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El PRI se encamina hacia la irrelevancia política, señalan analistas
El pasado 7 de julio, 3,200 delegados aprobaron reformas a los documentos básicos del PRI, entre las que destacan la posibilidad de que su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, quien permanece en el puesto desde 2019, pueda reelegirse y estar en el cargo hasta 2032.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se encuentra en la peor situación de su historia y está tomando las peores decisiones, que lo encaminan rumbo a la irrelevancia política, plantean analistas.
El pasado 7 de julio, 3,200 delegados aprobaron reformas a los documentos básicos del PRI, entre las que destacan la posibilidad de que su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, quien permanece en el puesto desde 2019, pueda reelegirse y estar en el cargo hasta 2032.
También aprobaron una adición a su declaración de principios para que se declare abiertamente en contra del neoliberalismo y presentarse como un partido que proyecta una política de derechos en los programas sociales. “Respaldamos los programas sociales como vía para el desarrollo de las y los mexicanos”.
La asamblea y los cambios fueron impugnados ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), mediante la promoción de un juicio para la protección de derechos político-electorales de la ciudadanía, al considerar que la asamblea nacional, las reformas a sus estatutos y la emisión de la convocatoria para la elección interna, fue ilegal.
En tanto, personalidades de ese partido, entre ellos, expresidentes del Comité Directivo Nacional (CEN) y exgobernadores, manifestaron públicamente su oposición a las acciones emprendidas por la actual dirigencia nacional.
En respuesta, Moreno Cárdenas los acusó de intentar romper la unidad partidista a cambio de impunidad. Los acusó de ser el peor lastre para ese partido. “Ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial (Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994) y eso le costó al PRI”. Mencionó.
Para el presidente de Consulta Mitofsky, Roy Campos, lo que está ocurriendo en el PRI es el movimiento normal de un político con ambición de tener su propio partido y que decidió quedarse con el PRI. Así de sencillo.
El experto en tomarle el pulso al país a través de encuestas plantea que para entender lo que está pasando actualmente con el PRI había que recordar lo que pasaba con el PRD (que todo parece indicar, perderá el registro este 2024, al no haber alcanzado al menos 3% de la votación), en 2018, cuando gobernaba ya solo 6% de la población.
Con los resultados del 2 de junio pasado, el PRI va a gobernar menos de lo que gobernaba el PRD en ese año. Solo es gobierno en Coahuila y Durango, donde viven 5.2 millones de mexicanos, mientras Morena gobierna en 23 donde habitan más de 92.5 millones de mexicanos.
De 1997, cuando por primera vez el PRI perdió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, a la fecha, siempre había seguido siendo una de las tres principales fuerzas políticas en esa representación, solo en las legislaturas LX (2006-2009), LXIV (2018-2021) y LXV (2021-2024) había sido la tercera bancada más grande. Para la LXVI, que inicia en septiembre próximo, será la quinta, (el 2 de junio pasado solo ganó ocho distritos electorales federales), mientras que en el Senado, donde en las LX (2006-2009) y LXI (2009-2012) legislaturas había sido la segunda fuerza en las LXIV (2018-2021) y actual LXV ( 2021-2024) la tercera, ahora será la cuarta.
Se espera que en la siguiente legislatura de la Cámara de Diputados tenga una bancada de 35 diputados, la más baja de su historia, cuando menos había tenido fue en las LXIV (2018-2021), cuando tuvo 47, y antes de ese año, solo en 2006-2009 había tenido menos de 100 legisladores.
En las elecciones del pasado 2 de junio, el PRI perdió votos en 31 entidades. Sus candidatos a diputados federales obtuvieron 11.1% de los votos y sus candidatos a senadores 10.9%.
Morena vació al PRD y ahora vacía al PRI
En tanto, el analista político Javier Rosiles coincide en que el PRI sigue el camino transitado por el PRD, pues no solo ha venido perdiendo cargos de elección popular, sin que ha venido perdiendo votos y militantes. En 2019 tenía alrededor de 6.7 millones de militantes y ahora solo tiene 1.4 millones, lo que quiere decir que lo abandonaron cinco millones de militantes.
Eso sin contar el éxodo de priistas reconocidos como Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Claudia Ruiz Massieu, entre otros.
Ante esa situación, según Roy Campos, Moreno Cárdenas pensó: tengo un partido que no tiene mucho poder, que es el más rechazado, no tiene ideología, pero tiene registro, tiene prerrogativas y tiene cierto poder de negociación. “Alito dijo yo me quedo con eso, aunque se vayan otros”.
Para el también analista político, el razonamiento es que resulta mucho mejor quedarse con ese cascarón que formar uno nuevo.
Destacó que hoy el PRI no tiene narrativa y las causas que ha enarbolado por años, se las ha arrebatado Morena; sin embargo, puede cambiar de nombre y con ello no tiene que demostrar su militancia, como lo tiene que hacer un partido nuevo que debe ir solo en su primera elección donde debe obtener, al menos 3% de la votación para conservar el registro y, cambiando solo de nombre, sí puede seguir haciendo alianzas electorales con otros partidos.
Para hacer todo ello,, añade, Alejandro Moreno lo que tiene que hacer es mantener el control del tricolor y para ello tiene a su favor que controla los órganos y toda la estructura del partido, lo cual quedó demostrado al conseguir que se cambiaran los documentos básicos que, entre otras cosas, le permiten su reelección.
Lo que es previsible, refiere Roy Campos, es que se le va a cambiar el nombre porque el que tiene es altamente tóxico y va a haber más salidas de personalidades importantes del partido. Llama la atención que a las recientes asambleas del tricolor no asistieron los gobernadores de Durango, Esteban Villegas y Coahuila, Manolo Jiménez.
Esa situación resultará altamente favorable al campechano porque, por muy importantes que sean o hayan sido en la historia del partido, quienes salgan del partido se van sin votos.
Con ello, lo previsible es que diputados y senadores se vayan del partido, con lo cual Morena estará altamente gustoso porque de ahí pueden salir los votos que le hagan falta en la construcción de mayoría calificada en el Congreso.
Además, no sería nada raro que en 2027 fuera aliado con Morena a las elecciones.
Roy Campos subraya que el PRI no va a jugar a desaparecer; sin embargo, si la juega mal, sí puede desaparecer
Recordó que el PRI logró sobrevivir a derrotas relevantes como las de 2000, cuando perdió por primera vez la presidencia, pero lo hizo gracias a que conservaba espacios de poder en los estados, pero, sobre todo, a que el partido que gobernaba no le quitaba votos, lo que ahora sí pasa con Morena.
“Morena vació primero al PRD y ahora está vaciando al PRI, por eso el PRI está en peligro de desaparecer.
En ese sentido, opina que es importante que el PRI permanezca como partido, sobre todo que hay un 11% de los votantes que lo hicieron por esa organización y hay gente que nació priista y se va a morir siendo priista.
Al respecto, Rosiles destaca que las acciones emprendidas por Moreno Cárdenas están convirtiendo en un partido irrelevante, justo en el momento en el que debería estar realizando su cuarta transformación, que le permita salir del momento crítico que vive. “Va rumbo a la irrelevancia, no solamente en el Congreso de la Unión sino a nivel nacional”.
Para el académico, lo que debería estar pasando en ese partido es una refundación que implica incluso el cambio de nombre y las acciones necesarias para despojarse de los negativos que carga.
El problema, subraya, es que el PRI perdió la brújula, no tiene una ideología clara en el momento que requiere ser atractivo para ciudadanos que están fuera de él.
Es un reflejo del sistema de partidos
Por otra parte, Roy Campos destaca que lo que ocurre en el PRI es un reflejo de lo que ocurre en todos los partidos del país: los seis son dominados o por un hombre o por un pequeño grupo de personas. Con eso, en México no podemos decir que tenemos partidos democráticos. Son partidos unipersonales los seis.
A su vez, Rosiles señala que lo que ocurre en los partidos de oposición son muestra de que, en realidad, se trata de organizaciones que representan un dique al desarrollo democrático del país.
Es una lástima que ni el PRI ni el PAN están proporcionando hoy una oposición en momentos en los que el gobierno federal, su partido y sus aliados se disponen a transformar al poder Judicial. Ellos, los partidos de oposición están más concentrados en sus rollos internos que en lo realmente importante para el país. “Eso habla de la debilidad de esta oposición que ojalá pueda ser más robustecida en adelante”.
Uno se pregunta en qué medida podríamos aumentar la calidad de nuestra democracia tendiendo este tipo de partidos, inquirió.
Menciona que los ciudadanos deberían ser más exigentes con los partidos porque es indispensable contar con una oposición fuerte, sobre todo en estos momentos en los que prácticamente solamente dependeremos del autocontrol que pueda tener la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, cuando asuma el cargo.