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Ubicaron restos de 19 en basurero de Cocula sin evidencia de que sean los 43
En dos casos quedó descartado por completo que sean ellos, pues tienen prótesis dentales que no corresponden a ninguno de los estudiantes; del resto no es posible extraer muestra genética.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó restos óseos de por lo menos 19 personas en el basurero de la municipalidad de Cocula, sin que tengan evidencia de que corresponden a 43 estudiantes desaparecidos en el 2014 en Iguala, Guerrero.
Al presentar conclusiones sobre el peritaje integral del basurero de Cocula, el equipo independiente puntualizó que de los restos óseos, fueron halladas dos prótesis dentales de porcelana, un trabajo muy caro y que ninguno de los jóvenes de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecidos se hubiese realizado, de acuerdo con sus familiares.
El EAAF analizó si era posible determinar a quién pertenecen los miles de restos óseos recuperados. Al respecto, el dictamen concluye que todos los vestigios orgánicos están alterados térmicamente y severamente fragmentados, lo que imposibilita la realización de análisis genéticos. Además el peritaje determina la existencia de residuos animales mezclados entre los humanos.
En esas condiciones, el reporte concluye que no es posible afirmar que todos los restos óseos se hayan generado en un solo evento.
Es importante que no sólo pensemos en los 43 desaparecidos (...) sino también en el contexto general de desaparición de la zona , alegó Mercedes Loretti, del EAAF.
Agregó que a partir del episodio se han presentado denuncias de casi 300 personas desaparecidas en Iguala en los últimos cinco años.
El examen multidisciplinario de la evidencia biológica y no biológica recuperada en el basurero de Cocula, sumada a la a información adicional reunida, no respalda la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de duración informada en la madrugada del 27 de septiembre del 2014 que habría arrojado como resultado la incineración en masa de los 43 estudiantes desaparecidos.
El dictamen recoge, además, que no se encontraron señales de fuego abundante en la vegetación circundante al basurero. Asimismo, en la zona donde los testimonios señalaron que ocurrió la quemazón de los cuerpos, los especialistas encontraron plantas que empezaron a crecer entre junio y agosto del 2014, es decir meses antes del 26 de septiembre, fecha en la que presuntamente ocurrió el incidente. De haber existido un incendio, necesariamente esta vegetación se habría incinerado.
El EAAF encontró que desde el 2010 cinco años después de abierto el basurero han existido múltiples fuegos en la zona; por tanto, no es posible ligar la evidencia con un solo evento de fuego.
El dictamen del equipo de peritos recoge también la presencia de 132 casquillos, tanto en la parte superior del basurero como en la parte inferior, que habrían sido disparados por al menos 39 armas de diversos calibres, correspondientes, en su mayoría, a armas largas.
Esta evidencia contrasta con los testimonios de los presuntos perpetradores del asesinato de los normalistas, quienes refirieron haber empleado sus armas cortas en contra de los estudiantes en la parte superior del basurero.
Por todo lo anterior, no respaldamos la hipótesis de que hubo fuego de la magnitud requerida y de la duración informada , por la Procuraduría General de la República (PGR), sentenció el EAAF.
El informe del EAAF duró más de un año, participaron 26 peritos de diversas nacionalidades e incluyó un análisis multidisciplinario de elementos encontrados en el basurero, como restos óseos, plantas, excremento, insectos, rocas, vidrios, casquillos, neumáticos y fotografías satelitales.
PGR responde a EAAF
La PGR informó que recibió el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense, el cual será analizado por el Ministerio Público de la Federación.
La procuraduría recordó en un comunicado que en el marco de la Audiencia Pública realizada el 20 de octubre del 2015 en Washington, con motivo del Caso Iguala, el Estado mexicano y el Grupo Interamericano de Expertos Independientes (GIEI) formalizaron ante el pleno de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la realización de un nuevo estudio sobre la dinámica del fuego con las siguientes características.
Ese estudio actualmente en curso, detalló, pretende establecer de común acuerdo los objetivos y las condiciones para llevarlo a cabo; tomar de forma conjunta la decisión sobre los perfiles y la elección definitiva de los peritos, y consensuar el modo en que se realizará el estudio.
La PGR, que encabeza Arely Gómez González, refirió que una vez finalizado, el nuevo estudio de la PGR y el GIEI será puesto a disposición de la autoridad ministerial para que oriente su determinación con elementos que le brinden una opinión conclusiva en torno al fuego en el basurero de Cocula.
El Ministerio Público de la Federación reitera que este caso no está cerrado; las investigaciones continúan y seguirán hasta que el último responsable sea consignado ante la autoridad judicial , precisó.
La versión de PGR
Los quemaron en el basurero de Cocula
El 27 de enero del 2015, el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, afirmó que la investigación federal por el caso de los 43 normalistas desaparecidos llegó a la verdad histórica : los estudiantes fueron privados de la libertad y de la vida, luego incinerados y arrojados al río San Juan por sicarios de Guerreros Unidos.
Murillo aseguró que la verdad histórica estaba sustentada en 39 confesiones, desde los policías de Iguala y Cocula, hasta sicarios de Guerreros Unidos; 487 periciales; 386 declaraciones; 153 inspecciones ministeriales, y la detención de quienes actuaron intelectualmente: el exalcalde José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.
La verdad histórica de la PGR recayó en declaraciones, como la de Felipe Rodríguez Salgado, el Cepillo, ya que secundó los testimonios de otros detenidos que participaron en la desaparición, como Patricio Reyes Landa, el Pato; Jonathan Osorio Gómez, el Jona, y Agustín García Reyes, el Chereje.
La versión del GIEI
No hubo incendio en el basurero
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), convocado por la CIDH para coadyuvar en el caso Ayotzinapa, reveló que no existió un incendio en el basurero de Cocula, Guerrero, el 27 de septiembre del 2014, como sostuvo la versión oficial de la PGR.
En un informe de avances sobre su segundo periodo de mandato, citaron estudios mandados a elaborar por la PGR para evaluar la existencia del llamado incendio del basurero de Cocula , el cual, de acuerdo con el monitoreo satelital, revela un solo punto de incendio en el estado de Guerrero el 27 de septiembre del 2014, mismo que no corresponde a las coordenadas del basurero.
A su vez, en el informe el GIEI encomendó un peritaje al doctor José Torero, el cual señala que no existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis generada en base a testimonios, de que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero municipal de Cocula el 27 de septiembre de 2014 .
Versión del EAAF
No es posible hipótesis de la PGR
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que, con base en evidencia biológica y no biológica recuperada en el basurero de Cocula, no es posible respaldar la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud y duración requerida para incinerar a los 43 estudiantes, como dijo la PGR que habría ocurrido la madrugada del 27 de septiembre del 2014; sin embargo, reconocieron que en el lugar ha habido incendios de diferentes magnitudes y en diferentes tiempos.
El EAAF estableció que hasta el momento, no ha hallado evidencia científica para establecer correspondencia entre los elementos recuperados en el basurero de Cocula y los normalistas desaparecidos.
En opinión del EAAF, no existen elementos científicos suficientes por el momento para vincular los restos hallados en el basurero con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del Río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva del normalista, Alexander Mora Venancio.