El conflicto por la pesca de pepino de mar se intensifica

Una revuelta por parte de pescadores, quienes con lanchas bloquearon el puerto de Dzilam Bravo, Yucatán, además de impedir la entrada al edificio del ayuntamiento este fin de semana, puso el semáforo de alerta en rojo por el problema que desde hace tres años comenzó a afectar la península: el conflicto por la recolección del pepino de mar.

Este sábado, unos 300 pescadores se presentaron ante las puertas del palacio municipal en Dzilam Bravo para hablar con el alcalde Pedro Castillo y exigir la destitución del permisonario y presidente del Grupo Náutico de la entidad, Arturo Faisal, debido a que supuestamente permite la llegada de pepineros foráneos en época de veda.

En entrevista, el edil descartó que se tratase de grupos del crimen organizado y vinculó la responsabilidad de lo ocurrido a un problema de trasfondo político promovido por la cúpula panista en la entidad, al tiempo que acusó directamente al subdelegado de Conapesca, Víctor Alcantara Cárdenas, junto con su jefe de oficina, Miguel Castillo, de crear una lista de beneficiados de pesca y, con ello, dar permisos a pescadores furtivos, aún cuando no se ha publicado el levantamiento de veda en el Diario Oficial de la Federación. Desde hace 27 años, este señor ha manejado las cosas a su antojo , denunció el Presidente municipal.

Dijo que el saldo del enfrentamiento en la alcaldía fue la ruptura de una puerta, la pérdida de 180,000 pesos (destinados al pago corriente y abono de proveedores), además del robo de dos computadoras.

Los problemas derivados de la pesca de pepino de mar no son nuevos en este municipio, hace tres años, luego de una marea roja, esta zona de Yucatán se llenó de este animal, el cual es muy valorado en países asiáticos como China y Japón. Hoy, la zona de Dzilam Bravo es el único reducto de la Península que cuenta con 9,000 toneladas de pepino de mar.

Los pescadores locales venden el kilo entre 40 y 50 pesos; mercancía que posteriormente se llevará a Asia para venderse como un platillo exclusivo y caro. Su precio llega alcanzar entre los 300 o 500 dólares.

A decir del biólogo Alejandro Olivera, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), la pesca ilegal es un hecho que se presenta en prácticamente todas las costas del país.

El sector pesquero, detalla, se ha encontrado en la necesidad de expandir su horizonte debido a la sobreexpoltación de otras especies. Y ante un aumento en la demanda por ejemplares como medusas y pepino de mar, los conflictos por la recolección de éstos comienzan a representar un problema.

PESCA INDISCRIMINADA

De acuerdo con el texto Manejo de las pesquerías de pepino de mar con un enfoque ecosistémico , de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO por su sigla en inglés), los pepinos de mar son recursos importantes para los pueblos y ecosistemas costeros. Por lo menos 60 especies son pescadas en más de 40 países y la mayoría de la captura es procesada y, posteriormente, exportada a los mercados en Asia.

Este animal, generalmente, tiene una tasa de renovación poblacional lenta y son fácilmente colectados de aguas someras en los trópicos. Con precios de venta de hasta 300 o 500 dólares por kilogramo seco, la explotación generalmente ha sido indiscriminada y excesiva.

De acuerdo con la FAO, la sobrepesca a nivel mundial en los años recientes ha dado lugar a la extinción local de las especies de alto valor comercial en algunos lugares y ha generado vedas de muchas pesquerías nacionales para permitir que las poblaciones se recuperen y permitan el establecimiento de planes de manejo más sostenibles.

La extracción de este animal no es fácil; los pescadores usan herramienta casera y rudimentaria para sumergirse y traer consigo lo que posteriormente servirá para el sustento de su familia, relata el alcalde.

Las manifestaciones del sábado no fueron gratuitas, relata Alejandro , un pescador del municipio que prefirió guardar anonimato. Las autoridades pretender otorgar el permiso de la pesca o buceo del pepino de mar a un grupo selecto de personas, que no se dedican a este tipo de pesca, para poder monopolizar el precio del producto, ello sumado a que la veda de recuperación del producto debió haberse levantado entre febrero y marzo.

La disputa por este animal de mar se encrudeció en esta temporada debido a que existe un banco grande de pepino ballenato (especie más cara) cerca de la costa. Ello reduce los costos de extracción y reduce los riesgos. El pescador detalla que, toda vez que la veda se levante, por tres días a la semana que se permite pescar el pepino, cada pescador puede obtener hasta 45,000 pesos por la temporada, con una ganancia promedio por día de entre 3,000 y 3,500 pesos.

ana.langner@eleconomista.mx