Buscar
Política

Lectura 3:00 min

Fragmentación del crimen desalienta Inversión Extranjera

Narcobloqueos, focos rojos para que empresas inviertan en territorio mexicano.

Un reciente estudio afirmó que la fragmentación del crimen organizado en México puede provocar que se desaliente la Inversión Extrajera Directa (IED).

A través del informe “Crimen organizado e inversión extranjera directa: evidencia de grupos criminales en México”, publicado en Journal of Conflict Resolution, los autores Brian J. Phillips y Ana Carolina Garriga, analizaron datos que muestran un mayor número de grupos criminales está asociado con niveles más bajos de IED en el país.

El artículo, se precisó, examina el crimen organizado y la IED en los estados mexicanos entre 2000 y 2018, en especial porque México es uno de los principales receptores mundiales de IED y se buscó comprender cómo la competencia del crimen organizado, a diferencia del crimen en general, puede influir en las decisiones de los inversores.

Por ello se dedujo que, tras analizar diversos datos, cuando un sólo grupo tiene el monopolio del territorio, podría dejar en paz a las empresas legítimas, especialmente si el grupo se centra principalmente en el tráfico de drogas, lo que proporciona una cierta estabilidad que sería atractiva para los inversores.

Lo anterior es ejemplificado en el caso de Campeche, donde Los Zetas prácticamente no tenían oposición a mediados de la década de 2010, por lo que la entidad recibió mucha más IED nueva durante los años en los que sólo estaban presentes en comparación con los años en los que había múltiples grupos.

Y es que en 2010, Campeche recibía un promedio de 117 millones de dólares en flujo de capital extranjero anualmente, lo que se redujo a solo 44 millones de dólares en 2018.

“Alternativamente, si el grupo es pequeño, podría ser demasiado débil para afectar sustancialmente a las empresas, especialmente a las corporaciones extranjeras poderosas. De cualquier manera, un solo grupo en un área no necesariamente sería perjudicial para la inversión. Sin embargo, cuando hay varios grupos presentes, a menudo intentan apoderarse del territorio de los demás y amenazan a quienes se interponen en su camino”, subrayó el informe.

En este sentido, se añadió que es probable que la competencia de grupos criminales tenga efectos nocivos únicos para la inversión extranjera, ya que la competencia entre ellos puede conducir a violencia extrema y pública.

Por ejemplo, cuando los cárteles mexicanos pelean por territorio, con frecuencia bloquean las carreteras con autos en llamas en lo que se llama narcobloqueos” para mostrar su poder; tal violencia pública e indiscriminada podría hacer que las empresas extranjeras se alarmaran sobre la seguridad de sus trabajadores y sus propiedades, generando preocupaciones sobre cómo deben transportarse sus productos de manera segura.

Por otro lado, el informe identificó que estrategias de seguridad como la detención de líderes criminales, o “decapitación” de organizaciones, que generan una fragmentación de los grupos criminales también impactan en las inversiones.

Competencia

Y es que, más allá de afectar la violencia, la competencia y la fragmentación a menudo conducen a organizaciones criminales depredadoras.

En el caso mexicano, la fragmentación de los grupos narcotraficantes ha generado grupos más pequeños y demasiado débiles para traficar drogas transnacionalmente. Estos nuevos grupos recurren a negocios ‘más fáciles’ como la extorsión, el secuestro y el robo”, se indicó.

Es así que los delitos depredadores como la extorsión tienen graves implicaciones negativas para las empresas, pues aunque es más probable que los grupos criminales apunten a empresas nacionales, también atacan a empresas extranjeras.

“Probablemente existan muchos más casos de este tipo, pero delitos como la extorsión generalmente no se denuncian”, se precisó.

maritza.perez@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete