La izquierda independiente mexicana prácticamente desapareció: Joel Ortega

En México la historia de la izquierda es la de dos corrientes: la de la Revolución Mexicana, que es la que enarbolaron los gobiernos priistas y la Independiente, que buscó deslindarse de la primera, plantean Joel Ortega Juárez y Jorge G. Castañeda en su libro “Las dos izquierdas. Lo que nunca se contó sobre la izquierda mexicana”, editado por Debate.

En entrevista, Joel Ortega, expone que mientras la Izquierda de la Revolución enarboló el discurso del nacionalismo revolucionario, la 

Independiente tuvo uno en torno al estatismo nacionalista.

Señala que, si bien en los últimos 100 años la izquierda independiente tuvo momentos estelares, hoy prácticamente desapareció, “se la acabó la Izquierda de la Revolución” y, en todo caso, sobrevive más bien en movimientos dispersos, enarbolando causas específicas.

Dice que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no es de izquierda, sino uno de corte neoliberal.

Grosso modo, ¿cuáles son las dos izquierdas que ustedes identifican en México, desde la Revolución mexicana?

Partimos el análisis desde finales del siglo XIX, con un grupo que había en Chalco. Que promovió Plotino Rhodakanaty y Julio López, que fue un líder campesino de Chalco, que, según algunos, llegó a tener varios miles de campesinos armados y fue fusilado por el presidente Benito Juárez. 

Julio López se considera como el primer comunista que hubo en México.

Luego de eso, pues, están los hermanos Flores Magón. Estoy hablándote de la izquierda independiente.

Los movimientos, las huelgas de Río Blanco y Cananea, el zapatismo y el villismo. La formalización de toda esa izquierda independiente es la fundación del Partido Comunista, en 1919.

Y la izquierda de la Revolución Mexicana, pues nace con el triunfo del ala derecha de la Revolución Mexicana, que se llama históricamente el Grupo Sonora de Obregón y Calles.

Continúa y su momento estelar es Cárdenas, el general.

Pero el sexenio de Cárdenas es uno de los momentos en los que las dos izquierdas, la de la Revolución Mexicana y la Independiente, convergen a tal punto que el Partido Comunista llegó a plantear disolverse para ingresar al PRM, pero no los aceptaron.

—A lo largo del siglo pasado más o menos se identificó cuál era la narrativa de la izquierda de la Revolución. ¿En el caso de la izquierda independiente, cuál es la narrativa? 

El estatismo nacionalista. 

La figura más importante, pues, es Lombardo.

Después ya, un poquito le bajaron las rayitas y ya era socialista.

El Partido Comunista nace bajo la inspiración de la Revolución Rusa. Sus fundadores se llamaban internacionalistas, que vinieron enviados por la Tercera Internacional, el más conocido es Mijail Borodin, también estuvo el hindú, Manabendra Nat Roy. Era un nacionalista bengalí.

Estaba un japonés también, Sen Catayama. 

El primer dirigente del partido, comunista, era un señor, José Allen.

En el lenguaje de la derecha, eran aventureros extranjeros con ideología extranjera.  Por eso el PRI siempre nos acusó de ser, así nos decía, de ideas exóticas.

Para el PRI y la Revolución Mexicana había solo un programa, el de ellos y el triunfo de la derecha es moralmente imposible, lo cual es una gran falacia, porque  la derecha, con Iturbide, consolidó la independencia de México. La derecha, con Porfirio Díaz, gobernó 35 años. La derecha, con el PRI, gobernó más de 70 años y este gobierno (el del presidente Andrés Manuel López Obrador) también es un gobierno de derecha.

En México no ha habido un gobierno más entregado a los gringos que el de López Obrador

—Con la formación del Frente Democrático Nacional y posteriormente, con el PRD, parece que se abrió como una oportunidad para que esos movimientos de izquierdas se cohesionan. ¿Qué pasó?

Lo decimos en el libro. Ahí fue cuando la izquierda de la Revolución Mexicana se tragó a la izquierda independiente. 

Todos los grupúsculos que existían: guerrilleros, maoístas que estaban en el PMS, exceptuando a los trotskistas de la señora Rosario Piedra, apoyamos a Cuauhtémoc Cárdenas. 

Hay tres momentos importantes para la izquierda: el cardenismo, la campaña de Cuauhtémoc y el triunfo de López Obrador en 2018. Se tragaron a la izquierda independiente.

—¿Cómo le fue a la izquierda independiente en el periodo de la alternancia del partido en el gobierno federal y en la alternancia en los gobiernos estatales?

Mal y también lo decimos ahí. En el año 2000, cuando está el proceso electoral, durante varios meses hubo reuniones entre el PAN y el PRD y otros partidos. Elaboraron la plataforma en una casa de Diego Fernández de Cevallos.

Elaboraron el programa, pero a la hora de la hora no se pusieron de acuerdo en el Candidato. Fox quería que se resolviera por medio de una encuesta abierta y Cárdenas quería que solo votaran los militantes.

Entonces no hubo acuerdo y ahí decimos en el libro: la izquierda se quedó a la orilla del río, porque, una parte, entre ellos Jorge G Castañeda y yo, decidimos apoyar a Fox.

La tesis es muy simple: Hay que sacar al PRI de los pinos. Con la misma idea que apoyamos a Cárdenas, en 1988.

El objetivo era ganarle al PRI y acabar con la dictadura. Aquí no hubo elecciones, hasta 1997. 

—¿Cuál es el estado de salud de la izquierda independiente hoy?

Desapareció, Se la acabó la izquierda de la Revolución Mexicana, el gobierno de López Obrador. 

Hay una izquierda dispersa en el movimiento ambientalista, en el feminista, en el zapatismo, en algunos sectores de trabajadores, etcétera. Pero están dispersos. No tienen una plataforma, digamos, una dirección, una cabeza.

Hay quienes se esfuerzan por demostrar que el gobierno del presidente López Obrador es de izquierda y quienes afirman que más bien se trata de un neoliberal de closet. ¿Qué opina de esa discusión? 

Pues es un neoliberal ni tan de closet. Públicamente ha reiterado que de ninguna manera va a ser una reforma fiscal.

Dijo con todas sus letras durante mi gobierno Slim, triplicó su capital.

El gran capital está con él. Slim, Bailleres, Azcárraga, Salinas Pliego.

Éste es un gobierno neoliberal.

—¿Cómo explica los niveles de popularidad de AMLO?

Lo decimos en el libro, es lo que llaman la gran hegemonía en la cultura. Yo le llamo de manera más popular, adormecieron al pueblo con puros mitos.