Lectura 4:00 min
Sacrificio de una gallina en el Senado genera polémica, condenas y deslindes
La presidencia del Senado se deslindó del hecho. Señala que fueron llevados a cabo, bajo la estricta responsabilidad individual del senador de Morena, Adolfo Gómez Hernández, quien justificó la acción bajo el amparo de usos y costumbres indígenas y que se trató de un rito en honor a Tláloc.
Como parte de un ritual realizado en el interior de las instalaciones del Senado de la República, con motivo de una ofrenda por el Día de la lluvia y en honor a Tláloc, fue sacrificada una gallina, lo que generó una serie de muestras de rechazo entre legisladores.
El sacrificio fue realizado en uno de los patios de la terraza del piso dos de la Cámara de Senadores por un grupo de indígenas invitados por el senador de Morena, Adolfo Gómez Hernández.
Mientras una mujer vestida de blanco, con una fajilla roja en la cintura y con un reboso gris en la cabeza elevaba una caracola, un hombre que vestía pantalón de mezclilla, playera verde olivo y tenis, sostuvo al animal de patas y pescuezo, mientras una mujer que vestía huipil blanco con bordados de flores y un ave a la altura de la espalda y un rebozo en la cabeza, tomó con la mano izquierda la cabeza del animal y con la derecha un cuchillo con la que le cortó el pescuezo.
Ya sin cabeza, pero todavía moviéndose entre las manos del hombre, la sangre del animal escurrió sobre una vasija roja, colocada dentro de una cazuela en la que también estaba el cuchillo de mango blanco, mientras otra persona que vestía de negro, descalza y con conchas en los tobillos, acercaba un ahumador de barro rojo de tres patas con varias brasas humeantes al animal.
Mediante un comunicado, la presidencia del Senado se deslindó de lo acontecido.
“Estos hechos fueron llevados a cabo, bajo la estricta responsabilidad individual del senador Adolfo Gómez Hernández, quien justificó la acción bajo el amparo de usos y costumbres de un grupo o comunidad indígena de la que manifestó su auto adscripción”, señala el documento firmado por la senadora Ana Lilia Rivera, presidenta de la Mesa Directiva.
Además, refiere que se le había comunicado previamente al mencionado senador la negativa expresa de autorizar el ingreso de cualquier tipo de animal al edificio, conforme a los protocolos de seguridad y protección civil vigentes.
El propio senador Gómez Hernández confirmó que sabía que se violaría la ley si se sacrificaba a un animal en el Senado; sin embargo, dijo que por encima de eso está lo que señala la Constitución en donde se reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.
A pregunta directa de reporteros contestó: “Sí lo sé pero hay una ley superior a la ley local. Me refiero al artículo segundo constitucional donde la ley, expresamente permite la organización, respeta la forma de vivir de los pueblos originarios reconoce nuestro... incluso hasta nuestro territorio, nuestra forma de gobierno nuestra forma de ver la vida”.
Dijo que “debe haber tolerancia” y mencionó que a los pueblos indígenas los han satanizado por más de 500 años. “Una forma es que me ordenen porque están acostumbrados a que nos manden a acallar. Nosotros somos capaces de dirigir nuestros destinos como pueblos originarios”.
Por su parte el coordinador de la fracción de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, comentó que su grupo legislativo conminó al senador Gómez Hernández a que no se hiciera el ritual, pues la mayoría de sus integrantes no estaba de acuerdo.
“Yo no estoy de acuerdo, en lo personal, con el sacrificio de ningún animal, en ninguna parte. Soy animalista y creo en la vida. Por eso no estoy de acuerdo, aun cuando se trate, como él alega de usos y costumbres de los pueblos originarios”.
Dijo que la mayoría de los senadores de Morena se deslindaron de ese tipo de actos, que pueden estar encuadrados en usos y costumbres, pero que ellos no comparten.
El PVEM hizo público un posicionamiento en el que expuso su condena al acto de sacrificar, por un ritual, a un ave en las instalaciones de esta Cámara y recalcó que nada justifica el maltrato animal.