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Política

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Plascencia esquiva tema de Tlatlaya e Iguala

Resaltó el compromiso del Ejecutivo federal en estos 22 meses de su administración, en las que se han aceptado todas las recomendaciones emitidas por la CNDH.

Al arrancar el Congreso Internacional y la Asamblea General de la Federación Iberoamericana del Ombudsman, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, consideró que falta mucho por hacer en materia de derechos humanos en los países de la región, pero también hizo un reconocimiento de que en los últimos años se han registrado avances como son reformas legislativas, fortalecimiento de las instituciones públicas y el impulso de estrategias de prevención.

Frente a defensores de derechos humanos de diversos países, del presidente Enrique Peña Nieto y de funcionarios federales, el ombudsman nacional se pronunció por no bajar la guardia y seguir resolviendo una agenda pendiente con grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

En ello incluyó a niñas, niños, mujeres, jóvenes, adultos mayores, personas con capacidades diferentes, población indígena y migrantes.

Asimismo, destacó la necesidad de comprometer a los estados con el cumplimiento de todos los derechos humanos, y así proteger no sólo los bienes jurídicos de las personas, sino también los bienes colectivos.

En su turno, el jefe de la Unidad del Instituto Nacional de Derechos Humanos y Mecanismos Regionales de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Vladlen Stefanov, dijo que si bien los mandatos son distintos entre las instituciones nacionales, dependiendo el sistema legal de cada país, para todos el trabajo fundamental es prevenir las graves violaciones de los derechos humanos, como la tortura, la detención arbitraria, la discriminación de género y la migración.

Recordó que los esfuerzos del organismo están dirigidos a cuatro objetivos principales: interacción con los países; monitoreo y asesoría; asistencia; y reforzamiento de la cooperación.

En tanto, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que su gobierno está convencido de que promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, además de ser una obligación constitucional, es un deber irrenunciable.

Estar a la altura del mandato de nuestra Constitución en materia de derechos humanos, requiere de la suma de esfuerzos de todos los poderes y de todos los gobiernos , dijo el mandatario, quien reiteró que en su administración se han aceptado todas las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

mauricio.rubi@eleconomista.mx

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