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Piratería en México: ¿educación, sanciones o cultura? Las claves del problema
La reciente inspección en Plaza Comercial Izazaga 89 de la Ciudad de México, trajo de vuelta a la mesa un tema que por años se encuentra presente en el país y al que las autoridades tratan de hacer frente de la mejor manera posible, pero que hasta la fecha no ha tenido los resultados esperados: la piratería.
La piratería en el país es una situación en la que la mayoría de los mexicanos participan día a día por diferentes circunstancias, y al que las autoridades buscan hacer frente tras el abandono de todo un sexenio.
La reciente inspección en Plaza Comercial Izazaga 89 de la Ciudad de México, trajo de vuelta a la mesa un tema que por años se encuentra presente en el país y al que las autoridades tratan de hacer frente de la mejor manera posible, pero que hasta la fecha no ha tenido los resultados esperados: la piratería.
La Secretaría de Economía fue la responsable de esta auditoría de nombre Operación Limpieza, la cual llevó a incautar 260,000 piezas de mercancía con valor de más de 7.5 millones de pesos, una acción que se planea replicar en todo el país y que, a decir de Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad A.C. (ONC), es algo bueno:
“Me parece muy positivo que Santiago Nieto, titular del IMPI, está retomando esas actividades, este reimpulsando la colaboración con los diferentes sectores incluso con sociedad civil y Gobiernos internacionales algo que, insisto, se perdió el sexenio pasado y al perderse obviamente el fenómeno creció”, subraya.
La Organización Mundial de Comercio (OMC) define a la piratería como la “reproducción no autorizada de materiales protegidos por derechos de propiedad intelectual (como derecho de autor, marcas de fábrica o de comercio, patentes, indicaciones geográficas, etc.) hecha con fines comerciales, y comercio no autorizado de los materiales reproducidos”.
El Estudio percepción de la piratería en México del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), indica que los productos más copiados en el país son la joyería, relojería, ropa, calzado y películas.
El mal común
De acuerdo con el documento Piratería en México, diagnóstico de la oferta y de las acciones institucionales que elaboró el ONC, en México se acepta como una actividad ilegal reproducida en diferentes escalas y variedades, las cuales se han, ajustado a los cambios en diferentes sectores como el tecnológico, mercado, economía, social e institucional; incluso, el país es considerado un referente de productos apócrifos.
En tanto, el Estudio percepción de la piratería en México señala que esta situación causa cuatro impactos:
- Para quien compra. Ahorran al adquirir un producto de menor calidad, ya que se adquiere por debajo de su costo real, aunque la calidad no es la misma.
- Para quien vende. Es un ingreso que aprovechan las familias mexicanas, ya que es una fuente de trabajo.
- Economía nacional. Resulta con afectaciones, ya que el comercio informal tiene un impulso, a la vez de que es un freno al presupuesto público al evadirse los impuestos y brindar fortaleza al crimen organizado; sin embargo, fortalece el flujo económico local.
- Para los creadores, autores, marcas. Sus ventas disminuyen, no obtienen ganancias y su crecimiento se corta.
Comprar piratería tiene diferentes visualizaciones que marcan aspectos que van desde lo psicológico, económico, funcional y social; sin embargo, “para la mayor parte de ciudadanos, es difícil identificar el riesgo de la piratería porque estamos acostumbrados a asociarlo a productos de audio, video, cosas que generalmente pues de largo consumo, pero que no tendrían un mayor impacto en el salario de las personas”, señala Rivas.
El director del ONC menciona que la piratería abarca un sinfín de productos que pueden ser extremadamente peligrosos para la salud de las personas, entre los que se encuentran los juguetes y útiles escolares, que en algunas ocasiones están hechos con materiales tóxicos con plomos que pueden envenenar a los niños.
“Luego hablamos de alcohol adulterado, hablamos de cigarros; ahorita con la prohibición de los vapeadores que venden en las calles es apócrifo, es sin control y pertenece a grupos delictivos, tenemos problemas relacionados con fertilizantes con fallecidas y todo eso a la salud de quien lo consume”, agrega.
En busca de la solución
Muchas personas desconocen que comprando piratería se refuerza a grupos delictivos porque les genera grandes recursos con los que pueden seguir abasteciéndose de armas y drogas; sin embargo, el documento del IMPI muestra que el consumidor piensa que al adquirir esos productos están a la moda, ahorran, encajan socialmente y obtienen seguridad.
Además de que la piratería tiene un alcance a nivel nacional ya que es posible encontrarla en “todo el país; en las calles, en tiendas desde establecidas, y aparentemente no pasa nada”, enfatiza; además de que las acciones para combatirla no fueron adecuadas durante el sexenio pasado:
“Me parece que ha habido problemas relevantes de abandono de combate a ese fenómeno; primero, la administración del presidente López (Obrador) eliminó ciertas acciones que se llevaban a cabo con mucho consistencia, que tenía que ver con la destrucción de productos, que tenía que ver con mesas intersectoriales en donde participaban los tenedores de derecho; es decir los empresarios, las autoridades de procuración de justicia, de salud, de seguridad y en las cámaras y abogados especializados”.
El directivo explica que en esas mesas se planteaban problemáticas que tenían que ver con las aduanas, así como con la venta y distribución de productos apócrifos o contrabandeados, acciones que pararon en la administración pasada.
Parte de los resultados que el Observatorio encontró en su estudio es que en México hay 19 mercados que fueron nombrados con mayor frecuencia en entrevistas hechas a autoridades de distintos niveles de Gobierno. Esto, es una señal de lo necesario que es implementar operaciones que contribuyan a enfrentar la piratería.
Después del operativo en Izazaga 89, Marcelo Ebrard, titular de Economía, mencionó que cancelarían las patentes de las aduanas involucradas tras la responsabilidad de los agentes en las importaciones de contrabando al país, además de que el material incautado fue destruido.
También hizo un llamado a la ciudadanía, a quienes pidió no comprar productos apócrifos, pero la piratería es un tema cultural que puede abordarse desde la educación; no obstante, no es suficiente.
“Responsabilizar al sector educativo no es suficiente para que algo se puede proyectar; para que se genere una cultura se requiere que sea debidamente sancionado y eso no es lo que sucede, entonces sí evidentemente hay campañas que son relevantes como en su momento fue la del Papa pirata, este u otras campañas que se han hecho, pero no alcanzan y al final la autoridad que tiene que tener justicia no hace su trabajo”, aclara Francisco Rivas.