construcción de ciudadanía : INE



Vista la relación intrínseca entre democracia y ciudadanía, faltan las definiciones. El informe del INE parte de la definición de ciudadanía que establece el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y que la describe como:

un tipo de igualdad básica asociada al concepto de pertenencia a una comunidad, que en términos modernos es equivalente a los derechos y obligaciones de los que todos los individuos están dotados en virtud de su pertenencia a un Estado nacional [] un espacio sustancialmente mayor que va más allá del régimen político y sus reglas institucionales. Hablar de ciudadanía integral es considerar que la o el ciudadano de hoy debe acceder armoniosamente a sus derechos cívicos, sociales, económicos y culturales, y que todos ellos conforman un conjunto indivisible y articulado.

A partir de esta definición, el estudio analiza seis grandes ámbitos dimensiones, según la nomenclatura empleada por el informe necesarios para el ejercicio de la ciudadanía en México: Estado de derecho y acceso a la justicia, Vida política, Sociedad civil, Vida comunitaria, Valores y Acceso a bienes demandados por los ciudadanos.

El informe acusa la falta de confianza de la población en el otro y en la autoridad especialmente en las instituciones encargadas de la procuración de justicia , la resistencia a organizarse con otros para juntos poder incidir en las decisiones del ámbito público, y el desencanto por los resultados que ha tenido la democracia. El INE, tras su diagnóstico, prescribe para el fortalecimiento de la democracia mexicana en ciernes una ciudadanía que se organice para denunciar abusos y corrupción de los funcionarios públicos, que llame a cuentas a sus gobernantes y que participe y se involucre directamente en las soluciones a sus problemas, para convertirse en un contrapeso al Estado.

En lo que toca al Estado, el otro participante, el informe aconseja instituciones que generen confianza e incrementen la responsabilidad del gobierno frente al ciudadano, algo posible si los gobiernos responden con prontitud y eficacia al interés público, y eliminan las prácticas corruptas y protegen las libertades y derechos sociales.

Un ciudadano es tal en la medida que hace propios los valores democráticos, los ejerce y exige su cumplimiento a los gobernantes; éso es lo que construye una democracia y no los discursos de los políticos. Si los gobernantes se niegan o hacen caso omiso al cumplimiento del ejercicio pleno de la democracia, toca a los ciudadanos encontrar las vías para que cumplan.

luis.martinez@eleconomista.mx

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