Suman ocho contingencias en lo que va del 2024; es la cifra más alta desde 2016

Durante el 2024 se han registrado un total de ocho contingencias ambientales, entre ellas se encuentra la más reciente que fue activada el 13 de mayo pasado, en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM); esta cifra es la más alta al menos desde el 2016.

De acuerdo con datos del Sistema de Monitoreo Atmosférico (SIMAT), el cual da seguimiento real de las concentraciones de los principales contaminantes en la Ciudad de México, desde 1988 se han registrado un total de 93 contingencias, las cuales van desde regionales hasta extraordinarias en la ZMVM.

Con lo que se refiere a la situación en este 2024, las autoridades activaron la primera contingencia el 1 de enero del presente año, ya que se registró una concentración de 119.5 PM2.5 en su punto más alto.

La última contingencia registrada se trata de la que se activó el pasado 13 de mayo y se levantó la tarde de ayer 16 de mayo. En total fueron tres días en los que los ciudadanos tuvieron que limitar sus actividades al aire libre y la circulación de los autos fue parcialmente suspendida.

No obstante, dicho lapso no es el más largo ya que en 1992, las autoridades registraron una de las contingencias más extensas, pues comenzó con la fase 1 el 19 de marzo para subir a fase 2 un día después y concluir hasta 10 de abril de dicho año.

Cotejos anuales

Si se compara la actual cifra de este año con la del 2023, existe una diferencia de 166% ya que en ese momento se registraron sólo tres eventos de contingencia ambiental, la última fue el 25 de marzo y se levantó hasta el 27 del mismo mes.

En el 2022 el SIMAT registró, en su archivo histórico de contingencias ambientales de la CDMX y áreas conurbadas, seis eventos, el último fue el 12 de noviembre cuando en la estación Centro de Ciencias de la Atmósfera se registraron concentraciones de ozono de 155 pp.

Por otro lado, los datos también confirmaron que en el 2016 se registraron 10 eventos de contingencia ambiental en la ZMVM. La mayoría ocurrió entre marzo y junio.

Sin embargo, el dato anterior no es el mayor del que se tenga registro, ese lugar lo ocupa 1993, en ese entonces el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la capital del país documentó 12 eventos.

Cabe señalar que, a lo largo de los años, las autoridades de la Ciudad de México han realizado modificaciones a los límites del Programa de Contingencias y Concentraciones Máximas de ozono. En 1990 para activar la primera fase se necesitaban 294 puntos y para la segunda fase era necesarios 416.

Más autos

El aumento en el parque de autos y de motocicletas en la Zona Metropolitana del Valle de México; la generación de gases de las industrias, los incendios forestales y las condiciones climatológicas actuales, son algunos de los factores que generan una mala calidad del aire en el área.

Oscar Augusto Peralta Rosales, investigador en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó que a pesar de que los autos actuales contaminan menos que hace décadas, el número de éstos ha crecido significativamente.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1980 el número total de vehículos, que incluyen autos, camiones de pasajeros, de carga, camionetas y motocicletas, era de 1 millón 869,808.

Mientras que el dato del 2022 es 6 millones 368,520 vehículos, lo anterior quiere decir un aumento de 240 por ciento.

Son los motores más eficientes, consumen mejor los combustibles, lo queman mejor, pero son más los motores entonces eso descompensa la eficiencia que tenga el motor”.

De igual manera, el experto de la UNAM resaltó que otro factor que entró en la dinámica de las emisiones contaminantes recientemente son las motocicletas.

“Por lo que vimos en el último inventario de emisiones de la Ciudad de México otro agente entró en juego que son las motocicletas y ahora hay un parque mucho más grande del que había hace cuatro años y que éstas no siguen los protocolos de verificación que sí lo hacen los automóviles”.

Derivado de lo anterior, el experto recomendó llevar a cabo las regulaciones necesarias para incorporar estos vehículos dentro del programa de contingencias.

“Es un vehículo que consume un combustible que lo quema y que no lo contabilizamos”, explicó.

Deforestación

Por su parte, Paulina Rebeca Cárdenas, responsable de proyectos en Iniciativa Climática de México indicó que la deforestación ha influido para que prevalezcan las malas condiciones del aire.

De acuerdo con la especialista, al perder zonas con árboles, se pierde la humedad en los suelos y es más susceptible a que haya pastizales o áreas secas y se vuelven lugares aptos para incendios.

Estos incendios incontrolados también generan emisiones contaminantes, pues finalmente en ocasiones estos lugares, pues no solamente tienen pastizales, sino tienen basura, plásticos, metales o cualquier cosa”, afirmó.

De acuerdo con el reporte semanal nacional de incendios forestales elaborado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) de la semana del 3 al 9 de mayo se presentaron 146 incendios forestales en un total de 29,407.79 hectáreas.

De esta superficie total, 9% correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo y el 2% a arbóreo.

Sólo en la Ciudad de México se han registrado un total de 690 incendios desde el primero de enero hasta el 9 de mayo del presente año. La capital del país se encuentra únicamente por debajo del Estado de México, entidad que concentró 891 casos.

“Todo va como en una pequeña cadenita, estamos emitiendo más contaminantes, perdemos estas zonas, quizás que pueden captar humedad y no serían susceptibles a incendios, entonces tenemos estas zonas secas se presentan incendios, se emiten más contaminantes, se alimenta ese círculo de contaminación”, refirió.

Daños generales

La especialista de Iniciativa Climática de México refirió que es preocupante que se haya prolongado tanto este evento de contingencia, ya que afecta la salud de las personas que viven en estas zonas con mala calidad del aire.

“Debería de preocupar muchísimo es algo que a lo mejor no percibimos porque quizás estamos expuestos de manera crónica y, a lo mejor en algunos casos, hasta tenemos un poquito de resistencia, pero la realidad es que sí nos afecta todos estos contaminantes (…) de manera importante a los órganos sobre todo a los del sistema respiratorio, pero a largo plazo se pueden desarrollar ciertas enfermedades más severas”, señaló.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, en el 2022 los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asociaron a 6.7 millones de muertes prematuras cada año.

De igual manera, Cárdenas explicó que no solamente las personas se ven afectadas por lo continuo de las contingencias, también están en riesgo los ecosistemas que existen las urbes.

Ya que cada vez más se observan árboles enfermos y pérdidas en la biodiversidad de las ciudades.

Soluciones

Finalmente, ambos expertos coincidieron que como ciudadanos podemos realizar algunas acciones que impactarían de manera positiva al medio ambiente y evitaría las contingencias ambientales tan largas en un futuro.

La especialista reveló que la reforestación acompañada de la opinión de expertos u organizaciones, pueden ayudar al tema de absorción de emisiones, captación de carbono y la reproducción de especies.

Mientras que el experto de la UNAM indicó que las personas podrían reducir sus consumos de luz, agua y gas. 

“Llegar a casa y prender todas las luces, entonces eso (afecta). La energía eléctrica se genera con termoeléctricas las cuales generan compuestos y partículas que posiblemente tengan que ver con la formación de ozono. El punto es que sí se puede hacer las cosas, pero hacerlas es donde nos cuesta mucho trabajo”, explicó.

Mientras que la OMS argumentó que la adopción de políticas e inversiones de apoyo al uso de medios de transporte menos contaminantes, la mejora de la eficiencia energética de las viviendas, la generación eléctrica, la industria, y una mejor gestión de los desechos municipales permitirían reducir algunas de las principales fuentes de contaminación del aire.