Presas por drogas, 80% de mujeres

Entre el 2006 y el 2011, la población penitenciaria femenina de América Latina casi se duplicó, pasando de 40,000 a más de 74,000 internas. En México, entre 30 y 60% de las mujeres encarceladas lo está por acusaciones de delitos menores relacionados con drogas, revela el informe de Consorcio Internacional de Políticas de Drogas (IDPC, por su sigla en inglés) Mujeres, delitos de drogas y sistemas penitenciarios en América Latina .

El IDPC, red mundial integrada por 107 ONGs, concluye en este trabajo que el aumento del número de mujeres encarceladas por drogas no indicaría solamente su mayor involucramiento en el tráfico; también es producto del enfoque de la persecución penal. Es decir, no sólo las mujeres participarían más en actividades de venta y transporte de drogas, sino que estas actividades son más perseguidas.

Una reducción en la persecución de actividades relacionadas con drogas o la implementación de medidas alternativas a la prisión, por ejemplo en el ámbito del microtráfico, implicaría una disminución de la población penitenciaria, recomienda esta red de organizaciones civiles.

El Consorcio Internacional de Políticas de Drogas detalla, a través del texto, que en las cárceles federales del país y en las prisiones de los estados fronterizos del norte el porcentaje de mujeres detenidas por delitos menores relacionados con estupefacientes aumenta a un 75 u 80 por ciento.

El reporte arroja que la población más vulnerable ante este fenómeno es la de origen indígena. De acuerdo con pesquisas asentadas en el informe, las mujeres indígenas en México representan un 5% de la población penitenciara femenil total; sin embargo, conforman 43% de las que se encuentran en reclusión por drogas.

La decisión de convertirse en un objeto contenedor de drogas y de exponerse al peligro de ser detenidas no es una primera opción, sino un recurso desesperado y necesario por la extrema necesidad económica , explica la coordinadora de este estudio, Corina Giacomello. El documento indica que las mujeres que ejercen de correo de drogas o mulas generalmente se encuentran en los eslabones más bajos, precarios e intercambiables del narcotráfico.

Su arresto y encarcelación no altera el buen funcionamiento del mercado ilícito; no obstante, continúan siendo las principales receptoras de los sistemas punitivos de América Latina.

En términos generales, el IDPC afirma que en América Latina las actividades relacionadas con drogas se sancionan con sentencias de prisión muy elevadas respecto de otros países de América Latina.

En países como México, Ecuador, Brasil, Bolivia y Perú, por los delitos de drogas se establece la prisión preventiva obligatoria, es decir, la persona indiciada espera la resolución de su proceso adentro de la prisión. Ello contribuye al hacinamiento penitenciario, puesto que los procesos pueden tardar meses o años.

Planean en la ALDF mediante reforma

Despresurizar penales, prioridad

Despresurizar la sobrepoblación en los 10 penales que existen en la ciudad de México a través de la reforma federal de justicia penal, y buscar la certificación de esos centros de reclusión, deben ser las prioridades del nuevo Subsecretario del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, aseguró ayer Olivia Garza. La presidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), expuso que la tendencia mundial de aplicar mecanismos de ley e incentivar las penas sustitutivas ha sido posible en países más desarrollados y como última opción el encarcelamiento, disminuyendo la población de internos.

Sostuvo que a la par de la certificación de los penales, desde la ALDF se debe acelerar el proceso de dictamen y aprobación de la ley de centros de reclusión del DF, el cual considera como primer paso lograr una certificación efectiva y dotar a los reclusorios de un marco legal que finque la base del servicio profesional de carrera penitenciaria e inicien las medidas de despresurización, sin descuidar el respeto a los DH.