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Política

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Episcopado recomienda vivir Posadas en unidad

La CEM invitó a vivir con plenitud la temporada de Posadas como un elemento de sana convivencia con la familia, los amigos y los vecinos.

México.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a vivir plenamente la temporada de las Posadas, para que sirvan de sana convivencia familiar y de encuentro con Dios.

Que "nos sirvan para lo que fueron creadas: como un momento de encuentro con Dios y de sana convivencia con la familia, los amigos y los vecinos, que nos lleve a vivir más unidos en el amor, que es comprensión, justicia, servicio, solidaridad, perdón y reconciliación", expuso.

En un mensaje con motivo del inicio de las Posadas 2014, que de acuerdo con la tradición mexicana se celebran del 16 al 24 de diciembre de cada año, el secretario general de la CEM y obispo auxiliar de Puebla, Eugenio Lira, pidió recordar que éstas tienen un significado "profundo y muy valioso".

A su vez, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias, advirtió del riesgo de que estas fiestas se desarrollen de manera superficial y carezcan de hondura espiritual.

Las Posadas, dijo, tienen su sentido cuando expresan la firme decisión de dar hospitalidad al Mesías esperado, de recibir su mensaje de paz y de fraternidad.

Convocó a todos los católicos y a las personas de buena voluntad a disponerse a celebrar este acontecimiento con grandes expectativas. "Esperamos la paz, esperamos a quien eleva a la humanidad a mejores condiciones de vida y desarrollo mediante la fe y la solidaridad humana".

En tanto, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, llamó a reflexionar sobre la dureza de corazón que sigue manteniendo las puertas cerradas a Jesús que llega en la persona del pobre.

Asimismo, pidió vivir estos días con "alma limpia, haciéndonos como niños. Que la sencillez, y hasta una cierta ingenuidad, nos permitan gozar estas fiestas sin necesidad de lujos o excesos. La proximidad de la llegada de Jesús sea nuestra mayor alegría".

De acuerdo con Lira, las Posadas son una tradición mexicana que inició, según algunos historiadores, en el pueblo de San Agustín Acolman, cuando el fraile agustino Diego de Soria obtuvo en 1587 del Papa Sixto V una bula que autorizaba la celebración en la Nueva España de unas misas llamadas de Aguinaldo.

Esas misas, que eran como preparación para la Navidad, se llevaban a cabo dentro de los atrios de las iglesias y al final se realizaba una verbena y se representaban escenas de la Navidad. El objetivo era evangelizar a los indígenas.

Explicó que con las Posadas se busca recordar el camino que siguieron José y María de Nazaret a Belén, donde nacería Jesús, cuya luz es representada por las velitas de colores que llevan los participantes.

Los siete picos de la piñata, detalló, representan cada uno de los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza; mientras que sus colores vistosos significan lo atractivo que puede parecer el pecado, y "vendar los ojos es dejarse guiar por la fe".

Además, el palo para romper la piñata representa al Evangelio, con el que se destruye el pecado. Los participantes que orientan hacia dónde hay que dar el golpe, representan a la Iglesia. La fruta simboliza la gracia de Dios derramada al destruir el pecado, es decir, al romper la piñata, concluyó.

mfh

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