Lectura 2:00 min
Alertan alza en demanda de agua en el Río Colorado
Tratado de Aguas con México se firmó cuando no había escasez, refiere reporte.

Los caudales naturales anuales del Río Colorado, consigna el informe del Congreso de EU, han disminuido significativamente desde el año 2000. Entre 2000 y 2022 se registró el periodo más seco en más de 100 años y uno de los más secos en los últimos 1,200 años. Foto EE: Cortesía Departamento del Interior de EU
El Tratado de aguas México-Estados Unidos de 1944 se pactó cuando no había sequía, concluye un estudio del Congreso estadounidense.
“La base original del pacto del Río Colorado suponía que había más agua de la que estaba disponible para usos consuntivos (consumo), y la sequía en la cuenca ha exacerbado este problema”, cita el reporte “Gestión del Río Colorado: asignaciones de agua, sequía y el papel federal”.
Refiere que si bien los acuerdos recientes han reducido el uso, el consumo en toda la cuenca, incluida la evaporación, ha seguido excediendo los caudales naturales en la mayoría de los años.
“Las proyecciones de caudal a largo plazo estiman que los suministros disponibles seguirán disminuyendo, mientras que las nuevas demandas y desvíos, por ejemplo el desarrollo de derechos de agua tribales, sugieren que la competencia por esta agua entre los usuarios seguirá aumentando”, sostiene.
Según el documento, a pesar del consenso en que será necesario reducir el suministro de agua, persisten considerables diferencias de opinión sobre la forma en que deberían adoptarse estas medidas.
Impacto de sequía
Los caudales naturales anuales del Río Colorado, consigna, han disminuido significativamente desde el año 2000.
Entre 2000 y 2022 se registró el periodo más seco en más de 100 años y uno de los más secos en los últimos 1,200 años.
“Los impactos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y la alteración de los patrones de precipitación, podrían aumentar aún más la probabilidad de una sequía prolongada en la cuenca”, anticipa.
La mayoría de los acuerdos principales analizados, precisa, vencen al final del próximo año por lo que el proceso de planificación operativa posterior a 2026 busca identificar diversas alternativas que se emplearán en la gestión del Río Colorado durante las próximas décadas.
“Si los interesados en la cuenca no llegan a un acuerdo sobre los términos operativos posteriores a 2026, el gobierno federal, a través del secretario del interior, puede optar por proponer dichos términos de forma unilateral’’, advierte.
