Avances con la reforma, pero queda mucho por hacer

En el actual escenario de volatilidad internacional que enfrenta el país, y en particular el sector bancario, se ve difícil, pero no imposible, que el crédito de la banca represente 40% del Producto Interno Bruto en el 2018, como se establece en la reforma financiera que se aprobó en el 2014, pues actualmente esta relación es de 35% del PIB.

Para lograrlo, el sector bancario tendrá que potencializar su participación en los sectores en donde ya está presente, como en comercio, turismo y agropecuario, pero también deberá voltear hacia nuevas tecnologías como la banca digital. Por su parte, la autoridad tiene ante sí el reto de generar el marco legal para los llamados crowdfunding sin que esto represente un freno a la innovación.

Otro gran pendiente, a decir de especialistas, son los juzgados especializados en la recuperación de garantías, factor primordial para que el crédito reduzca su costo.

Mención aparte merece el sector energético, en donde prácticamente todos los bancos tienen planeado participar en cuanto se reactive el sector, pero en las diferentes rondas la banca ha acompañado a los inversionistas. Por lo pronto, la banca comercial está en espera de que se normalice el sector, y en particular la situación de Petróleos Mexicanos, para seguir invirtiendo.

Los participantes

En este contexto, actualmente operan en el país 46 entidades, pero hay otras cuatro que ya fueron autorizadas y están a punto de iniciar operaciones incluso este mismo año. Al respecto, la Secretaría de Hacienda recordó que desde la publicación de la reforma financiera se han autorizado seis nuevos bancos por parte de la autoridad, dos nacionales, Progreso y Finterra, y cuatro extranjeros, ICBC, de China; Sabadell, de España; Shinhan, de Corea, y Mizuho de Japón.

En cuanto a los clientes, destaca la posibilidad que tienen de cambiar su hipoteca hacia una más barata. Así, en el 2015, se llevaron a cabo 16,311 refinanciamientos de hipotecas.