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Política

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La descalificación como arma electoral

Especialistas consultados por El Economista consideran que deben cambiar los formatos de debate, para que los candidatos divulguen propuestas y no se enfoquen en la denostación.

El combate a la corrupción y el desfalco a las arcas públicas serán temas trascendentales en los cuatro procesos electorales que se desarrollan este año, se instalarán como un rubro prioritario para el proceso presidencial del 2018, coincidieron analistas.

En lo que va del año, las capturas e imputaciones por corrupción e incluso tráfico de drogas a exgobernadores y funcionarios públicos en general y de diferentes organizaciones políticas han sido recurrentes.

Para el especialista electoral por la UNAM, Héctor Marcos Díaz Santana, la corrupción permanecerá en la agenda no sólo por los hechos recientes de exgobernadores sino por la instauración del Sistema Nacional Anticorrupción, que se posicionará en la agenda.

El analista agregó que una de las cosas que se debe cambiar para que en un futuro los debates políticos no se desarrollen sólo entre acusaciones son los formatos, ya que en este momento no se incentiva a que los políticos divulguen sus propuestas sino a que se acusen unos a otros.

Lo que la ciudadanía quiere ver no es a políticos, quiere ver a estadistas, personas que sepan, que son hombres de Estado, que sepan qué es administración y gestión pública y que en un momento dado tengan las cualidades suficientes para llevar las riendas de la entidad , dijo.

José Antonio Hernández Company, especialista en regímenes políticos y elecciones, de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, explicó que la corrupción es el tema caliente de la agenda pública, por lo que se discutirá aunque no exista mucha calidad moral para que los actores políticos puedan debatir sobre ello.

En las campañas, para ganar se necesita promover el tema caliente del día, y la corrupción va a ser el tema fundamental para lo que queda del año y para las campañas del próximo año , precisó.

El especialista añadió que para el Revolucionario Institucional la corrupción será un tema especialmente difícil de tratar en el proceso electoral del 2018, debido a las acciones de sus exgobernadores y los señalamientos que previsiblemente realizarán los demás partidos, los cuales, lamentó Company, serán el punto central.

Por su parte, Ivonne Acuña, analista política de la Universidad Iberoamericana, precisó que los hechos de concusión se transformarán en un arma que podrá ser ocupada entre las mismas figuras políticas, como ya se empieza a hacer.

Ejemplificó el reciente caso de Eva Cadena, la diputada local en Veracruz por Morena, a la cual se le grabó recibiendo dinero que presuntamente sería entregado al líder nacional, Andrés Manuel López Obrador -puntero en las encuestas presidenciales-, en una visita que realizaría a la entidad.

El tema de la corrupción es el tema (que ha abanderado) Obrador, es el que ha utilizado en su propaganda, por lo pronto en estas elecciones, y, seguramente, lo hará para el 2018, entonces hay que pegarle en su base de flotación, es el tema, definitivamente es el tema , aseveró.

En tanto, el exconsejero del Instituto Federal Electoral, Rodrigo Morales, opinó que es necesario encontrar una solución pronta para la descalificación y amenazas a las que recurren los candidatos, ya que, dijo, la situación no enriquece a los procesos.

Llegar al 2018 con una oferta de campaña que sea (una dinámica) de ser un mejor candidato, más creíble, en tanto prometo cárcel a mis contendientes o a mis antecesores, no es un aliciente para propiciar la participación ciudadana , dijo.

Morales enfatizó que en las últimas campañas políticas del país las descalificaciones son tendencia. Parece que es más importante bajar puntos por descalificación a alguien que subirlos por propuestas propias .

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