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El legado de Echeverría: de la Guerra Sucia al Halconazo
Aunque en su mandato se fundaron universidades como la Autónoma Metropolitana, Echeverría será recordado como un opresor de estudiantes y disidentes.
Mientras era velado el expresidente en la CDMX, a la par, integrantes del Comité del 68 exigieron se decomisen su propiedades. Foto: Especial
Un año y 36 días después de la masacre de estudiantes en la Plaza de la Tres Culturas en Tlatelolco cuando fungía como secretario de Gobernación, sin haber ocupado jamás un cargo de elección popular, Luis Echeverría Álvarez fue designado el 8 de noviembre de 1969 por el presidente Gustavo Díaz Ordaz candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a sucederlo.
El 5 de julio de 1970, bajo el lema de campaña “arriba y adelante”, fue elegido presidente de la República, postulado por el PRI-PARM-PPS, por 11 millones 970,893 votos (86%), dejando en el camino al abanderado del PAN Efraín González Morfin que apenas sumó un millón 945,070 sufragios (14%).
Ejerció el cargo del 1 de diciembre de aquel año al 30 de noviembre de 1976.
Bajo su régimen, el 10 de junio de 1971 hubo otra matanza de estudiantes conocida como El Halconazo, en referencia a que la manifestación estudiantil en la capital del país fue reprimida por el grupo paramilitar al servicio del Estado “Los Halcones”. Se desligó de los hechos y destituyó a Alfonso Martínez Domínguez como jefe del Departamento del Distrito Federal.
Fue señalado como responsable directo de la llamada Guerra Sucia contra opositores y guerrilleros, quienes fueron desaparecidos, luego de que en su sexenio se desató en México una ola de secuestros y asaltos a bancos por la guerrilla de izquierda.
El 17 de septiembre de 1973, el empresario regiomontano Eugenio Garza Sada fue asesinado por un comando de la Liga Comunista 23 de Septiembre, en un intento de secuestro y al año siguiente, el 28 de agosto, fue secuestrado su suegro José Guadalupe Zuno, en Guadalajara, por guerrilleros el las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP).
Un año antes de ceder el poder a José López Portillo, Echeverría había neutralizado a la guerrilla.
Genocidio
Por la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968 fue juzgado en 2005 convirtiéndose en el único exmandatario mexicano al que se ha acusado de genocidio; por decisión judicial con “las reservas de ley” fue liberado tras pasar tres años en prisión domiciliaria por su edad.
En su sexenio se crearon el Instituto de Fomento Nacional a la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (Issfam), la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), inició el Festival Cervantino y fundaron los estados de Baja California Sur y Quintana Roo.
