El Censo Agropecuario 2022 nos dará la fotografía de  cómo, dónde y cuánto produce el país: Graciela Márquez

Levantar un censo nacional agropecuario es un ejercicio costoso, pero resulta más caro para el país no hacerlo, por eso, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) hoy está en el terreno, haciendo las preguntas necesarias para saber qué, cómo y en donde producimos, afirmó, Graciela Márquez Colín.

“Nosotros hemos hecho esfuerzos para reducir el costo; estamos dedicándole 2,700 millones de pesos para este operativo, en el que participan más de 25,000 encuestadores. En realidad, su costo era más elevado, pero hemos implementado el uso de dispositivos electrónicos para la captura de la información, de manera que no tenemos que levantarlo en papel y luego llevarlo a los medios electrónicos”, expuso.

En entrevista, mencionó que el censo ofrecerá un primer acercamiento a fenómenos como calentamiento global.

“Las preguntas nos pueden estar informando de algunos fenómenos como cambio en el tipo de riego, o en el tipo de cultivo, por ejemplo; cuando alguno deja de ser productivo y hay una rotación. Hay, incluso, abandono de tierras de cultivo. Sí nos da una primera perspectiva importante. Además, cuestiones sobre el uso de agua para riego, pues, en los últimos años ha evolucionado, porque ya no solamente tenemos canales abiertos, sino sistemas tan sofisticados como el goteo, controlado por computadora, por decir algo”.

La presidenta del Inegi mencionó que no es posible preguntar todo, todo el tiempo, porque el cuestionario sería muy grande y traería complicación tanto para su aplicación, como para el procesamiento de la información. Tal es el caso de temas como el desplazamiento forzado interno, que es multifactorial.

Márquez Colín explicó que el plan piloto para el Censo Agropecuario 2022, se realizó en seis estados, durante el mes de marzo y se tuvo que reducir el número de preguntas, respetando los estándares internacionales.

Este lunes 19 de septiembre inició el levantamiento del Censo Agropecuario 2022, el cual concluirá el 30 den noviembre. Los resultados preliminares se presentarán el 31 de mayo y los definitivos el 30 de noviembre de 2023.

La funcionaria recordó que México tenía un muy buen récord de levantamientos de censos agropecuarios de 1930 a 1970, cuando se hicieron cada año; luego se levantaron en 1981 y 1991 y, de ahí, el más reciente data de 2007.

Las recomendaciones internacionales señalan incluso hacer los levantamientos cada cinco años, lo cual, en el caso de México, se empata con los censos económicos, que sí se hacen cada lustro. Por ello, consideró que, si se realiza el censo cada 10 años, estaríamos en condiciones de mantener bien informado al sector.

Márquez Colín indicó que para este ejercicio, el año pasado se hizo una consulta pública mediante la cual se detectaron varias necesidades de información, como la relacionada con la agricultura protegida, que es relativamente reciente en el país, pero particularmente importante en regiones como el centro y el bajío, donde hay una expansión muy importante de esa forma de cultivo. Eso sin dejar de hacer las preguntas relevantes sobre la agricultura a cielo abierto.

La también destacada economista llamó la atención en que la información recabada mediante el censo, aunada a la generada por entidades privadas, permitirán tener una panorámica completa del campo mexicano, para saber cuestiones como dónde se está produciendo más maíz, tomate con agricultura protegida, productos forestales o ganaderos.

Lo que va a dar el censo es la fotografía de cómo se está produciendo en el país”.

En ese sentido, comentó que si bien se cuenta con las encuestas nacionales agropecuarias, los resultados del Censo permitirán acceder a niveles de desagregación muy importantes de 4.3 millones de terrenos donde se producen los alimentos para México y la exportación.

Esa información estará disponible para todo aquel que necesite saber dónde, cuánto y cómo se están produciendo las materias primas, mapeadas geográficamente, como la requieren los empresarios o los especialistas encargados de diseñar políticas públicas en distintos niveles de gobierno, con base en conocimiento.

“Podrán saber, por ejemplo, dónde es necesario aumentar la productividad del campo mediante la distribución de mercancías o qué efecto están teniendo los canales de exportación”.

Destacó que la calidad de la información que genera el Instituto a partir de ejercicios como este, se obtiene gracias a una serie de mecanismos como la experiencia de su personal, que prácticamente todo el año está en campo levantando encuestas como la Nacional de Ocupación y Empleo, la Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares y la Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, entre otras.

Además, el haber integrado un grupo de levantadores de datos, todos ellos pertenecientes a las localidades en donde se va a ir en busca de los productores; el conocimiento de los profesionales que procesan la información, así como la confianza que los ciudadanos tienen en la institución.

Ocho fases

El campo mexicano produce los alimentos para 126 millones de mexicanos, mantiene, de manera directa o indirecta a 19% de los hogares mexicanos y comprende 4% del valor de las exportaciones, sin considerar los productos ya procesados.

La logística del Censo contempla ocho fases, desde la elaboración de bases metodológicas, hasta la difusión de resultados. Implica visitar las viviendas de los productores responsables de 4.3 millones de unidades de producción en 9.3 millones de terrenos ubicados en el área rural.

Se verificará con imágenes satelitales 1.4 millones de terrenos que no tienen actividad agropecuaria ni forestal, ya sea que tengan otra actividad económica o terrenos baldíos.

kg