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Tendencia de agresiones a periodistas persiste
De diciembre a la fecha, al menos cuatro comunicadores han perdido la vida, según el recuento hecho por organizaciones civiles.
Mientras en la Cámara de Diputados se discute la creación de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar los Delitos contra Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, en el país las agresiones contra la prensa no disminuyen y la cifra de asesinatos mantiene la tendencia de los sexenios anteriores.
Apenas el pasado viernes fue asesinado en su domicilio en San Luis Río Colorado, Sonora, Santiago Barroso Alfaro, locutor del programa Buenos Días San Luis de FM Río Digital, con lo que suman cuatro homicidios de comunicadores en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Ayer mismo, en Oaxaca, fue agredido otro comunicador.
Aún y cuando cada uno de los crímenes ha merecido la condena del gobierno federal y el compromiso del respeto a la libertad de expresión y el combate a la impunidad, lo cierto es que el escenario de violencia contra el gremio periodístico no se modifica.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el arranque del sexenio de López Obrador se perfila como el más violento contra los periodistas ya que a diferencia de sus antecesores la cifra supera a las administraciones anteriores.
En los primeros tres meses del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se registró el homicidio de un periodista, Raúl Marcial Pérez, ocurrido el 8 de diciembre en Oaxaca, aunque hay que precisar que es justamente el lanzamiento de la guerra contra el narcotráfico emprendida por el panista lo que puso al alza las acciones violentas contra la prensa, colocando a México en los primeros lugares en ataques, a la par de países en guerra como Siria.
En contraste, durante la administración de Enrique Peña Nieto, en los primeros tres meses de su mandato no se registró ningún asesinato, sin embargo su sexenio, de acuerdo con Artículo 19, dejó como saldo el asesinato de 47 periodistas, apenas uno menos que en la gestión de Calderón.
Datos de la CNDH reflejan que durante los primeros tres meses de López Obrador han sido asesinados cuatro periodistas (a los que se debe sumar el crimen contra Santiago Barroso Alfaro): el de Jesús Alejandro Márquez Jiménez (Nayarit, 1 de diciembre del 2018, y que las ONG no incluyen el caso como tal, por no dedicarse a 100% al periodismo); el de Rafael Murúa Manríquez (Baja California, 20 de enero); Jesús Ramos Rodríguez (Tabasco, 9 de febrero); y Reynaldo López (Sonora, 16 de febrero).
Aunque el mismo organismo nacional reporta que desde el año 2000 en el país han sido asesinados 145 periodistas, el porcentaje de impunidad roza 99%; y en el caso de comunicadores desaparecidos (21 personas) la impunidad es de 100 por ciento.
Apenas el 12 de marzo una delegación internacional de Reporteros sin Fronteras (RSF) arribó a Palacio Nacional para asistir a una reunión con López Obrador, misma que sin explicación fue cancelada.
El desaire no es menor, ya que el director de la organización internacional, Christophe Deloire, vino a informarle al Ejecutivo federal de una comunicación que promovieron en la Corte Penal Internacional para que investigue los asesinatos de periodistas en las dos últimas administraciones.
La intención era sumar la voluntad de López Obrador ante el escenario de violencia generalizada contra la prensa, sin embargo la reunión fue atendida por el secretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez.
Balbina Flores, representante en México de RSF, dio a conocer en conferencia de prensa que el funcionario federal les informó que con el acompañamiento de la ONU se realiza una auditoría al Mecanismo de Protección, se contará con recursos suficientes para su operación y se capacitará al personal para una atención más eficiente.
Ataque en el Istmo
El gobierno de Oaxaca condenó el ataque armado en contra del periodista Jesús Hiram Moreno, en el Istmo de Tehuantepec.
El gobierno local pidió a la Fiscalía General el despliegue para investigar los hechos y dar con el o los responsables, a fin de que puedan ser detenidos e iniciar el proceso correspondiente ante la justicia. (Con información de Notimex)