¿Por qué se inunda Paraíso, Tabasco y refinería de Dos Bocas?

El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), alertó sobre las posibilidades de que ocurrieran inundaciones en la refinería de Dos Bocas, Tabasco, tanto en un análisis realizado en 2008, como en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de esas instalaciones petroleras presentada en 2019.

En el documento denominado “Análisis de prefactibilidad ambiental y socioeconómica de diferentes sitios para la localización del proyecto de ampliación de capacidad de proceso del Sistema Nacional de Refinación (SNR)”, el IMP concluyó que “el municipio de Paraíso fue el que presentó el mayor riesgo relacionado con la instalación de una nueva refinería, por lo que no es recomendable la elección de este sitio. Esto es debido a que tanto en materia ambiental, como social o de infraestructura, se encontró la mayor cantidad de limitantes, comparado con el resto de los sitios de estudio”.

El documento subraya que “otro factor importante de riesgo es derivado de la condición particular del estado de Tabasco y su escaso nivel sobre el mar, lo que pone a Paraíso en riesgo ante el potencial incremento del nivel del mar ocasionado por el cambio climático”.

En tanto, la Manifestación de Impacto Ambiental señala que “la ubicación en donde se propone realizar la Refinería Dos Bocas, se ubica en la planicie costera de Tabasco, en el municipio de Paraíso, por lo que es importante considerar que el comportamiento hidrológico de la zona tiene un impacto potencial en la seguridad de las instalaciones de la Refinería Dos Bocas y de la población, en relación a los riesgos por inundación”.

Destaca que la hidrología de esta zona es compleja y se encuentra en una zona baja inundable.

Tiene la influencia del río Seco, del sistema Lagunar de Mecoacán, del sistema lagunar de Tupilco y del mar”.

En el documento se recomendó construir la plataforma para la construcción de la Refinería Dos Bocas con un desplante de tres metros sobre el nivel medio del mar.

Por otra parte, un análisis realizado por el consultor en temas energéticos, Ramsés Pech, destaca que en Tabasco el periodo de lluvias fuertes es de septiembre a febrero, sin embargo, durante los últimos años se ha incrementado el volumen de agua que traen las lluvias y es una consecuencia del cambio climático que se experimenta a escala global.

Asimismo, subraya que la zona donde se encuentra el municipio de Paraíso existen vasos reguladores naturales que ayudan a contener el agua de los ríos que bajan de la zona de Chiapas, buscando salida al mar, en el Golfo de México.

El problema es que la zona de Dos Bocas, donde se construyó la refinería, es una zona baja, a donde llega el río Samaria, en las inmediaciones de la Laguna Meoacán, que también es un vaso regulador natural de las corrientes.

Debido a que las instalaciones de Pemex están en una zona de vasos reguladores, cuando el agua que viene por los ríos busca salida al mar, pero choca con el agua de mar que entra por el mismo cause de los ríos se producen los desbordamientos.

Señala que parte de los vasos reguladores naturales fueron eliminados al construir la refinería. Además durante lluvias copiosas la situación se complica porque ahora hay áreas grandes cubiertas por cemento que impiden el desfogue natural. Es por eso por lo que la refinería se inunda.

El analista llamó la atención en que el factor lluvias podrían hacer complicada la operación de la refinería, particularmente entre octubre y enero.

diego.badillo@eleconomista.mx

kg