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Política

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Hay desesperanza en ciudadanía: Meschoulam

Aunque después del desplome del helicóptero en que murieron el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, y siete personas más, el presidente Felipe Calderón informó que se trataba de un accidente, la mayor parte de la ciudadanía sigue creyendo que fue un atentado.

Aunque después del desplome del helicóptero en que murieron el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, y siete personas más, el presidente Felipe Calderón informó que se trataba de un accidente, la mayor parte de la ciudadanía sigue creyendo que fue un atentado.

Esto se debe a que este hecho se inserta en un clima en el cual la sociedad vive estrés postraumático por efecto de la violencia generada por el crimen organizado, explicó Mauricio Meschoulam, investigador de la Universidad Iberoamericana (UIA).

La gente va a especular aunque se le pida que no , afirma. La población en México vive en una red de desesperanza y está afectada, por ello es capaz de experimentar lo que en psicología se denomina distorsión.

Meschoulam expuso que, de acuerdo con las conclusiones preliminares del Estudio sobre los efectos psicosociales de la violencia asociada al crimen organizado en México , elaborado por investigadores de la UIA y de la Louisiana State University, está demostrado científicamente que los mexicanos están trastornados y padecen de efectos de estrés postraumático, incluso quienes viven en zonas a las que la violencia no ha llegado.

La transmisión de este miedo es de boca en boca, la publicación de información en los medios de comunicación y mediante las redes sociales.

El también internacionalista advierte que, ante la falta de conocimiento sobre la manera de atender este pánico colectivo, se desarrollan medidas punitivas como la de encarcelar a los twitteros de Veracruz por alarmar a la población. La solución no es un simple: ‘cálmense’ , dicta el especialista.

Este estrés colectivo genera una sociedad deprimida y desesperanzada, que no necesariamente usa la razón para salir de sus conflictos. Tiene implicaciones desde lo individual, hasta lo económico, pues pueden llegar a generarse conductas como no salir de casa y evitar la circulación comercial.

Y se puede caer en un círculo vicioso, pues puede establecer una desesperanza social más prolongada, falta de respuestas y soluciones divididas generadas por el pánico, que no son la mejor alternativa.

La investigación recomienda el diseño de estrategias de prevención, intervención y postvención.

De manera paralela es importante diseñar campañas para explicar cómo se contagia este estrés provocado por la violencia, para que la gente se concientice y se eviten los impactos negativos.

ana.langner@eleconomista.mx

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