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Inseguridad, factor para que médicos no vayan a comunidades
En México los médicos no faltan, lo que hace falta son plazas dignas, seguras, bien remuneradas y con los insumos suficientes para poder atender a la población con calidad, ya sean en comunidades rurales o en las propias ciudades, afirma médicos especialistas.
En México los médicos no faltan, lo que hace falta son plazas dignas, seguras, bien remuneradas y con los insumos suficientes para poder atender a la población con calidad, ya sean en comunidades rurales o en las propias ciudades, afirma médicos especialistas.
Luego de los recientes reproches del presidente Andrés Manuel López Obrador a los médicos mexicanos por supuestamente no querer atender las convocatorias para ocupar plazas en clínicas y hospitales de zonas rurales, por culpa de lo que, consideró, una formación neoliberal y falta de principios.
Andrés Castañeda, médico y coordinador de las causas de Salud y Bienestar de Nosotrxs, organización que forma parte del Colectivo de Médicos en Formación detalla que, según datos de las organizaciones, en México hay cerca de 5,700 centros de salud que no cuentan con algún médico para brindar atención, de los cuales al menos 3,500 pertenecen a la Secretaría de Salud y mayoritariamente se ubican en comunidades marginadas o alejadas.
Ante dicho panorama reconoce que existe una gran necesidad de profesionales de la salud en las comunidades más alejadas, pues se sabe que, desde hace años, dichos centros de salud se han mantenido gracias a los médicos en formación, es decir, los pasantes de servicio social de medicina “que muchas veces no tienen opción”.
Sin embargo, es ahí cuando las y los médicos conocen de primera mano los grandes padecimientos que sufren los sistemas de Salud del país, y son ellos, quienes les hacen frente.
Se las manda con unas becas muy chiquititas, y aunque es una parte importante de su formación, el problema es que no hay un tutor que los apoye, y además son doctores que no tienen cédula y legalmente se necesita una para recetar”, detalla.
Inseguridad
Andrés Castañeda sostiene que muy probablemente muchos de sus colegas estarían dispuestos a tomar plaza en otros lados, sin embargo, al conocer las condiciones a las que se enfrentan en las comunidades lejanas, principalmente de inseguridad, es la razón para no ir.
“La problemática es que estas plazas sean seguras, que tengan los insumos y la infraestructura y equipo necesario para poder atender, y cosas tan básicas como agua potable”, ya que, dijo, no es nada más que los especialistas no quieran ir, se tiene que ir a un espacio donde se les permita ejercer su profesión con la mayor calidad y si se logra eso, ellos van a alegar solos.
Por su parte, Victoria Isabel Castañeda, médica pediatra, y quien labora en el hospital del IMSS de ginecología 3A, coincide en que es la falta de condiciones lo que aleja a los expertos de las zonas rurales.
“Especialistas y médicos hay muchos, ese no es el problema, sin duda lo que pasa es que las carencias están y es así donde se dificulta garantizarle a un médico su seguridad. Si te vas a Tamaulipas, Michoacán y lugares difíciles con respecto a la violencia, no te vas a ir a exponer por dinero, necesitas que garanticen la seguridad”.
La joven doctora añade que cada año egresan muchos de sus colegas, quienes tiene la vocación y son excelentes en lo que hacen, sin embargo la inseguridad y la falta de condiciones materiales para ejercer su especialidad, los limitan a moverse a esos lugares lejanos.
Pues es común encontrar que muchos centros de salud en comunidades lejanas no tienen ni siquiera bardas para proteger el lugar, mucho menos vigilancia y “nosotros entre los médicos lo sabemos más que la población en general”
Aunado a las carencias que, incluso, se tiene aun en los más grandes hospitales, “simplemente hablando de medicamos que no tenemos básicos; a veces no tenemos de uso rutinario como, por ejemplo, una ampicilina, paracetamol”.
“Tenemos muchos médicos especialistas, muchos médicos generales, compañeros que son excelentes con lo que realizan y que tiene vocación, sin embargo, estas plazas no garantizan la seguridad y si no lo hacen no hay porque arriesgar la vida.
“Vocación la tengo y mucha, pero no tengo porque perder mi vida por un trabajo que puedes hacer en un lugar más seguro, cerca de tu familiar o que tenga los recursos e insumos para trabajar”.