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Política

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Las mujeres son muy vulnerables ante la emergencia del Covid-19

La crisis sanitaria y económica que se desprende de la pandemia del Covid-19 puede potencializar la desproporcionalidad con la que se reparten las tareas domésticas, aumentar la violencia en el hogar y la vulnerabilidad económica y laboral de las mujeres.

Foto: EE: Archivo

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Las mujeres, como uno de los grupos más vulnerables en las esferas social, económica y cultural están expuestas a sentir de manera más pronunciada los efectos de la crisis generada por la pandemia del coronavirus Covid-19, de acuerdo con una advertencia emitida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Las mujeres están expuestas a altos niveles de desprotección en términos de salud, a condiciones de informalidad laboral y a la desproporcionalidad con la que realizan las tareas domésticas y de cuidados (en casa y fuera de casa). También padecen la composición misma de los sectores que reciben el primer golpe relacionado con la pandemia: la salud y la educación.

De acuerdo con un informe difundido por ONU Mujeres, el organismo de las Naciones Unidas encargado de fomentar la igualdad de género, los países tienen la responsabilidad de incorporar la perspectiva de género en sus acciones de respuesta a la crisis para proteger los derechos de las mujeres y las niñas y para tener resultados efectivos tanto en la salud pública como en la recuperación económica y social.

Los efectos de una crisis sanitaria, que desemboca una económica también, son distintos para hombres y mujeres, aquí te explicamos algunos puntos importantes:

1. Tareas domésticas y de cuidado a terceros

Las mujeres en México realizan el 76% del trabajo doméstico no remunerado en el hogar, desde las actividades de limpieza de casa hasta los cuidados a hijos y abuelos. Y de la población que se emplea realizando actividades domésticas en otros hogares, las mujeres representan el 92 por ciento (ENOE y Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado, Inegi).

Esta situación evidencia una de las desigualdades más profundas en la esfera laboral: en las mujeres se recargan las tareas de casa, tanto en los hogares de otros como en los propios.

La ONU Mujeres subraya la necesidad de atender estas desigualdades, que se profundizan con la emergencia sanitaria. El aislamiento, obligado o voluntario, no sólo implica que las tareas dentro de casa aumenten para las madres, por el descanso escolar de los hijos. También provoca que muchas mujeres cuyo ingreso depende de su trabajo en otros hogares se anule, por decisión de los jefes de esos hogares o por su imposibilidad de asistir debido a que tiene que hacerse cargo de su propio hogar.

2. Trabajo informal y vulnerabilidad laboral

Las mujeres representan un alto porcentaje en el total de trabajadores informales, excluyendo el trabajo agropecuario. Mientras 56% de las mujeres se ocupan de manera informal sólo el 49% de los hombres se encuentra en esta situación. Esto se explica porque las mujeres trabajan mayoritariamente en tres esferas donde predomina la desprotección laboral: el trabajo doméstico, el trabajo subordinado no remunerado y el trabajo independiente (casi siempre el comercio minorista). Incluso en una misma esfera, por ejemplo, la del trabajo doméstico la tasa de informalidad es distinta entre mujeres y hombres: el 98% de las mujeres que realizan limpieza de una vivienda o cuidan a los hijos de alguien más son informales; para los hombres la cifra baja a 86 por ciento (ENOE, Inegi).

El departamento de las Naciones Unidas dedicado a la igualdad de género recomendó a las autoridades adoptar programas de compensación para trabajadoras informales, especialmente las trabajadoras domésticas, para que puedan seguir generando ingresos; así como impulsar y exigir la redistribución de tareas domésticas al interior de los hogares.

También es importante asegurar la atención médica oportuna y de calidad a las mujeres que se encuentran en la informalidad, que en la mayoría de los casos su condición las excluye de acceso a los servicios médicos. En México cerca de 13 millones de trabajadoras (62% del total) no tiene prestaciones, incluyendo las instituciones de salud.

3. Violencia doméstica y explotación sexual

En México 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia ejercida por sus parejas, de tipo económica, emocional, física o sexual. El hogar es el lugar donde más se cometen feminicidios y la mayoría de las veces son perpetrados por algún familiar o conocido de la víctima. Adicional a las cifras sobre violencia doméstica, las mujeres también son desproporcionalmente mayoría en el total de víctimas de trata y explotación sexual; en México el género femenino representa cerca del 85 por ciento (Endireh y defunciones por homicidio, Inegi y CNDH).

La ONU Mujeres afirmó la necesidad de integrar la perspectiva de género en las políticas de reacción a la pandemia. Por un lado, porque la crisis y el aislamiento pueden incrementar de manera importante las tensiones y la necesidad económica al interior de los hogares, situación que puede desencadenar violencia doméstica.

El impacto en los sectores económicos implica un desarrollo alterno de otras opciones para generar ingresos en el país, la mayoría fuera de la ley y entre ellos la trata y la explotación sexual.

4. Presencia de mujeres en el sector salud

Las mujeres representan un alto porcentaje en el personal médico: dentro del sector salud se presenta el primero de todos los golpes que recibe un país al llegar una pandemia. Si se desagrega por tipo de ocupación se puede observar que las mujeres son desproporcionadamente mayoría especialmente en los empleos de contacto directo con el paciente y los cuidados, el 85% del personal de enfermería son mujeres en el sistema de salud nacional. Por su parte, representan alrededor del 36% del personal médico (ENOE, Inegi y Secretaría de Salud).

Esto representa un problema importante, debido a que las mujeres se encuentran mayoritariamente expuestas en primera línea de exposición al virus. La ONU Mujeres enfatizó en que los gobiernos tienen la responsabilidad de aumentar las medidas de protección, no sólo en equipo sino también en información y acceso a seguridad médica especial en caso de contraer la enfermedad.

Desde la política pública se mitiga el efecto

La ONU Mujeres resaltó lo importante de actuar de manera oportuna con perspectiva de género en la prevención, atención y seguimiento en esta crisis sanitaria que enfrenta el mundo por la pandemia del Covid-19.

Resaltó que en las experiencias anteriores de emergencia en términos de salud se ha podido observar que, las autoridades se olvidan de las necesidades peculiares de mujeres y niñas y priorizan los recursos hacia la atención general de la salud pública y posteriormente a la recuperación económica.

Ante la crisis actual, la organización recomienda considerar la atención especial para la salud general, sexual, reproductiva y psicológica de las mujeres y niñas. Así como atender sus necesidades económicas, sociales y laborales para mitigar los efectos de la crisis, que son significativamente distintos para ellas en relación con sus pares hombres.

ana.garcia@eleconomista.mx

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

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