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Retos de México en migración y seguridad ante el triunfo electoral de Donald Trump en EU
La integración regional entre ambas naciones trasciende los indicadores económicos y se ve afectada por temas críticos que han sido recurrentes en el contexto de las relaciones bilaterales, señala un análisis de México cómo Vamos.
Con la reciente elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, México enfrenta una serie de desafíos cruciales en términos de migración y seguridad, según un análisis de la organización México ¿Cómo Vamos?. La integración regional entre ambas naciones trasciende los indicadores económicos y se ve afectada por temas críticos que han sido recurrentes en el contexto de las relaciones bilaterales.
Migración: Recursos limitados y manejo de la Guardia Nacional
En el ámbito de la migración, señala México cómo Vamos, que las políticas de México han experimentado cambios significativos, como la desaparición de fideicomisos para refugios y la utilización de la Guardia Nacional para detener migrantes. A esto se suma la disminución en el presupuesto asignado al Instituto Nacional de Migración (INM), una situación que ha derivado en trágicos incidentes y en el uso de recursos insuficientes para atender a la población migrante de forma digna y segura.
A pesar de estas limitaciones, el INM ha incurrido en un sobreejercicio presupuestario, gastando hasta el doble de los recursos aprobados, especialmente en servicios externos. Ante la próxima administración, el reto será asegurar que el INM opere de manera más eficiente, utilizando los recursos para mejorar las condiciones de los migrantes y agilizar su procesamiento en el país.
Seguridad: Impacto del crimen organizado y la violencia en la inversión
Para Estados Unidos, temas como el crimen organizado, el tráfico de fentanilo y la violencia en México son considerados problemas de seguridad nacional, afectando no solo a las relaciones diplomáticas, sino también la percepción de inversionistas internacionales. En este contexto, muchas empresas que podrían asentarse en México prefieren no hacerlo por considerar que la inseguridad incrementa los riesgos, afectando así el crecimiento económico de las regiones más afectadas por la violencia.
De acuerdo con el Índice de Progreso Social (IPS), el problema de inseguridad varía significativamente en las distintas regiones de México. La tasa de homicidios dolosos es uno de los indicadores más preocupantes, con siete de las 32 entidades federativas registrando tasas superiores al promedio nacional y con una tendencia al alza. Entre estos estados, varios se encuentran en la frontera con Estados Unidos, lo cual no solo acerca el problema a su vecino del norte, sino que también puede incrementar las demandas de mayor seguridad fronteriza.
Crimen organizado: Un desafío regional que afecta la soberanía
La variable del crimen organizado dentro del IPS destaca las complejidades de este problema en distintas áreas del país. Mientras estados como Tlaxcala, Chiapas y Yucatán mantienen bajos índices de crimen organizado, entidades como Nuevo León, Zacatecas y Colima presentan índices altos y en aumento. En Estados Unidos, el crimen organizado se asocia de manera directa con el tráfico de drogas, lo que podría llevar a presiones o intervenciones en México para controlar esta actividad en zonas de riesgo.
Ante el contexto del nuevo mandato de Trump, México se enfrenta al desafío de implementar estrategias que mantengan la soberanía nacional y aborden los problemas de seguridad de manera efectiva.