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Impacto económico del paro del 9M será de 47,000 millones de pesos, estima la economista Artemisa Montes
Cada vez que las mujeres salen al espacio público, pagan un costo sólo por el hecho de ser mujeres, y este se materializa en acoso, que lleva implícito el mensaje de que su lugar está en el espacio privado, refiere la académica de la Universidad La Salle.
El impacto económico que tendrá el paro de mujeres de este lunes 9 de marzo se calcula en al menos 37,600 millones de pesos, señaló Artemisa Montes Sylvan, fundadora y Directora Ejecutiva del Observatorio Mexicano de la Crisis.
La también académica de la Universidad La Salle citó un trabajo realizado por Ana Karen García, de El Economista en el que se calcula que el impacto económico del paro del M9 será de unos 26,000 millones de pesos. A esa cantidad habría que sumarle el pago no remunerado que son unos 11,600 millones de pesos.
De acuerdo con la especialista, si eso se compara con el costo social que tiene la violencia de las mujeres "nos sale barato".
Para sostener esa aseveración refirió que un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2018 señala que en 2015 hubo 11 millones 645,000 mujeres que sufrieron violencia y su costo social fue de 245,118 millones de pesos, que equivalen a 1.5% del Producto Interno Bruto, o bien a 5.2% del Presupuesto de Egresos de la Federación. Para ponerlo en perspectiva, en México, el presupuesto que se destina a los programas con perspectiva de género no rebasan el 1.5% del total nacional. "Si comparamos el costo del paro, con el costo social de la violencia, nos sale barato".
Montes Sylvan planteó que en un país donde 80% de la economía es informal, las mujeres todavía están más vulneradas. Tal es el caso del trabajo no remunerado, en donde las mueres realizan alrededor del 30 por ciento.
Por otra parte, llamó la atención que de las mujeres mexicanas que estudian una carrera universitaria —una buena parte de ellas concluye carreras de Derecho y Administración—, actualmente sólo 7% de los consejos de administración son ocupados por ellas, así como y únicamente 4% de las gerencias.
La reconocida economista expuso que, durante los últimos 14 años, en México se incrementó la brecha de género. Así lo demuestra el índice Global en la materia del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés), según el cual México pasó del lugar 98, que ocupaba en 2006, al 124 en 2020.
El informe realizado por el Foro Económico Mundial mide el alcance de las brechas basadas en el género, en 153 países, en función de cuatro dimensiones claves: participación y oportunidad económica, logro educativo, salud y supervivencia, así como empoderamiento político.
Las mujeres tuvieron que tomar por asalto el espacio público, pero pagan por estar
La exclusión de las mujeres del espacio público, consideró Artemisa Montes, tiene sus orígenes hace miles de años cuando estaban a cargo de la reproducción de la fuerza de trabajo, por lo cual estaban situadas en el espacio privado, mientras, los hombres ocupaban el espacio público, que era donde se tomaban las decisiones que afectan a la comunidad.
En su opinión, la tradición cultural se arraigó de tal manera que prácticamente el espacio público tuvo que ser tomado por asalto por las mujeres y tuvieron que pasar dos guerras mundiales para que las mujeres se pudieran integrar a la fuerza de trabajo y aun así hubo reticencias.
La economista mencionó que cada vez que las mujeres salen al espacio público, pagan un costo sólo por el hecho de ser mujeres, y este se materializa en acoso que lleva implícito el mensaje de que su lugar está en el espacio privado. Lo grave, añadió, es que ese costo también se paga en reconocimiento y remuneración, lo cual debe irse haciendo visible para poder revertirlo.
Montes Sylvan, indicó que para cambiar esa situación son necesarias intervenciones a través de políticas públicas y para eso lo importante es vigilar que se destinen los presupuestos necesarios para que cumplan con sus objetivos y garantizar que no haya presupuestos regresivos, es decir aquellos que generen situaciones que vayan en contra de las mujeres. Además, se deben mantener diálogos sociales donde se explique por qué pasan ese tipo de fenómenos y pensar las mejores formas para revertirlos.
