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El Chayo resurgió a los tres meses de que lo dieron por muerto
Tras escuchar los audios en los que se hablaba de él muerto o herido, el gobierno federal tejió la confusión que le permitió quedar fuera del radar.
Tras su primera muerte, el 10 de diciembre del 2010, cuando el gobierno de Felipe Calderón vitoreaba su baja, Nazario Moreno El Chayo reapareció tres meses después ante su Hermandad Templaria.
Según versiones de lugareños, una casa de la comunidad de Holanda, contigua a Apatzingán, a principios de marzo del 2011, sirvió para un cumbre templaria organizada por Servando Gómez La Tuta, para recibir con vítores a su líder moral, Nazario Moreno, que habría reaparecido jubiloso y vestido elegante después de lo que él llamaba una persecución del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón.
Al ser perseguido con tanta saña y odio por el gobierno de Calderón, me sentí acorralado e incapacitado para demostrar mi inocencia y tuve que refugiarme en las montañas de mi entidad , narró El Chayo en sus memorias: Me dicen el más loco.
Para entonces, El Chayo ya se movía y seguía operando en las zonas lacustres de Pátzcuaro, en la meseta purépecha, Lerma-Chapala, Tierra Caliente, Tepalcatepec, la serranía de Tumbiscatío y el puerto de Lázaro Cárdenas, según fuentes oficiales.
También para entonces, el gobierno federal insistía en la baja del delincuente y pasaron más de tres años, hasta el 20 de febrero del 2014, cuando el actual comisionado nacional de seguridad, Manuel Mondragón, admitió que no habían pruebas de su muerte: esto es lo que anda en duda (la muerte de El Chayo); no podemos asegurar ni una ni otra (versión, en el sentido de que esté vivo o muerto) .
Por esas fechas ya habían detenido a Heliodoro Moreno Anguiano, El Yoyo, medio hermano de Nazario, una de las principales pistas para la Comisión Nacional de Seguridad.
Ayer, el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, dijo que las comunicaciones rastreadas de Los Templarios en aquel diciembre del 2010, en las que hablaban de que su líder estaba herido de muerte, pudieron haber sido utilizadas por Nazario Moreno para fingir su muerte y burlar a la autoridad.
El propio Nazario Moreno describió en sus memorias aquel enfrentamiento como una guerrilla urbana entre federales y los entonces integrantes de La Familia Michoacana.
El principio de la guerra arrancó el 8 de diciembre (del 2010), una balacera que duró 24 horas y recibió amplia difusión en medios nacionales e internacionales. Un enfrentamiento tipo guerrilla urbana donde los de La Familia bloquearon, con precisión y estrategia insurgente, la mayoría de las carreteras de acceso a la entidad y quemaron más de 500 vehículos, en diferentes partes de Michoacán, para evitar la llegada de refuerzos azules (Policía Federal).
Chayo (se describe en tercera persona) y su estado mayor, compuesto por los elementos más leales y que andaban con él desde el comienzo de su lucha, se encontraban en la comunidad de Holanda.
Chayo fue avisado por radio que se acercaban al lugar de la reunión helicópteros artillados y listos para entrar en combate, y por tierra más de 300 unidades de la Policía Federal con elementos armados hasta los dientes.
Los halcones informaban, alarmados, que los helicópteros desde el aire disparaban indiscriminadamente ráfagas de metralla y que iban avanzando hacia el poblado de Holanda dejando atrás muertos y heridos, y casas y carros destruidos.
De ambos bandos había bajas, entre heridos y muertos, pero la peor parte la llevaban los oficiales, pues los otros eran conocedores del terreno como la palma de su mano.
Ya para las 7 y 8 de la noche, se desarrollaba una lucha a muerte en varios frentes de la región, inclusive en algunas otras ciudades del estado, pues los denominados grupos fraternos (Familia Michoacana-Templarios) atacaban en las carreteras a los convoyes que se dirigían a Apatzingán a apoyar a sus corporaciones. Para detenerlos e impedir su avance, optaron por incendiar camiones de carga, tráileres y autobuses, a media carretera o en los puentes .
Tras estos hechos del 2010, a Nazario Moreno no sólo se le vio aún como un líder moral de Los Templarios, sino que dicho grupo criminal aprovechó la supuesta muerte para que se le creara una imagen mística con altares y alabanzas.
CALDERÓN CALLA
Fue hasta el lunes que el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa emitió una opinión sobre el caso del Chayo. De manera breve, y a través del Twitter, el panista felicitó al gobierno de Enrique Peña Nieto por al abatimiento de Nazario Moreno.
Además, Calderón Hinojosa compartió el comunicado de quien fuera su funcionario durante su administración, Alejandro Poiré.
En tal comunicado, Poiré reproduce un extracto de lo que informó el 10 de diciembre del 2010, en referencia a que Nazario Moreno González, también conocido como El Chayo, habría sido abatido en aquel entonces.
jmonroy@eleconomista.com.mx