Esperan sentencia en la cárcel casi la mitad de los reos

En los 450 centros penitenciarios a nivel federal, estatal y en el Distrito Federal del país hay una población carcelaria de 95% de hombres y 5% mujeres. El 56% se encuentra sentenciado y el resto, 44%, en espera de condena o absolución.

El senador del PRD, José Luis Máximo García Zalvidea, aseguró que en las cárceles mexicanas se presentan casos de hacinamiento, venta de drogas, alcohol, prostitución, armas blancas y de fuego; cobro de protección a presos por organizaciones delictivas; mezcla de reos de alta peligrosidad con convictos comunes y la ausencia de medidas de readaptación.

Resaltó que la mayoría de estos centros muestran un deterioro y carencias importantes en lo que se refiere al acondicionamiento de espacios, instalaciones, mobiliario, así como en la disponibilidad y el acceso universal a bienes y servicios básicos.

García Zalvidea promueve en el Senado un punto de acuerdo para citar a una reunión de trabajo a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia, para que presenten un informe a los senadores sobre el estado que guarda el sistema penitenciario del país.

El legislador por Quintana Roo explicó que este encuentro tiene el propósito de hacer un llamado a los actores institucionales y a los poderes públicos involucrados en este tema, a fin de redoblar esfuerzos y emprender acciones para concretar una profunda reforma penitenciaria al nivel de las circunstancias y de las necesidades que exige el país .

José Luis Máximo García Zalvidea consideró que la situación que presentan las cárceles nos lleva a concluir que resulta impostergable una reforma penitenciaria (...) y la necesidad estatal por instrumentar políticas que coadyuven a respetar las garantías de los reclusos y reconstruir instituciones que contribuyan al proceso de reinserción social .

García Zalvidea afirmó que los establecimientos penitenciarios muestran un deterioro del estado de las instalaciones y del mobiliario. Las prisiones no son vistas, en otros términos, como un renglón en el que merece la pena invertir sino, más bien, como un gasto que siempre sería deseable poder reducir, acortar , criticó.

jmonroy@eleconomista.com.mx