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Política

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Ingrid Escamilla: los medios de comunicación y la narrativa del horror

Un informe realizado por Signa_Lab mostró cómo los artículos en medios de comunicación, cuentas falsas de redes sociales y plataformas dedicadas a producción de materiales “gore” se encargaron de reproducir las imágenes donde aparecía el cuerpo de Ingrid Escamilla. 

Retrato de Ingrid Escamilla hecho por la artista e ilustradora Sofía Weidner. Foto: Twitter @sofiaweidner

Retrato de Ingrid Escamilla hecho por la artista e ilustradora Sofía Weidner. Foto: Twitter @sofiaweidner

Ingrid Escamilla provocó dos momentos concretos en los medios de comunicación: primero, tras conocerse la información de su asesinato, en las redes sociales se produjo una ola de interés centrado en el morbo, la revictimización y la brutalidad del crimen. Luego, miles de usuarias en redes sociales revirtieron la atención y se organizaron colectivamente para desaparecer o esconder el horror y generar tendencias positivas alrededor del caso de Ingrid Escamilla.

Un informe realizado por Signa_Lab, el laboratorio de datos y análisis digital de la ITESO Universidad de Guadalajara, mostró cómo los artículos en medios de comunicación, cuentas falsas y plataformas dedicadas a producción de materiales “gore” se encargaron de reproducir las imágenes donde aparecía el cuerpo de Ingrid Escamilla, convirtiendo el horror en el centro de atención del mundo digital y dejando de lado la emergencia y la necesidad de visibilizar y destruir las estructuras sistemáticas que solapan y normalizan la violencia feminicida.

Ingrid Escamilla, una ciudadana de la Ciudad de México, fue brutalmente asesinada por su pareja hombre dentro de su domicilio en la alcaldía Gustavo A. Madero. Las imágenes del crimen fueron filtradas a la prensa amarillista, que las publicó en portada. En medio de un clima de violencia de género, que registra 10 asesinatos de mujeres diarias en México, miles de mujeres salieron a las calles a protestar y exigir seguridad.

Con el uso de herramientas que analizan búsquedas y tendencias, el equipo de Signa_Lab encontró que, en un primer momento, la palabra feminicidio protagonizaba las plataformas y los materiales relacionados con ella. Sin embargo, en menos de un día las plataformas y redes sociales ya marcaban un foco de atención más importante: la incesable necesidad de los usuarias por ver y compartir las fotos del cuerpo de Ingrid Escamilla después de su muerte.

Esta situación implicó un panorama totalmente desviado y horrorizante solapado y promovido por los medios de comunicación y las plataformas de reproducción. La cobertura era mayoritariamente enfocada hacia mostrar el espectáculo, revictimizar a Ingrid y propagación de información sobre el caso centrado en el crimen y no en las estructuras, concluye el informe.

El laboratorio enfatiza el papel que juegan los medios de comunicación digitales e impresos en la normalización de la violencia. Las tendencias se inclinaban a todos los contenidos relacionados, especialmente, con las fotografías.

Signa_Lab ha realizado otros estudios sobre tendencias y algoritmos en el mundo digital, genera datos y análisis de redes y medios de comunicación virtuales. Uno de los más significativos son el de análisis a la #RedAMLOVE que muestra cómo polariza y autocensura a usuarios y usuarias en Twitter.

Organización digital colectiva

Signa_Lab analizó hasta los últimos momentos de las tendencias y los materiales alrededor del caso Ingrid. Después de la narrativa del horror, la burla, la cosificación y el morbo sobre el feminicidio de Ingrid Escamilla Vargas, una segunda ola de datos e información mostró cómo el potencial de usuarias en redes sociales lograron despejar de la ecuación al factor del horror.

Miles de imágenes de paisajes, animales, plantas, colores, retratos y obras de arte fueron difundidas masivamente con la intención de borrar los contenidos previos, negativos y violentos. En algunas horas las tendencias relacionadas con el caso de Ingrid mostraban materiales constructivos, y por su magnitud y fuerza, se colocaron como lo más relevante ante los robots de las redes sociales y los buscadores.

Sofía Weidner (@sofiaweidner en Twitter) ilustradora y activista feminista fue una de las usuarias que comenzó el movimiento de dignificación y respeto a Ingrid Escamilla compartiendo un retrato hecho por ella misma en sus redes sociales. Sus ilustraciones puedes verse aquí: https://www.sofiaweidner.com/

ana.garcia@eleconomista.mx

rrg

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

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