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Usan programa de la Sedena para ganar dinero
El programa de canje de armas de la Sedena fue implementado en México con el fin de reducir la posesión y venta de armas ilegales, así como la incidencia delictiva.
Un gran número de las armas que ha recibido la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dentro de su programa de canje por despensas o dinero, son de fabricación casera; algunas tan sencillas como un pedazo de madera con resortes y un clavo como percutor, y otras tan sofisticadas como subametralladoras, escopetas y pistolas automáticas.
De acuerdo con un reportaje del diario estadounidense especializado en finanzas y negocios Business Insider, el canje masivo de este tipo de armamento, pese a su baja calidad, muestra la facilidad con la que se pueden manufacturar los aparatos letales.
Las fotografías publicadas por el diario fueron tomadas de un blog llamado The Firearm Blog, el cual destaca el ingenio de algunas de las armas improvisadas, particularmente el de un rifle de repetición calibre .22, el cual el blog califica como una joya .
El programa de canje de la Sedena fue implementado en México con el fin de reducir la posesión y venta de armas ilegales, así como la incidencia delictiva.
El 2 de noviembre del 2012, la muerte Hendrick Cuacuas, de 10 años, dentro de una sala de cine en Iztapalapa generó alerta por parte de las autoridades del Distrito Federal, debido a que al término de las pesquisas la conclusión fue que una bala perdida, disparada por una pistola calibre 9 mm, había sido la causa de la muerte del menor. El programa se ejecuta, desde entonces, en varias delegaciones.
No obstante, el Insider asegura que el propósito original del programa de la Sedena se pierde con la entrega de las armas hechizas, ya que, afirma, la fabricación de este tipo armamento ha generado el espíritu emprendedor en los productores, quienes ven el canje con el gobierno como una magnífica oportunidad para hacer dinero.
En México, la fabricación de armas no sólo está limitada a la búsqueda de una fuente de recursos. En octubre del 2014, diarios locales en Jalisco reportaron la incautación de un taller en el cual se producían rifles de asalto AR-15 para los grupos criminales de ese estado; en particular, el cártel Jalisco Nueva Generación.
