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Urgen atender deficiencias en nueva etapa de la CEAV
La CEAV, un organismo descentralizado de la Secretaría de Gobernación, tiene la tarea de brindar a las víctimas de violaciones de derechos humanos medidas de ayuda, asistencia, atención, reparación integral.
Luego de año y medio acéfala, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) tiene una nueva titular, Martha Yuriria Rodríguez, quien llega a una institución marcada por los grandes retos que tiene en materia de atención y recursos, coinciden activistas.
El nombramiento, de diciembre pasado en el Senado, se dio 18 meses después de la salida de Mara Gómez, quien en su momento dejó el cargo al denunciar intereses políticos al interior de la CEAV, así como falta de apoyo institucional y económico, situación que se sumó a la demanda histórica de organizaciones sociales y colectivos de víctimas que exigen revertir la grave crisis de atención a víctimas.
Los principales afectados por la violencia en el país sostienen que, más allá de entregar recursos económicos, la CEAV debería tener una visión integral de atención, que incluye un verdadero apoyo en asistencia psicológica, médica y jurídica, además de dejar de lado los largos procesos burocráticos que impiden a las personas ser reconocidas como víctimas de la violencia.
Cifras de la CEAV indican que, del 2014 a diciembre de 2020, había al menos 40,934 personas inscritas en el Registro Nacional de Víctimas (Renavi), tanto en el ámbito federal como estatal.
Baja en recursos
Aunque con los años el número de víctimas ha crecido, el presupuesto para la CEAV no. En 2015, con 7,589 víctimas en el Renavi, la CEAV contó con 957.9 millones de pesos para su operación.
Al año siguiente (2016), al contabilizar 8,806 casos; 1,217 más que el año previo, los recursos para la comisión se redujeron en 4%, para ubicarse en 918.5 millones.
Tres años después, en el 2019, ya con la actual administración, y con 14,324 víctimas registradas, la CEAV tuvo el presupuesto más bajo desde su creación, en el 2015 (842.5 mdp).
Para el 2022 a la CEAV se le asignaron 958.2 millones de pesos, cifra similar a la del 2015.
Sobre el registro de víctimas, cabe mencionar que la propia CEAV ha reconocido que, dadas las condiciones en que se encontró el Renavi, al mes de enero del 2020, no es posible garantizar la calidad ni la confiabilidad de su base de datos.
Carencias y deficiencias
Yolanda Morán, directora ejecutiva del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros desaparecidos Búscame y madre de Dan Jeeremel, un policía federal desaparecido desde el 2009 en Torreón Coahuila, no duda en reclamar que, hasta el momento, la CEAV no se ha convertido en la institución que tanto esperaban las víctimas, pues, dice, “hay demasiadas carencias y hace falta un buen liderazgo”.
No obstante, la activista confía que, con el nombramiento de la nueva titular, el organismo cuente con un plan de trabajo que beneficie a las familias y que mejoren carencias en la atención a las víctimas, en rubros como servicios médicos, jurídicos, psicológicos.
“En este momento la CEAV está desprotegida, es ineficiente, ya que la ley prometía mucho a las víctimas y con esta comisión en realidad no ha sido tanto (...) Le falta mucha capacitación, mucho personal, apoyo en todos los sentidos (...) Hay muchos pretextos (en la atención), hay muchas carencias (...) necesita que todas las instituciones participen y que realmente funcione”, sostiene.
Liliana Lomelí, codirectora Ejecutiva de la Red de Mujeres y Hombres por una Opinión Pública con Perspectiva de Género de Campeche, una organización que acompaña a víctimas, expresó que el nuevo nombramiento da una luz de esperanza sobre el trabajo de la CEAV, pues su nueva titular cuenta con la experiencia en la materia, sin embargo, dijo, se debe reconocer que este nombramiento llega con grandes retos al interior de la comisión “que no pueden ser atendidos únicamente por una sola persona”.
Añade que ante la urgencia por atender varios pendientes de la CEAV, el reconstruir un tejido colaborativo entre la institución y las víctimas, es primordial, ya que desde su creación la desconfianza ha perdurado.
“Los colectivos de víctimas, en todo momento, se les ha puesto en un segundo plano, se les ha visto más con una mirada asistencialista y no desde ese papel protagónico que tiene”, afirma.
Lo cual, añade, ha ocasionado que la CEAV pierda credibilidad, lo cual es un desacierto que se ha arrastrado desde hace años.