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En un año, septuplicó su saldo en cuentas bancarias
Alejandra Sota ingresó a la Administración Pública Federal prácticamente sin ninguna experiencia en el ámbito en el que se desarrolló durante todo el sexenio anterior.
Alejandra Sota ingresó a la Administración Pública Federal prácticamente sin ninguna experiencia en el ámbito en el que se desarrolló durante todo el sexenio anterior.
Su primera referencia profesional fue cursos dentro del PAN, que luego se convirtieron en un empleo dentro de la Dirección de Estudios y Análisis Político de ese partido.
En su primera declaración patrimonial del 2002, cuando fungió como coordinadora de asesores en el Instituto Nacional de las Mujeres, Sota Mirafuentes declaró un salario de 38,088 pesos mensuales. En esa declaración patrimonial, dijo iniciar en el ejercicio público con una cuenta de 112,934 pesos; un año después, ya tenía tres cuentas con saldos hasta de 300,000 pesos.
Sota comenzó su carrera profesional declarando que tenía en el 2002 un menaje doméstico que adquirió a crédito por 50,000 pesos.
Un año después, en el 2003, ya como funcionaria en el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), invitada por Calderón, quien se desempeñaba como titular del banco, registró ya un aumento en sus bienes, al reportar la propiedad de una camioneta Land Rover, modelo 2003, con costo de 341,413 pesos. Sota incorporó un menaje por 200,000 pesos, entre comedor, refrigerador, televisión, sistema de sonido y video, centro de lavado, sala, recámara y electrodomésticos, adquiridos de contado.
Para ese año, Sota Mirafuentes también reportó tener tres cuentas; dos de ahorros, por 159,756 pesos y 223,130 pesos, respectivamente, así como una cuenta de inversión por 316,545 pesos y un salario mensual de 157,794 pesos brutos.
Después de esa declaración, Sota Mirafuentes decidió dejar de hacer públicas sus declaraciones patrimoniales desde que fue parte del Fideicomiso para Apoyar el Cambio de la Administración del Ejecutivo federal con Felipe Calderón, hasta su cargo final como coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República, por lo que no es posible conocer más detalles sobre su evolución patrimonial.
jmonroy@eleconomista.com.mx