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Ana Botín asumirá la presidencia del IIF en enero
Ana Botín, presidenta ejecutiva de banco Santander, se convertirá en la lobista más destacada de la banca mundial, al ser la primera mujer que asuma el papel de directora del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).
Ana Botín, presidenta ejecutiva de banco Santander, se convertirá en la lobista más destacada de la banca mundial, al ser la primera mujer que asuma el papel de directora del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).
Botín, integrante del consejo de administración del IIF desde el 2014, sucederá a Axel Weber, miembro del consejo de administración de UBS, quien concluye su mandato como Presidente a finales de este año, dijo el organismo financiero.
El mandato de Botín comenzará en enero del 2023, fecha que coincide con el 40º aniversario del instituto.
“No ha habido un momento más importante para una industria de servicios financieros vibrante e innovadora. El IIF es un defensor de las finanzas y de su capacidad para apoyar el crecimiento de la economía mundial y espero que esto continúe durante mi mandato como presidenta”, mencionó Botín en un comunicado.
Botín fue nombrada presidenta ejecutiva de Santander en septiembre del 2014. Comenzó su carrera en Nueva York, donde pasó ocho años en JP Morgan en banca corporativa e inversión. En 1988 se incorporó como ejecutiva en Santander para liderar la expansión del grupo en América Latina.
En el 2002 fue nombrada consejera delegada de Banesto en España, antes de convertirse en consejera delegada de Santander UK en el 2010.
Entre otros muchos retos, el sector financiero trata de caminar por una fina línea entre el fomento de la estabilidad financiera mundial, el apoyo al crecimiento económico y la gestión prudente del riesgo.
Con la posibilidad de que algunos países de Europa entren en recesión, provocada por el aumento de los precios de la energía, puede que en el futuro los bancos también tengan que hacer frente a mayores provisiones debido al aumento de las insolvencias entre las empresas más afectadas.
El IIF ha sido una de las principales voces del sector de servicios financieros y durante el mandato de Weber puso en marcha un flujo de trabajo sobre financiamiento climático y sostenibilidad, y siguió ocupándose de los mercados emergentes y de la deuda soberana.