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Política

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Organizaciones de la sociedad civil, un entramado de más de 39,000 agrupaciones dedicadas a ayudar

México se ubica en niveles bajos de densidad asociativa; hay 33 organizaciones por cada 100,000 habitantes, en Estados Unidos 670, Chile, 670, Argentina 270 y Brasil 170.

El BAMX fue fundado en 1991 por Ricardo Bon Echaverría, un empresario del Mercado de Abastos de Guadalajara; Luis Adolfo Orozco Fernández y Everardo Cornejo Padilla.

El BAMX fue fundado en 1991 por Ricardo Bon Echaverría, un empresario del Mercado de Abastos de Guadalajara; Luis Adolfo Orozco Fernández y Everardo Cornejo Padilla.Foto: Cortesía BAMX

En 1991, Ricardo Bon Echavarría, un verdulero del Mercado de Abasto de Guadalajara, Jalisco, se propuso recoger las verduras que sus compañeros locatarios tiraban como desperdicio, pero que todavía estaban buenas y hacerlas llegar a hospicios y casas de adultos mayores para ayudar a gente en condición vulnerable.

Esos son los orígenes de lo que después se convirtió en la Asociación Nacional de Bancos de Alimentos de México, una red que agrupa a más de 50 organizaciones de la sociedad civil (OSC) que tienen como causa llevar alimento a quien lo necesita. Su labor hoy toca a 4,858 instituciones, 4,187 comunidades rurales y urbanas.

Ese es un ejemplo de cómo funcionan las OSC, un entramado que, de acuerdo con el Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil, en México está integrado por más de 39,000 asociaciones que cumplen con las siete características de autonomía, sin fines de lucro, institucionalizadas, privadas, voluntarias, de beneficio a terceros, no religiosas y no políticas.

Aunque, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), suman alrededor de 66,000, de ese número, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) solamente 9,601 son consideradas como donatarias, es decir, que están autorizadas para expedir recibos deducibles del Impuesto Sobre la Renta.

El Directorio de Instituciones Filantrópicas de Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) registra más de 45,000 asociaciones.

De acuerdo con el análisis “Las organizaciones de la sociedad civil en México” realizado por Carlos Chávez Becker y Pablo González Ulloa, publicado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, en México hay 33 OSC por cada 100,000 habitantes.

La Ciudad de México es la entidad federativa con el mayor índice: 66.2 OSC por cada 10,000 habitantes. Tamaulipas es el estado que menos tiene, con 11 por cada 100,000 habitantes.

Comparado con otras naciones, México se ubica en niveles bajos de densidad asociativa, pues mientras en nuestro país hay 33 OSC por cada 100,000 habitantes, en Estados Unidos tienen 670, Chile 670; Argentina 270; y Brasil 170.

Según la SHCP, en 2019 las OSC consideradas como donatarias recibieron donativos por 47,659 millones de pesos y tuvieron ingresos relacionados con su objeto social por más de 20,270 millones y 132,320 millones como ingresos no relacionados con su objeto social.

Entre 2016 y 2019 la SHCP revocó la calidad de donatarias a 234 y este año van alrededor de 63, principalmente porque sus estatutos no se adecuaban a las disposiciones legales vigentes para recibir donativos deducibles, por falta de instrumentos notariales y por no realizar acreditamientos idóneos.

Pese a ello, ha habido un incremento en el registro de donatarias que pasó de 5,754 en 2006; a 9,270 al cierre de 2018; a 9,889 a inicios de 2020 y actualmente son 9,601.

En cuanto a los donativos, han tenido un incremento importante. En 2012, recibieron más de 26,368 millones de pesos como donaciones. Para 2018, la cifra se incrementó a 45,282 millones y el año pasado pasó a 47,659 millones de pesos, cifra que podría verse disminuida si prosperan las disposiciones contempladas en la Miscelánea Fiscal para 2021, en la que se propone que en el caso de que las donatarias autorizadas, obtengan la mayor parte de sus ingresos de actividades no relacionadas con su objeto social, perderán la autorización para recibir donativos deducibles de impuestos.

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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