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Tasa de embarazos adolescentes en México está entre los niveles más altos de América Latina y el Caribe: Coneval
El Coneval indicó que el embarazo adolescente podría constituir una vulneración de los derechos humanos de niñas y adolescentes, en particular, su derecho a vivir una juventud libre de violencia.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), advirtió que la tasa de fecundidad adolescente en nuestro país se ubica entre los niveles más altos de América Latina y el Caribe. Mientras que 8 de cada 10 mujeres, de entre 12 y 19 años, que han tenido al menos un hijo, presenta rezago educativo.
Al presentar el estudio exploratorio “El embarazo en la adolescencia y el acceso a educación y servicios de salud sexual y reproductiva”, el Coneval indicó que el embarazo adolescente podría constituir una vulneración de los derechos humanos de niñas y adolescentes, en particular, su derecho a vivir una juventud libre de violencia, así como a contar con servicios de educación y de salud sexual y reproductiva.
El informe subraya que en 2020, 8 de cada 10 mujeres, de entre 12 y 19 años que han tenido al menos un hijo, presenta rezago educativo, mientras que, sólo dos de cada diez mujeres que no han tenido hijos, presentan esta problemática. Y Un porcentaje de adolescentes reportó haber dejado de estudiar, lo cual es más común para las jóvenes madres o embarazadas, quienes incluso dejaron la escuela antes del embarazo.
En el mismo año, a nivel estatal, la tasa específica de fecundidad adolescente (TEFA) entre 15 y 19 años tuvo su valor máximo en Coahuila con 94 nacimientos por cada mil mujeres de este grupo de edad, seguido de Chiapas con 85 nacimientos, Nayarit y Campeche con 79 nacimientos.
En contraste, Ciudad de México presentó los valores mínimos con 48 nacimientos por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años, seguido de Querétaro con 60 nacimientos por cada mil adolescentes.
Mientras que la tasa de fecundidad adolescente en México para 2022 se ubica entre los niveles más altos de la región, por lo que es un reto para el Estado mexicano dinamizar la velocidad de su descenso hasta lograr en 2030 reducirla en 50% en adolescentes de 15 a 19 años, respecto a los niveles reportados para 2015, y evitar embarazos en menores de 15 años, de acuerdo con los objetivos planteados en la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes.