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El 2016, el año con más homicidios desde el gobierno de Calderón
Los homicidios aumentaron 22% en 2016, luego que cerca de 21,000 personas fueron asesinadas a lo largo del país, las cifras más elevadas desde los años 2011 y 2012, según informes gubernamentales.
Los homicidios en México aumentaron el año pasado a un nivel no visto desde las peores épocas del combate al narcotráfico, lo que significa un problema añadido para un gobierno debilitado por la escaña popularidad interna de su presidente y por la delicada situación económica y de política exterior que enfrenta el país desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
De acuerdo con las cifras que periódicamente divulga la Secretaría de Gobernación, en 2016 fueron asesinadas 20,789 personas en toda la república, un incremento de 22% con respecto al año anterior, y una cifra sólo superada en 2011 y 2012, los años que supusieron el pico de violencia desde que, en 2006, el expresidente Felipe Calderón inició la guerra frontal contra los carteles de las drogas.
Estas estadísticas rompen la tendencia a la baja registrada desde el inicio de la presidencia de Enrique Peña Nieto y suponen una señal de alarma, dicen los expertos, sobre todo en algunos estados donde el incremento ha sido espectacular como Colima, en el Pacífico, donde los homicidios dolosos crecieron 259%, o en Veracruz, donde se multiplicaron por dos y pasaron de 565 a 1,258.
Para el analista Alejandro Hope, es significativo que el incremento registrado en 2016 sea el más alto desde 2010, cuando los homicidios llegaron a elevarse 28%, aunque el número neto más alto de asesinados llegó en 2011, con 22,852 muertos.
Según explicó a The Associated Press el viernes, estos datos deberían preocupar al gobierno y hacerle replantear sus estrategias. A su juicio, los motivos de esta subida pueden ser varios.
El primero es que se ha generalizado la fragmentación de los grupos criminales, lo que implica más luchas entre ellos para controlar un territorio. Otra posible causa sería la reactivación de los conflictos entre el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos que más se ha fortalecido en los últimos años.
La lucha entre estas dos organizaciones dejó un incremento de la violencia sobre todo en los estados del Pacífico después de que en enero de 2016 fuera capturado Joaquín 'El Chapo' Guzmán, extraditado en enero a Estados Unidos y actualmente enfrentando cargos allá.
Sin embargo, además de las batallas entre la delincuencia organizada, Hope señaló otro elemento como posible generador de violencia: que en 12 estados hubo cambio de gobierno.
En los periodos de transición entre un ejecutivo y otro queda un periodo de vacío de poder, explicó el experto, donde los jefes de policía salientes "ya no son creíbles para los delincuentes, ya no pueden hacer compromisos con ellos", pero los nuevos jefes no están operativos todavía "para hacer algún tipo de arreglo". El resultado es más violencia.
El secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, atribuía también a los cambios de gobierno este aumento de los homicidios aunque lo explicaba de otra manera. "Es uno de los factores, no quiero decir que es el único factor que ha hecho que el número de homicidios dolosos suba en nuestro país, en el 2016", explicó la semana pasada en un acto con legisladores.
"Si no formamos instituciones, entonces entramos a aventuras cada vez que llega un nuevo gobierno, y que en lugar de fortalecer estructuras municipales o estatales, lo que estamos dejando es espacios, lagunas que ocupa la delincuencia", añadió.
Veracruz podría ser un ejemplo de los problemas que se generan en las transiciones, ya que en 2016 por primera vez dejó de gobernar el Partido Revolucionario Institucional y llegó al poder un gobernador del opositor Partido de Acción Nacional. El exmandatario Javier Duarte está prófugo y es acusado, entre otros delitos, de crimen organizado y lavado de dinero.
Las cifras de otros dos delitos de alto impacto como el secuestro o la extorsión también subieron en 2016, pero en porcentajes muchísimo menores, de 2% y 5%, respectivamente.