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Política

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Jefe de rescatistas encomia labor de voluntarios en el Rébsamen

Roberto Hernández, jefe de grupo Topos, explicó que el cortador de disco que se solicita de manera urgente en el colegio Enrique Rébsamen es una herramienta muy efectiva que gracias a sus dimensiones permite maniobrar de manera precisa para cortar concreto y varilla.

El grupo topos está realizando el rescate de los niños del colegio Enrique Rébsamen desde varios frentes para tratar de llegar hasta donde se encuentran atrapados, informó Roberto Hernández, jefe de grupo Topos.

En entrevista con Despierta, describió la participación de la población como voluntarios para sacar los escombros para hacer espacios y poder introducirse para llegar hasta donde están las personas afectadas.

La línea de vida es una cuerda que se ata el topo a la cintura para entrar por alguna oquedad, ya sea pecho tierra o como las condiciones lo permitan, y en caso de que el edificio sufra un reacomodo o colapse por alguna réplica quede atrapado algún rescatista, éste le da dos jalones y afuera ya saben que permanece con vida, explicó.

Además esta línea de vida permite saber a los rescatistas en el exterior el lugar exacto donde quedó atrapado para enfocarse directamente en su rescate.

Explicó que trabajan con una herramienta que se llama pata de cabra con la cual pueden rascar, golpear y quitar escombros lo que agiliza el acceder al lugar donde se encuentra la persona atrapada.

Mientras una persona permanezca con la cabeza libre y sin daños, el rescate es posible, pues incluso puede tener algún miembro muy dañado o atrapado, y se opta por colocar un torniquete y amputarlo, se le checan los signos vitales y se procede a su recuperación, ya que lo prioritario es rescatarlo, sacarlo y ponerlo en manos de los médicos que están afuera para que lo estabilicen y le salven la vida como se hizo en 1985.

Destacó que no hay un parámetro para medir la resistencia a un derrumbe, entre un niño o un adulto y puso como ejemplo los seis bebés que fueron recuperados del Centro Médico en 1985, luego de 6 días y sin comer bajo los escombros.

Los topos siempre saben a lo que van, de los riesgos que enfrentan, puesto que si se presenta una réplica de una magnitud superior a 6 en la escala Richter es muy probable sufra reacomodos y las placas colapsen dejándolos atrapados.

Comentó que una de las técnicas que se aplican con buenos resultados, como la que se trabaja en el colegio Enrique Rébsamen es atacar el inmueble afectado por varios frentes, para acceder desde diferentes puntos a las personas atrapadas.

Explicó que el cortador de disco que se solicita de manera urgente en ese lugar es una herramienta muy efectiva que gracias a sus dimensiones permite maniobrar de manera precisa para cortar concreto y varilla.

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