Lectura 4:00 min
Política monetaria del país bajo presión
Para la próxima reunión de la Junta de Gobierno, la acción del banco central dependerá de los datos y expectativas de inflación.
Debido a que los niveles de la inflación se mantienen por encima de la meta, continuarán las presiones sobre el banco central de México (Banxico) para que aumente las tasas en sus próximas reuniones, estiman especialistas.
De acuerdo con un análisis realizado por Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más, se prevé que la inflación cierre el año en 6.20% y que descienda del 4.00% hasta mediados de 2022, debido a que estiman persistirá, en cierta medida, la obstrucción en cadenas de distribución.
Además, el repunte en precios de energéticos y la expectativa de que se mantengan elevados durante el invierno, es un elemento de riesgo adicional.
“Ante ello y la posibilidad de más episodios de volatilidad cambiaria, por el inicio de normalización de la postura de la Fed, no descartamos otro aumento en la tasa objetivo del Banxico este año”, señala.
De acuerdo con Ve por Más estiman que para el cierre del 2021, Banxico ubique la tasa de interés en 5% y la tasa de 10 años se coloque en 7.10% del 7.36% actual.
“Pese a la transitoriedad del alza en precios, esta ha sido mayor y más duradera a lo previsto. Con ello, el Banco Central consideró necesario “reforzar” su postura, para evitar que se desanclen las expectativas de precios”, explican.
“Al igual que en las dos decisiones previas, el aumento en la tasa objetivo se decidió por mayoría. La diferencia fue que, en esta ocasión, se contaron cuatro votos a favor por uno en contra, cuando anteriormente fueron tres contra dos. El Subgobernador Gerardo Esquivel fue quien volvió a oponerse”.
Asimismo, que el comunicado de Banxico se refiere que si bien la economía del país siguió mejorando en el tercer trimestre del año y se espera que la recuperación continúe hasta 2022, este panorama aún es incierto. Por otro lado, reconoció un deterioro en las condiciones financieras, ante las recientes presiones en el tipo de cambio y en las tasas de interés.
“En materia de inflación, se subrayó que los últimos datos resintieron el impacto de presiones globales y obstáculos en la producción. Se notó también el incremento en las expectativas de precios de corto y mediano plazo, más las de largo plazo no vieron mayor ajuste”, explicó.
“El Instituto reafirmó que las presiones inflacionarias son transitorias, pero revisó al alza sus estimaciones. El ajuste se hizo a lo largo de todo el periodo, siendo más marcado en las previsiones de corto plazo; se mencionó que la variable se estabilizará alrededor del 3% hacia finales del horizonte (antes: 1T23). Por último, se afirmó que el balance de riesgos sigue sesgado al alza”.
FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) sugiere un ritmo más rápido en el incremento de la tasa de fondeo de México si las expectativas de inflación de mediano plazo comienzan a aumentar.
Un mediano plazo incorpora un horizonte de 3 o 4 años, como lo ha explicado la Consejera Económica del Fondo, Gita Gopinath.
“El enfoque paciente (la gradualidad de la subida de tasas) está respaldado por el hecho de que las tasas de política, el producto y la inflación mexicanos históricamente se han movido muy de cerca con los de Estados Unidos (…) pero la política monetaria en México deberá estar muy en sintonía con la evolución de sus expectativas de inflación”, detallaron en el informe preliminar de conclusiones de expertos del FMI tras la revisión que hizo la misión de especialistas a México”.
El repunte en precios de energéticos y la expectativa de que se mantengan elevados durante el invierno, es un elemento de riesgo adicional. foto ee: Gilberto Marquina
uniones@eleconomista.mx