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Política

Lectura 16:00 min

Falsa idea de cruzar con mayor facilidad a Estados Unidos calienta la frontera

Este lunes habría de terminar la aplicación del Título 42, mediante el cual se deporta de inmediato a migrantes a México; la rescisión de esa medida ha sido suspendida por un juez; la Patrulla Fronteriza estima que casi se tripliquen los intentos de cruzar sin visa; los albergues comienzan a saturarse.

Foto: Reuters

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A unas horas de que llegue la fecha establecida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos para dejar sin efecto el llamado Título 42, que es una herramienta legal mediante la cual, la Patrulla Fronteriza expulsa a México, inmediatamente, a las personas que intentan cruzar a ese país sin visa (con el argumento de que es una forma de contener la pandemia de la Covid-19), en ambos sitios de la frontera se ha generado un ambiente de expectativa: del lado mexicano, se incrementó la llegada de migrantes para intentar cruzar, mientras que, del lado estadounidense, los agentes de Migración se preparan para contenerlos.

El 20 de marzo de 2020, durante el gobierno del presidente Donald Trump, los CDC emitieron una orden de salud pública conocida como Título 42, con el objetivo de contener la propagación de la pandemia de la Covid-19. Con ello se permitió a los agentes de la Patrulla Fronteriza (USBP, por sus siglas en inglés) detener y enviar inmediatamente a México a las personas que intentan cruzar sin visa a ese país. A los no mexicanos los regresan a México con el argumento de que el Título 42 señala que deben ser devueltos al país de último tránsito.

Desde el 1 de abril pasado, cuando se conoció la intención de los CDC de levantar la medida, a partir de este lunes 23 de mayo, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro N. Mayorkas dijo que los traficantes de migrantes utilizarían ese anuncio para incentivar la llegada de personas a la frontera para intentar cruzar.

De acuerdo con el funcionario, se espera que una vez rescindido el Capítulo 42, alrededor de 18,000 personas intentarán cruzar la frontera a diario, cuando actualmente son detenidos alrededor de 6,700.

“Sabemos que los contrabandistas difundirán información errónea para aprovecharse de los migrantes vulnerables. Permítanme ser claro: aquellos que no puedan establecer una base legal para permanecer en los Estados Unidos serán expulsados”, enfatizó.

Asimismo, informó que el personal a su cargo preparó ya una estrategia integral para gestionar cualquier aumento potencial en la cantidad de migrantes que se encuentren en la frontera.

Dijo que se aumentó la capacidad para procesar a los recién llegados y evaluar las solicitudes de asilo y “expulsar rápidamente a aquellos que no califican para la protección”. 

En tanto, 20 estados impugnaron la decisión de levantar el Título 42, con el argumento de que la administración del presidente Joe Biden no siguió los procedimientos administrativos para acabar con la medida, aunque solo Luisiana logró que un juez federal (Robert R. Summerhays, nominado por el entonces presidente Trump) suspendiera el levantamiento, el 25 de abril pasado. Se espera que este lunes 23 de mayo, ese juez emita una sentencia al respecto.

Denise L. Gilman, directora de la Clínica de Inmigración de la Escuela de Leyes de la Universidad de Texas en Austin dijo a El Economista que lo más probable es que las autoridades estadounidenses no terminen con la aplicación del Título 42. “Lo más probable es que el juez decida que la aplicación se mantenga”.

La experta en Derecho comentó que, si se determinara terminar la aplicación de esa norma, tampoco significaría que cambiaran mucho las cosas en la frontera, sobre todo porque están vigentes todas las demás normas que rigen el tránsito de personas por la frontera como el MPP.

Por otra parte, la determinación se tendrá que dar en el momento en que los casos de Covid-19 en la región se incrementan. De acuerdo con un reporte del 18 de mayo pasado de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los casos de SARS-CoV-2 aumentaron 27.2% la última semana, en tanto, los CDC informaron el mismo día que, en Estados Unidos se triplicaron los casos de Covid-19, durante el último mes.

De acuerdo con la directora de los CDC, Rochelle Walenks, el promedio de siete días de casos diarios aumentó 26% respecto de la semana anterior a 94,000 casos por día.

Desde ambos lados de la línea, aumenta llegada de migrantes a ciudades mexicanas

Mientras, de este lado de la frontera, se ha incrementado la llegada de migrantes, nacionales y extranjeros que se suman a los miles que llevan días, semanas meses o años en espera de que se abra una posibilidad para cruzar a Estados Unidos y viviendo en situaciones precarias, altamente vulnerables, atrapados en la incertidumbre.

Buena parte de los que se encuentran en espera son los mexicanos y extranjeros solicitantes de asilo que han sido enviados a México bajo de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), mejor conocidos como programa “Quédate en México”, puesto en marcha el 25 de enero de 2019 por los presidentes Donald Trump, de Estados Unidos y Andrés Manuel López Obrador, de México.

De febrero de 2019 a enero de 2021, fueron enviados a México bajo los MPP a 71,036 personas. De esos, 58,866 llegaron de febrero a diciembre de 2019; 11,524 de enero a diciembre de 2020 y 646 en enero de 2021.

Además, están en la frontera los que han sido deportados bajo el Título 8 (mexicanos) y los deportados bajo el Título 42, tanto mexicanos como extranjeros. Una parte de ellos permanecen en la zona.

Entre enero de 2020 a abril de 2021, fueron detenidos por personal de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP por sus siglas en inglés) y enviados a México bajo esos dos instrumentos legales, tres millones 276,030 personas. De esos, 508,214 llegaron en 2020, un millón 946,608 en 2021 y 719,429 de enero a abril pasado.

En este caso, claramente se observa que el número de detenciones de la Patrulla Fronteriza se incrementó de enero de 2020 a abril de 2022. En abril de 2020 se detuvieron a 16,182 personas (un promedio de 540 diario); abril de 2021, la cifra fue de 173,699 (un promedio de 5,790 diario) y en abril pasado 201,800 (un promedio de 6,727 diario).

En frontera con Tijuana comenzaron a atender casos delicados de solicitudes de asilo por razones humanitarias

Enrique Lucero Vázquez, director de atención al Migrante del Ayuntamiento de Tijuana, Baja California, explicó a este periódico que en esa ciudad hay 25 albergues donde se encuentran alrededor de 4,000 migrantes esperando la oportunidad de pasar.

Tan solo en el refugio Embajadores de Jesús hay alrededor de 1,000 y en el Centro Integrador para Migrantes alrededor de 700.

Dijo que 50% de la gente que está en los albergues son mexicanos, principalmente desplazados de manera forzosa por violencia en sus comunidades de origen y el 50% restante de Centroamérica, Haití, Venezuela entre otras nacionalidades.

Según el funcionario, hasta hace unas semanas, los albergues estaban a 90% de su capacidad, pero la semana pasada bajaron a alrededor de 60%, debido a que han sido admitidos a Estados Unidos personas solicitantes de asilo por causas humanitarias con casos delicados.

En ese sentido, recordó que días después de la invasión militar a Ucrania por parte de Rusia, iniciada el 24 de febrero, llegaron hasta la ciudad de Tijuana decenas de ucranianos con la intención de cruzar a Estados Unidos, los cuales estuvieron ingresando al vecino país del norte hasta el 25 de abril, cuando se cerró el proceso de solicitudes de asilo por ese cruce internacional.

Para atender a los ucranianos fue reabierta la garita El Chaparral, en San Ysidro del lado estadounidense, la cual estuvo cerrada durante dos años, debido a la pandemia.

En ese lugar fueron comisionados alrededor de 24 agentes de CBP, quienes atendieron a alrededor de 13,500 ucranianos. Por las distintas garitas de Baja California cruzaron alrededor de 17,000.

El 25 de abril entró en vigor el programa Unidos por Ucrania, mediante el cual el proceso de solicitud de asilo lo tienen que hacer desde Europa y desde entonces se cerró la garita para los ciudadanos de aquel país invadido militarmente por Rusia.

Ante esa situación, el personal de CBP que fue comisionado a Tijuana para auxiliarlos ahora se dedica a atender las solicitudes de asilo de carácter humanitario tanto mexicanos como de otras nacionalidades que estaban esperando en Tijuana.

Atienden, en promedio, a unos 150 diariamente, pero solo asuntos humanitarios delicados, no de asilo en general. Es por ello que, están pasando personas con algún problema médico o discapacidad o casos graves de persecución.

Las personas están siendo seleccionadas desde los albergues y de domicilios privados, a través de organizaciones de la sociedad civil quienes integraron un padrón de alrededor de 30,000 personas para asilo político o humanitario.

El funcionario dijo que esa situación ha tranquilizado un poco a las personas que están en los albergues de Tijuana, porque ya saben que ya están entrando personas solicitantes de refugio y guardan la esperanza de que les toque a ellos en unos días más.

Sin embargo, comentó que entre más tiempo pase, esa gente se va a desesperar, porque ya llevan mucho tiempo en espera, lo cual ha motivado a muchas personas a intentar cruzar de manera ilegal y algunos de ellos han muerto en el intento, como es el caso de un mexicano que hace dos semanas murió al caer de la parte alta del muro y un cubano que se ahogó al intentar cruzar por el mar.

En Ciudad Juárez comienzan a llenarse los albergues; la mayoría de los ocupantes son migrantes reincidentes

Por su parte María Inés Barrios de la O, Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) expuso que, en Ciudad Juárez, Chihuahua, desde la semana antepasada se comenzó a notar un incremento en la llegada de migrantes, tanto mexicanos, como de Centroamérica, El Caribe y de otras regiones del mundo.

Particularmente se ha notado el incremento en la llegada de haitianos, aunque a esa frontera están llegando de varias nacionalidades. Comentó que hay albergues en donde únicamente hay población haitiana.

En entrevista, la académica comentó que hace unos días investigadores de El Colef realizaron una encuesta entre migrantes que ocupan los albergues de la ciudad y alrededor de 80% manifestó que ya han intentado cruzar a Estados Unidos y se entregaron a las autoridades de Migración con el objetivo de solicitar asilo, pero fueron expulsados inmediatamente hacia México bajo el Título 42.

Por ello, ahora, si se elimina esa medida, esas personas tendrán que ser acogidas, ya sea, bajo el programa MPP y regresadas a México para esperar a que la Corte decida sobre su solicitud de asilo, o bien, expulsados a su país, bajo el Título 8.

Comentó que en Ciudad Juárez hay 28 espacios de atención a migrantes, en los cuales al 13 de mayo había más de 2,900 personas.

De acuerdo con estimaciones del gobierno del estado, por cada migrante en algún albergue hay otros tres en la ciudad, por lo que en estos momentos había alrededor de 12,000 personas, pero no es un dato corroborable.

El incremento en la ocupación de los albergues de esta ciudad y Tijuana se repite en alrededor de 90 refugios que existen a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.

Decenas viven atrapados en la incertidumbre e inseguridad

Barrios de la O, explicó que, desde marzo de 2020, los migrantes que llegan a la frontera de México con Estados Unidos viven una situación de incertidumbre, ya que han quedado atrapados en las ciudades fronterizas.

En el caso de los que llegaron hasta esta región del país con la intención de solicitar asilo, cuando se suspendieron los procesos de asilo, al principio no sabían qué iba a suceder con su trámite, tanto aquellos que ya habían iniciado el juicio y estaban en espera de que los citaran en la Corte, como los que intentaban iniciarlo. Luego, al pasar el tiempo, la incertidumbre fue, y sigue siendo, sobre cuándo se reabrirán los tramites.

A ese grupo de solicitantes de asilo se suman aquellos que se arriesgan a cruzar, pero son detenidos por la patrulla fronteriza e inmediatamente los deportan, aplicándoles el Título 42.

La especialista dijo que ha quedado demostrado que, si bien se trata de una medida que tiene como objetivo evitar la propagación de la pandemia de la Covid-19, en realidad ha servido como un instrumento para desincentivar el cruce de personas sin documentos migratorios, en una violación al derecho de asilo que tienen las personas que reúnen los requisitos para obtener ese beneficio.

También llamó la atención en que la decisión de los CDC de dar por terminado el Título 42 se ha convertido en un efecto de llamada para los migrantes. Eso debido a que legalmente ya no va a haber ninguna medida que imposibilite el derecho a la solicitud de asilo.

“Definitivamente esto va a ser un incentivo para que se incrementen los flujos hacia la frontera norte”, mencionó.

La investigadora del Colef recordó que hay un número importante de migrantes en Tenosique Tabasco y en Tapachula, Chiapas, en espera de que el gobierno mexicano les extienda un documento migratorio, aunque su intención no es quedarse en el país, sino llegar a la frontera con Estados Unidos e intentar entrar.

Dijo que esas personas habían accedido a quedarse en esos lugares porque no tenían ninguna señal de que podrían iniciar un trámite en la frontera estadounidense, pero, al enterarse de que se terminaría el Título 42, ahora van a buscar desplazarse hacia allá. Ahora van a tener al menos el derecho de solicitar asilo y no van a ser expulsadas.

De acuerdo con la Comisión de Ayuda a refugiados (Comar), de 2019 a 2021, un total de 242,785 ciudadanos extranjeros habían solicitado el reconocimiento de la condición de refugio en México. De esa cantidad 131,448 fueron registrados en 2021 y son principalmente de Haití y Honduras.

Por otra parte, Denise L. Gilman dijo que muchos observadores en Estados Unidos, entre ellos los demócratas, están preocupados porque terminar el Título 42 podría tener un impacto negativo en las elecciones de 34 de los 100 escaños del Senado, a celebrarse el 8 de noviembre próximo.

La académica de la Universidad de Texas comentó que los demócratas están en una situación incómoda por donde se vea, pues, por un lado, reciben las críticas de que la decisión del gobierno del presidente Joe Biden de dar por terminada la aplicación del Título 42 y que va a ocasionar una crisis en la frontera. Por otro lado, está la decisión del juez, que no permite la terminación, y para algunos genera la percepción que ese juez, nombrado por el presidente Trump (republicano), es mejor para cuidar la frontera.

Al mismo tiempo, añadió, hay quienes opinan que no se debe terminar con la aplicación del Título 42 o que, si Biden había decidido así, debió hacerlo mucho antes, para que no se causara esta polémica, justo en época electoral.

Dijo que lo que ha quedado demostrado es que la aplicación del Título 42 para expulsar de manera inmediata a migrantes no ayuda sustancialmente al control de la pandemia de la Covid-19, porque no está diseñado para ver quienes tenían posibilidades de aumentar los contagios, sino que se aplicaba a todos los migrantes, independientemente si estaban enfermos o no.

Subrayó que eso trajo consecuencias y una de ellas fue poner en una situación de grave peligro a alrededor de dos millones de personas que fueron devueltas a México o a sus países de origen.

Alertan sobre ataques a desplazados

En ese sentido, un reporte de Human Rights First señala que, al 15 de marzo de 2022, había identificado al menos 9,886 informes de secuestro, tortura, violación y otros ataques violentos contra personas bloqueadas o expulsadas a México, debido a la política del Título 42 durante la administración Biden.

Expone que los cárteles en México han adaptado sus empresas criminales para beneficiarse del secuestro de solicitantes de asilo expulsados, centrándose en ellos en función de su raza, nacionalidad, género y orientación sexual, así como de aquellos que se cree que tienen familiares estadounidenses a quienes extorsionar.

Además, las autoridades mexicanas, incluida la policía, la Guardia Nacional y los funcionarios de inmigración, por lo general no previenen los ataques contra los solicitantes de asilo y, a menudo, son cómplices de esta violencia.

Kennji Kizuka, director asociado de investigación de protección de refugiados en esa organización, dijo que “los informes que hemos rastreado sobre secuestros, violaciones, torturas y otros ataques horribles contra personas a las que se les ha negado el asilo estadounidense debido al Título 42 representan solo una pequeña fracción del verdadero número de víctimas de esta política de pesadilla. El presidente Biden no puede permitir que continúe esta farsa”.

Denise L. Gilman expuso que hay preocupación sobre un muy probable incremento en la llegada de migrantes a la frontera entre México y Estados Unidos. “Si se termina el Título 42 sí vamos a ver grandes números de personas presentándose en la frontera para solicitar asilo, por muchas razones, primero porque tenemos casi cuatro años de impedir el acceso a personas que están solicitando asilo al sistema de Estados Unidos. Entonces están esperando y si se abre van a querer ser procesados y también persisten las situaciones de graves peligros en los países en Centroamérica y Sudamérica que están empujando a las personas llegar a Estados Unidos buscando protección”.

Sin embargo, descartó que ese incremento vaya a ocasionar una situación de crisis, puesto que será una situación que se podrá manejar con los recursos que tiene Estados Unidos para ello.

“No creo que los números sean tan exagerados tampoco. Sí va a ver aumentos, vamos a tener números más grandes de los que hemos visto en un par de décadas, pero no inmanejable”.

Comentó que ya hay planes que se están preparando para procesar este flujo, como enviar más oficiales y trabajo para que haya hogares temporales que recepción inmediata a los solicitantes de asilo.

Recalcó que lo que sí debe quedar muy claro es que la frontera no va a ser abierta, ni de casualidad, con la eliminación del Título 42, lo que sí habrá es la posibilidad de acceder al proceso de asilo.

Lo cierto es que la sola posibilidad de que el Título 42 quede sin efecto ha puesto en el camino hacia el norte a decenas de personas. La frontera se calienta.

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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