México no ha sabido qué hacer con la basura y eso tiene costos: Carlos Álvarez Flores

De 2001 a la fecha, el manejo inadecuado de la basura le ha costado al país alrededor de 1.5 billones de pesos, afirmó el consultor ambiental, Carlos Álvarez Flores.

En entrevista, explicó que, de acuerdo con los resultados de las Cuentas Económicas y Ecológicas de México (CEEM) 2023, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el costo por agotamiento y degradación ambiental por residuos sólidos urbanos fue de 130,084.9 millones de pesos corrientes y representó 0.4% respecto del Producto Interno Bruto total de la economía nacional. En 2001 esa cifra era de alrededor de 20,000 millones de pesos.

El especialista comentó que, a escala nacional, hay alrededor de 1,200 millones de metros cúbicos de subsuelo y alrededor de 500 cuerpos de agua contaminados con lixiviados generados por tiraderos a cielo abierto mal hechos y mal gestionados.

Detalló que los cuerpos de agua contaminados en cuestión son solamente los afectados en los últimos 23 años e incluye acuíferos superficiales como arroyos, ríos, lagos y lagunas, incluso fracciones del mar, como en Acapulco.

Asimismo, dijo que, si se aprovechara la basura inorgánica que se confina en los tiraderos, se tendrían ganancias por 10,000 millones de pesos al año.

Según el analista, si se hiciera electricidad con la basura, se generaría el equivalente al 15% de la que actualmente produce la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Además, se podrían generar siete millones de toneladas anuales de composta, ideal para aprovechar en suelos agrícolas, lo cual sería valioso, sobre todo, si se toma en cuenta que México tiene 18 millones de suelos erosionados.

Propone crear 500 centros integrales de manejo de basura

Para hacer eso posible, según el experto, lo que se debe hacer es quitarles a los municipios y estados el manejo de todos los residuos y que el gobierno federal otorgue concesiones al sector privado para que invierta en la construcción de al menos 500 centros integrales para la gestión de residuos tanto orgánicos como inorgánicos.

Cada centro implicaría una inversión de al menos 1,000 millones de pesos.

Carlos Álvarez Flores llegó a esa conclusión después de hacer una revisión, de la situación actual en los tiraderos de basura que operan a lo largo de territorio nacional.

De acuerdo con el especialista, actualmente, operan a escala nacional 2,200 tiraderos a cielo abierto, pero hay otros 5,000 sitios que funcionaron como tales, pero los cubrieron con tierra y así se quedaron.

Lo delicado del asunto es que cada año, en México se generan alrededor de 45 millones de toneladas de basura de las cuales la mitad es inorgánica y la otra mitad orgánica.

La fracción inorgánica tiene un valor importante, siempre y cuando se le dé el trato necesario.

Del total de tiraderos de basura municipales que hay en el país, solo 50, que están concesionados a empresas privadas, realizan algún tipo de procesamiento de residuos derivado de la separación de la basura desde los hogares. Sin embargo, ninguno de ellos cumple con las especificaciones de relleno sanitario.

El problema es que el modelo o la forma en que se dispone de la basura en el país es incorrecto y altamente contaminante porque, al no separarse, se entierran objetos inorgánicos que pudieran reciclarse, pero, al no hacerlo tardan mucho tiempo en descomponerse en los sitios en donde son depositados.

En el caso de la basura orgánica, que también se entierra (en lugar de aprovecharse en compostas) genera una serie de líquidos que contaminan los mantos freáticos y suelos en general.

Hay tiraderos como El Bordo Poniente y Bordo de Xochiaca, de la Ciudad de México, donde hay 470 millones de toneladas que generan residuos altamente tóxicos que están contaminando el suelo.

Hay casos como los tiraderos de Tinajitas, de la ciudad de Celaya, Guanajuato, que se localiza a 150 metros del río Laja y el tiradero de El Ixtete, en Tepic, Nayarit, que está en una montaña y los lixiviados caen al río Mololoa. En ambos casos contaminan severamente los cuerpos de agua aledaños.

En opinión del analista, el mayor problema es económico, pues para construir un relleno sanitario tal y como lo establece la Norma Oficial Mexicana 083 Semarnat 2003, se requiere invertir 1,000 pesos por Tonelada.

Las empresas concesionarias del servicio de limpia cobran alrededor de 200 pesos por tonelada manejada.

Recordó que desde hace alrededor de 20 años la Ley General para la Prevención y Gestión de los Residuos obliga a la separación de los residuos para su aprovechamiento, pero no se ha hecho nada de eso, porque al gobierno federal y a los estatales o le interesa.

En 2023 ocurrieron al menos 194 incendios en basureros

Por otra parte, informó que hasta la semana pasada se habían registrado 194 incendios en tiraderos municipales.

El estado donde más habían ocurrido es Guanajuato, con 21. Le seguían Tlaxcala, Coahuila y Baja California Sur con 17 cada uno y Chihuahua, con 14. Muchos de ellos tardan en extinguirse más de una semana.

Eso ocurre porque los gobiernos, federal, estatales y municipales no tienen ni recursos ni ganas para evitarlos o contenerlos.

Ese tipo de incendios generan una gran cantidad de contaminantes y siguen ocurriendo en el país, a pesar de que México forma parte del Convenio de Estocolmo, que obliga a evitar al máximo incendios en tiraderos de basura, forestales y en la industria, porque generar una seria de dioxinas y furanos, que son de las sustancias más tóxicas que se generan en el planeta.

Les han dejado la responsabilidad a los municipios

según el analista, México se encuentra 60 años atrás en comparación con los países asiáticos y europeos que tiene mejores prácticas para el manejo de los residuos sólidos.

Explicó que, en el país, la recolección y manejo de la basura se le ha dejado a los municipios, a pesar de su debilidad institucional y falta de presupuesto.

De acuerdo con el marco legal vigente a la federación le corresponde el manejo y gestión de los residuos peligrosos, a los gobiernos de los estados, los residuos de manejo especial, como llantas, baterías, excretas y de la construcción, entre otros, así como los lodos de las plantas de tratamiento de agua, mientras que a los municipios los residuos sólidos urbanos.

En opinión del especialista, esa división ha sido un fracaso, puesto que, en la práctica, a la federación no le importa lo que hagan los municipios y a los gobernadores tampoco, aun que la federación es responsable de todo lo que pase en el territorio del país en materia de residuos.

La política nacional en materia de residuos es un asunto federal”.

Dijo que las Procuradurías ambientales estatales son responsables de las anormalidades que pasen en las entidades federativas, respecto del manejo de residuos urbanos, los de manejo especial, así como los peligrosos.

En su opinión, la norma que regula el manejo de los residuos en el país es obsoleta porque contempla la construcción de confinamientos en la tierra que no cumplen con las características físicas para contener los lixiviados y evitar que contaminen el subsuelo.

Dijo que lo que se debe hacer con la basura orgánica es composta, la cual se obtiene en plantas de composteo que hoy no se tienen.

Opina que en México se requieren, al menos 250 cetros regionales para el composteo de residuos orgánicos, donde se procese la basura, la cual, desde los hogares debe tener un proceso de disposición diferenciada.