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Hay lectura electoral: Peschard
Jacqueline Peschard se encuentra en la recta final de su periodo al frente del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Nacional Anticorrupción.
Jacqueline Peschard se encuentra en la recta final de su periodo al frente del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Nacional Anticorrupción.
Entrevistada por El Economista, Peschard asegura que echar a andar al CPC ha sido una tarea difícil, porque se han presentado situaciones como las “rutinas institucionales” de la Administración Pública que han aletargado el avance.
Dice, a su vez, que el Comité no es un intermediario o cabildero entre las ONG, la ciudadanía y las instituciones que conforman al Sistema Nacional Anticorrupción, pues dice, el Comité es parte integrante del Sistema, “que es una entidad pública”.
—En estos meses, ¿cuáles han sido las debilidades y fortalezas del CPC?
La manera como estuvo integrado el comité fue muy virtuosa, y eso se lo debemos al Comité de Selección, porque nos encontramos personas con distintos perfiles, con distintas experiencias, con diferentes trayectorias... Las grandes limitaciones están en que el esquema de colaboración entre sociedad civil e instituciones públicas es una cuestión novedosa, es algo que no está en las prácticas cotidianas y las rutinas institucionales ya muy probadas, creo que este ha sido el problema mayor, que es un mecanismo novedoso, que una organización de ciudadanos es el que debe conducir al SNA.
—¿Qué tan necesario será que los pronunciamientos del CPC, en el futuro, sean más enérgicos para influir en los diferentes temas y no queden sólo de lado, como pasó con Pegasus, el software espía?
La fortaleza de un pronunciamiento está en quien lo emite, entonces creo que la fortaleza nuestra está en la autoridad que tenemos, puesto que estamos previstos en la Constitución y en la Ley General del Sistema. El problema es que para que esto opere debe pasar por el mecanismo de coordinación y esto implica la anuencia, la voluntad de cada una de las partes y, en mi opinión, lo único (malo) en este modelo, que creo que es un buen modelo, es que a veces hay coyunturas. Creo que hoy atravesamos una coyuntura difícil porque todo está atravesado por una lectura de lo electoral, pero creo que cada vez está más claro que si no es con una capacidad de incidencia muy clara de la sociedad civil difícilmente va a avanzar el Sistema (Nacional Anticorrupción).
—¿Qué es lo más difícil que ha afrontado en esta función de cabilderos o intermediarios entre la sociedad civil y las instituciones federales?
Nosotros no tenemos ninguna función de cabildero. Los cabilderos son organizaciones que tienen ciertos intereses particulares y que quieren llevar esos intereses al gobierno o en particular al Congreso de la Unión. Nosotros no somos cabilderos, si se ve así pues está mal visto, lo siento mucho. Nosotros somos parte integrante de un Sistema Nacional y que es una entidad pública, entonces no somos intereses de fuera llevando algo hacia los poderes públicos, somos parte de esos poderes, tenemos de hecho responsabilidades públicas.
—Dra. Peschard, ¿no serían una especie de cabilderos, en el sentido de que atraen las peticiones ciudadanas y tratan de hacerlas saber a las instituciones del SNA?
No llevamos las peticiones ciudadanas. Nosotros lo que hacemos es ser un enlace permanente con las organizaciones de la sociedad civil que trabajan los temas (...) Quienes llevamos las peticiones somos nosotros, y nosotros lo que tenemos que hacer es tomarle el pulso a las organizaciones que llevan tiempo trabajando, que ya tienen un profesionalismo en el análisis y el estudio.
—¿Cuáles son los retos que afrontará Mariclaire Acosta como presidenta del CPC?
Este primer año fue una fase eminentemente de construcción y de ganarse el respeto de la ciudadanía y de ir fijando temas de agenda, esos eran los tres asuntos. La construcción de la Secretaría Ejecutiva, de la parte operativa, ganar temas de agenda y pues estos temas de agenda como proyectos estratégicos del Sistema, son los que van a darle continuidad al trabajo del CPC, entonces más allá de las propias características de la próxima presidenta del CPC, la maestra Mariclaire Acosta, más allá de eso lo que hay es ya una ruta, un programa de trabajo.