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Política

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Hillary de petatiux

Patricia Espinosa estuvo al pendiente de cualquier cosa que necesitara su jefe. ¿Y el resto de la delegación? Bien gracias

En la conformación de la delegación que representó al Estado mexicano en la cumbre sobre el cambio climático, que se efectuó hace dos semanas en Copenhague, Dinamarca, el Legislativo propuso y el Ejecutivo, vía la canciller Patricia Espinosa, todo lo descompuso.

El perredista Carlos Navarrete, presidente del Senado había solicitado a la Secretaría de Relaciones Exteriores que acreditara a tres de sus integrantes. Lo mismo hizo el panista Francisco Ramírez Acuña, al frente de la Cámara de Diputados.

Pero una semana antes del cónclave, a través del embajador Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario de Asuntos Multilaterales, los líderes parlamentarios fueron notificados de que estaban restringidos los accesos.

Sólo dos, que fueron asignados a las senadoras Ludivina Menchaca y Claudia Corichi. Quedaban fuera la perredista Yeidckol Polevnsky y el PAN se quedaba sin nada.

Las horas previas a la partida de la delegación, el viernes 11, fueron angustiosas. Y al final, un acuerdo de la Junta de Coordinación Política del Senado permitió que Polevnsky consiguiera un gafete, lo mismo que el panista Alberto Cárdenas Jiménez.

Los diputados, en cambio, no tuvieron tanta suerte. Ni el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Porfirio Muñoz Ledo -con todos sus contactos internacionales– pudo (o quiso) ser acreditado. La Cancillería mexicana decidió dejar fuera a todos aquellos funcionarios que no entregaron su documentación a tiempo.

Al final, el número de integrantes de la delegación (apenas 16 oficiales mexicanos, la mitad de lo originalmente contemplado) contrastó con el peso específico de los contingentes de Corea del Sur, India, Australia o el infalible Brasil, con sus 700 acreditados, entre funcionarios, expertos y traductores.

Las restricciones impuestas por la Canciller ocasionaron fricciones con el titular de Semarnat, Rafael Elvira Quezada, incluso antes. En las reuniones preparatorias y en las videoconferencias que sostuvo Calderón Hinojosa con sus homólogos y el Secretario General de la ONU, siempre estuvo rodeado de funcionarios de la SRE.

Los roces alcanzaron su cenit unas horas antes del arribo del Presidente a Copenhague, cuando Espinosa quiso cancelar la presentación del informe sobre el cumplimiento de metas de los compromisos de corto plazo, una actividad que el Instituto Nacional de Ecología había programado en la agenda paralela a la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno.

A partir del arribo del Ejecutivo federal, el control de la logística y de la agenda recayó directamente en la responsabilidad de la Secretaria de Relaciones Exteriores, quien personalmente estuvo al pendiente de cualquier cosa que necesitara su jefe. ¿Y el resto de la delegación? Bien, gracias.

Nadie asistió a los legisladores que hicieron fila afuera del Centro de Convenciones para conseguir su acreditación. Tampoco alguien ofreció acercarlos al Ejecutivo federal. Más allá de cualquier error de logística, la descoordinación de los funcionarios es un signo preocupante, sobre todo en vísperas de que arranquen los trabajos organizativos de la decimosexta conferencia de las partes, que tendrá lugar a finales del 2010 en la ciudad de México.

EFECTOS SECUNDARIOS

CARA OCULTA. Mientras en el DF todavía resuena con fuerza el debate sobre la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo, en otras latitudes ya se ven las consecuencias de las reformas constitucionales criminalizantes del aborto. En Chiapas, donde apenas hace una semana el Congreso local aprobó por unanimidad incorporar al texto constitucional el derecho a la vida desde la fecundación hasta la muerte natural , también se avaló una modificación al Código Penal, con el fin de sustituir la pena de cárcel por atención médica integral en libertad para las mujeres que hayan incurrido en el delito de aborto. Apenas antier, dos jóvenes chiapanecas, Benedicta Rivera Mejía y Maribel Ramírez Velásquez, obtuvieron su inmediata libertad al acceder al beneficio de la conmutación de la pena, por el tratamiento. Y fue el propio gobernador, Juan Sabines, quien les entregó las boletas de preliberación.

BODA BICENTENARIA. No será en el primer bimestre del año, sino en una

fecha todavía por confirmar, entre marzo y julio del 2010, cuando el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y la actriz Angélica Rivera vayan al altar. Y para que no haya lío, la fuente de esta información es el mismo funcionario, quien dijo también que la ceremonia será en territorio mexiquense. El siguiente tema de su agenda –la candidatura presidencial del PRI– se resolverá en el 2011.

CALENTURAS TWITTERAS. Sedicioso, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña públicamente se manifestó en favor de que inicie una revuelta social que termine con la remoción de Felipe Calderón del Ejecutivo

federal. El país está en la ruina y va para peor, tenemos que ponerlo de pie, pues está de cabeza , escribió en su Twitter, ello pasa obligadamente por lograr la renuncia de Calderón. Así que manos a la obra, el 2010 será año decisivo .

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