El reto de la gobernanza digital

Conforme las sociedades del mundo avanzan en el desarrollo, adopción y uso de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC), también cambia el entorno de desarrollo de las actividades económicas, políticas y sociales de la humanidad al pasar del entorno analógico al digital.

A pesar de que este es un proceso que está en marcha desde hace décadas y continuará por otras más, en últimos tiempos se hacen más visibles los problemas del mundo digital, que los beneficios que otorga y que en principio han alimentado su desarrollo. Esto lo observamos en asuntos cómo, el aumento del crimen digital, el contagio de las crisis económicas y de la agitación social que ocurre por la rápida diseminación del descontento a través de los nuevos medios digitales.

Ante estos retos las instituciones públicas del mundo tratan de tomar medidas que parecen crudas, sin que por el momento se haya logrado acuñar un concepto internacional de política pública con el que se logre describir al fenómeno global del que emanan estos problemas.

Ejemplos de lo anterior los encontramos en lo hecho de forma reciente por Estados Unidos y China. Por un lado hace unos meses el Pentágono informo a los medios de comunicación que ese país consideraría los ataques cibernéticos como actos de guerra a los que respondería por medios convencionales , mientras que China ha actuado para mantener bajo control gubernamental el flujo de la información digital, tras lo que los especialistas denominan el gran firewall de China.

Aunque parece que estos retos no tienen solución fácil, el diagnóstico que ahora utilizamos en México es que a nivel mundial se ha quedado rezagada la migración de los mecanismos de gobernanza analógica hacia la gobernanza digital, entendida gobernanza digital como lo que el gobierno hace dentro y respecto del entorno digital, de acuerdo a su propia tradición legal.

Lo anterior apunta a que aún en países con una buena gobernanza analógica, la mala gobernanza digital expone a los ciudadanos digitales a la ley del revólver en el nuevo entorno, lo que no permite convivir dentro de un pleno estado de derecho.

Es así que hacia adelante el gran reto es construir una agenda para la gobernanza digital, que más allá de asuntos técnicos como: la digitalización de la sociedad (mercados de TIC), gobierno electrónico y prácticas para el adecuado gobierno de la TIC, que ya siguen su propio curso, aborde temas como son: derechos y obligaciones del ciudadano digital, salud pública digital, educación pública digital, ciberseguridad pública y nacional, justicia digital, bienes públicos digitales, desarrollo de la economía digital, sostenibilidad y sustentabilidad del entorno digital.

No hacerlo probablemente socavará las propias posibilidades de desarrollo hacia el futuro. A pesar del largo camino por recorrer en México ya inició el cambio, como lo demuestra la reciente aprobación de la Ley de Firma Digital en el Congreso y la publicación de la política de seguridad de la información del Gobierno Federal a través del MAAGTICSI.

El autor es el titular de la Unidad de Gobierno Digital de la Secretaría de la Función Pública.