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Poder Judicial acepta que el dinero de sus fideicomisos vaya a damnificados por Otis
Norma Piña Hernández, presidenta del Poder Judicial de la Federación, coincidió con la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de destinar más de 15,300 millones de pesos de los fideicomisos de ese órgano a los mexicanos afectados por Otis.
Norma Piña Hernández, presidenta del Poder Judicial de la Federación, coincidió con la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de destinar más de 15,300 millones de pesos de los fideicomisos de ese órgano, ya eliminados por el Congreso de la Unión, a los mexicanos damnificados por el huracán Otis.
En su escrito con expediente SCJN/PRESIDENCIA/64/2023, la también presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) hizo saber que está de acuerdo con la propuesta del presidente de México.
“En representación del Poder Judicial de la Federación, le manifiesto que tenemos conocimiento de la propuesta expresada, relativa a destinar el dinero que integra los fideicomisos públicos, a la ayuda y defensa de las personas damnificadas por el huracán Otis en Acapulco (…) La propuesta que se hace desde el Poder Ejecutivo al Poder Judicial representa una alternativa real (…) A partir de lo anterior, quedo a la espera de la definición del canal institucional para dialogar los términos”, indicó.
El presidente de México dio a conocer que, el 1 de noviembre se presentará un informe general detallado de las labores de recuperación y un plan de reconstrucción. Este plan, según lo dicho por el mandatario, contendrá medidas y recursos adicionales que serán destinados para apoyar a la población. Andrés Manuel López Obrador también propuso destinar los recursos de 13 fideicomisos del Poder Judicial a la reparación de daños. La extinción de esos fideicomisos provocó un jaleo político entre la Presidencia y la Suprema Corte.
Otis, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y tras su paso por costas del Pacífico mexicano la semana pasada, dejó un saldo preliminar de 46 muertos y una devastación en el puerto de Acapulco, que algunos analistas cifran en hasta 15,000 millones de dólares por daños a infraestructuras.