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Política

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Pasos lentos para pasar del desastre a la prevención

Constantemente expuesto a desastres naturales, la cultura de la prevención en el país sigue siendo el talón de Aquiles presupuestal.

Altamente expuesto el territorio del país a la fuerza de la naturaleza que se manifiesta en sismos, huracanes, tormentas tropicales, deslaves, hundimientos, sequías severas, incendios forestales y erupciones volcánicas, entre otros fenómenos naturales perturbadores, el gobierno mexicano creó en 1996 el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para llevar a cabo la rehabilitación de la infraestructura federal y de las entidades federativas, con recursos públicos.

En su origen, a través del referido mecanismo presupuestario, se destinaban recursos únicamente para labores de reconstrucción en el orden federal, estatal y municipal, su evolución incluye ahora un programa de prevención de los desastres naturales.

Esto, en la lógica de que se requiere transitar del enfoque del financiamiento de riego posdesastre a la gestión del riesgo financiero antes del desastre.

De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), hasta junio del presente año, México contaba con 19,411 millones de pesos disponibles para financiar catástrofes ocasionadas por los fenómenos naturales de gran magnitud, cifra que incluye 5,507 millones de pesos autorizados por la Cámara de Diputados al Fonden, para el ejercicio fiscal del 2013.

Como parte del ramo 23, referente a las provisiones salariales y económicas para el próximo año, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) prevé destinar 7,217 millones 187, 718 pesos al Fonden y 335 millones 190,960 pesos al Fondo de Prevención de Desastres Naturales (Fopreden).

En la Cámara Baja, el consenso apunta a que los montos previstos para ambos fondos crecerán de manera considerable a raíz de la emergencia nacional que se vive actualmente tras el paso de los huracanes Ingrid y Manuel, que prácticamente devastaron todo el país.

La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, expedida en el 2006, prevé en su artículo 37 que cada año se deben incluir en el gasto del gobierno federal las previsiones para el Fonden, Fopreden y el Fondo para Atender a la Población Rural Afectada por Contingencias Climatológicas.

Y que el propósito es constituir reservas monetarias, para realizar acciones preventivas o atender oportunamente los daños ocasionados por fenómenos naturales.

Las asignaciones en el Presupuesto de Egresos para estos fondos, sumadas a las disponibilidades existentes en las reservas correspondientes, en su conjunto no podrán ser inferiores a una cantidad equivalente a 0.4% del gasto programable’’, ordena la ley, así como que la aplicación de los recursos se sujetará a reglas de operación.

Si las asignaciones avaladas por los legisladores llegaran a resultar insuficientes a lo largo del año, a los referidos fondos se les podrá transferir recursos de otros programas y de los ingresos excedentes por venta de petróleo.

Los recursos financieros para reconstrucción y prevención se manejan a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).

Convencido de que los desastres naturales son una fuente significativa de riesgo fiscal y como parte de una estrategia integral de manejo de riesgos en las finanzas públicas, el gobierno federal contrató, en octubre del año pasado, una cobertura financiera por 315 millones de dólares a través de bonos de catástrofe, para complementar los recursos del Fonden.

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Cómo opera el Fonden

Con apenas 13 años de vida, el Fondo de Desastres Naturales tiene diferentes mecanismos para su operación que, al menos en papel, garantizarán que estos recursos sean entregados de manera expedita y con reglas claras para su asignación.

Concepto Descripción
Fonden: Es un instrumento de coordinación intergubernamental e interinstitucional que ejecuta acciones, autoriza y aplica recursos, para mitigar los efectos de fenómenos naturales, en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil.
Establece mecanismos para apoyar a los estados, cuando los daños ocasionados por los fenómenos naturales superan su capacidad financiera y operativa de respuesta, así como a las dependencias federales.
Evolución del Fonden: Se crea en 1996.
En 1999 emiten sus primeras reglas de operación y constituyen el fideicomiso Fonden.
En el 2003 nace el Fopreden.
En el 2006, se aprueba la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, con reglas para asignar los recursos.
El 6 de junio del 2012, se expide la nueva Ley General de Protección Civil. Un mes después, se emiten los Lineamientos del fondo para la atención de emergencias Fonden.
Ramo 23 del PEF: El Presupuesto de cada año considera al Fonden y Fopreden.
Ambos comprenden las asignaciones que serán destinadas a:
a) acciones y mecanismos para reducir riesgos.
b) evitar o disminuir los efectos del impacto destructivo de los fenómenos naturales.
c) la atención de la población afectada por fenómenos naturales y para reparar o reconstruir la infraestructura.
El Fonden tiene dos instrumentos financieros: Fondo Revolvente, a cargo de la Segob. Proporciona suministros de auxilio y asistencia ante situaciones de emergencia y de desastre.
Fideicomiso Fonden. Se integra con los recursos remanentes del programa Fonden, al cierre de cada ejercicio fiscal; con las economías registradas por las dependencias federales a las que se autorizaron recursos para este tipo de acciones.
Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fopreden): Proporciona recursos a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal y de los estados, para realizar acciones tendientes a reducir riesgos, así como evitar o disminuir los efectos del impacto destructivo, originados por fenómenos naturales sobre la vida y bienes de la población, los servicios públicos y el medio ambiente.
Reglas de Operación del Fonden: Para acceder a los recursos del Fonden se requiere que la Segob emita las declaratorias de desastres naturales correspondientes.
Las entidades federativas en las que suceda un desastre natural deben solicitar, por escrito y dentro de los tres días hábiles siguientes a que ocurra el fenómeno, que se corrobore el mismo y se emita la declaratoria.
La evaluación de los daños por cada sector afectado debe contar con soporte fotográfico, que incluya la georeferenciación satelital de cada una de las acciones de reconstrucción a realizar.
La Segob y la Secretaría de Hacienda suscriben un convenio de coordinación con cada entidad, para acordar los términos generales de ejecución de obras de reconstrucción de infraestructura estatal hasta por 50%, con cargo al Fonden y el resto a los propios estados.

La cobertura por tres años protege las finanzas públicas de la siguiente manera: por 140 millones de dólares en contra de sismos en el territorio nacional; 100 millones de dólares en contra de huracanes que impacten las zonas costeras del Océano Pacífico y 75 millones de dólares si los huracanes ocurren en zonas costeras nacionales del Atlántico y Golfo de México.

El bono catastrófico del 2012 fue el tercero contratado por el gobierno del Presidente Felipe Calderón; el primero, en el 2006, brindó una cobertura por 450 millones de dólares en contra de terremotos de grandes magnitudes; el segundo, en el 2009, por 290 millones de dólares, fue para sismos y huracanes.

rramos@eleconomista.com.mx

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