Buscar
Sector Financiero

Lectura 11:00 min

Banca mexicana, sólida a 20 años de la crisis de 1995

En 1995, la banca mexicana tenía cuatro años de haber sido reprivatizada, buscaba recuperar inversiones. El gobierno tuvo que intervenir para evitar la quiebra total, les otorgó créditos en dólares para que cubrieran sus obligaciones.

Eran los primeros meses de 1995, la banca mexicana atravesaba una de sus peores crisis en la historia. Diversos factores se conjugaron: un déficit histórico, problemas sociopolíticos, salida abrupta de capitales y la consecuente devaluación del peso.

En el caso de la banca, reprivatizada cuatro años antes, en su afán de recuperar lo más pronto sus inversiones, según dicen algunos especialistas, y aprovechando una regulación débil y falta de transparencia, se había otorgado crédito en exceso, principalmente al consumo y para bienes raíces, sin revisar debidamente los riesgos de los acreditados.

En diciembre de 1994 la situación económica y política del país era muy complicada, lo que estaba generando un proceso especulativo entre los inversionistas que preveían que el peso se devaluaría inevitablemente, lo que finalmente ocurrió.

Ante la abrupta devaluación de peso, muchos deudores se vieron imposibilitados a hacerle frente a sus deudas, con los consiguientes problemas de morosidad para las entidades financieras.

Con el fin de evitar más fuga de capitales, las tasas de interés se incrementaron a tal punto que la tasa pasiva pasó de 18 a 49% de 1994 a 1995. Esta situación llevó a una crisis del sistema financiero mexicano.

El gobierno tuvo que intervenir para evitar la quiebra total de la banca: otorgó crédito en dólares a los bancos para cubrir sus obligaciones; compró cartera vencida y aligeró la carga a los deudores. Esto, con deuda que después se hizo pública.

Los actuales protagonistas del sector hablan 20 años después: consideran que la banca que opera en México es completamente diferente. Hay una regulación y supervisión muy estrictas; las instituciones están sólidas y bien capitalizadas, y desde hace algunos años prevalece la estabilidad macroeconómica. Ello, consideran, hace prácticamente imposible que se repita una situación como la de 1995.

 

Ernesto Torres Cantú, director general de Banamex

Tasas de interés fijas, una importante diferencia

Tenemos una banca más capitalizada, unos de los sistemas financieros más capitalizados del mundo, quizá nada más comparable a Panamá.

Hoy no puede ser más diferente. En capitalización, en la solidez del sistema en su totalidad, tenemos la banca más capitalizada, uno de los sistemas financieros más capitalizados del mundo, quizá nada más comparable a Panamá, una solidez muy relevante.

Otra diferencia que me parece importante son las tasas de interés. Los créditos, sobre todo hipotecarios, que teníamos en el 95 estaban a tasa variable; entonces tú como cliente debías 1,000 pesos, tu pago era 10 pesos al mes y literalmente de un mes al siguiente el pago se subió a 25.

¿Quién te puede pagar eso? No hay manera.

En el sistema financiero de ahora, los créditos que estamos otorgando en el caso de Banamex clarísimo son a tasa fija, en pesos, no hay letra chiquita, no hay nada. Si estas pagando 1,000 pesos hoy, estarás pagando 1,000 pesos el año que entra y dentro de cinco y de 15 años.

Eso como familia te tiene que dar una seguridad enorme de transparencia por un lado, en el caso de Banamex y de que no vas a tener sorpresas; eso no pasó en el 95.

Como consecuencia, los saldos de los créditos se modificaron. Eso ahorita no puede pasarte porque el crédito se va a quedar donde está, entonces es radicalmente diferente la posición de la banca ahorita contra el 95, para bien.

Marcos Martínez, presidente de Santander México

Supervisión es totalmente diferente

La disciplina fiscal y la macroeconomía totalmente controladas y sanas del país son otras de las grandes experiencias, otros de los grandes aprendizajes .

El presidente de Santander en México califica como totalmente sistemático al marco bajo el cual actúa la banca hoy en día. Hablando de supervisión es diferente, es totalmente distinta.

Uno de los beneficios contra todo el trauma que se vivió en esa época fue que el país construyó un marco de regulación. Hoy tienes a la banca mexicana que está totalmente en Basilea III. Creo que somos el único país, y si hay otro, será otro y ya. Además, con una supervisión muy efectiva, no sólo bien diseñada, sino bien ejecutada.

Entre eso y la apertura del sistema financiero, se ha permitido que hoy contemos con los bancos más potentes del mundo compitiendo y trayendo sus beneficios a nuestro país.

Bancos muy bien capitalizados, con una cartera de niveles crediticios buenísima, con unos porcentajes de cobertura y de provisiones también muy buenos.

Entonces tienes una banca muy robusta y un sistema competitivo que está presente para apoyar el crecimiento del país.

Nos fuimos del hoyo a algo muy bueno. Lo que hoy tenemos es algo muy bueno. Es imposible (que se repita), por donde lo veas, por las cuestiones macro, por todo.

Ésa es otra parte importante, la disciplina fiscal y la macroeconomía totalmente controladas y sanas del país son otras de las grandes experiencias, otros de los grandes aprendizajes después del 95.

Luis Robles Miaja, presidente de la ABM

Absolutamente transformada

Todos aprendimos de la crisis del 95 y eso nos permitió que la del 2008 prácticamente no fuera crisis en México, por lo menos no en el sistema bancario .

El presidente de la Asociación de Bancos de México califica como absolutamente transformada a la banca. La crisis del 95 quebró al sistema financiero mexicano y cinco o siete años nos dedicamos, primero, a resolver un problema legal y político que implicó el rescate bancario y que en México fue muy politizado.

Nadie cuestiona hoy, ni hace tres años, que en Estados Unidos la banca fuera rescatada. Lo mismo en Europa, nadie lo cuestiona. En México lo cuestionamos siete años. Creo que la historia hoy le da la razón a quienes en ese momento actuaron y rescataron. En este sentido, creo que esa gestión fue correcta, pero tardó muchos años en terminar el debate. Actualmente, hay una transformación brutal en el sistema financiero mexicano.

Bancomer y Banamex tenían entre 70 y 80% de las tarjetas de crédito al inicio de la década y hoy se ha reducido.

Los precios bancarios, tasas de interés, han bajado significativamente; la estabilidad y la fortaleza de los bancos han permitido que hoy puedas contratar una hipoteca con una tasa de 10% a 20 años, cosa que era impensable en décadas pasadas.

El número de clientes se ha multiplicado, suma más de 45 millones, antes era de entre 25 y 27 millones. En el 2008, a pesar de la caída del PIB en cerca de 6%, no tocó a ningún banco.

La banca ha aprendido y todos hemos aprendido. Los reguladores aprendieron a hacer mejor regulación y ser buenos supervisores a nivel mundial.

Todos aprendimos de la crisis del 95 y eso nos permitió que la crisis del 2008 prácticamente no fuera crisis en México, por lo menos en el sistema bancario.

Vicente Rodero, director general de BBVA Bancomer

Casi imposible que se repita

En su conjunto, México presenta unas variables atractivas y además el sistema financiero es sólido, está bien capitalizado, tiene liquidez .

Para el director general de BBVA Bancomer, la crisis del 95 tuvo características muy particulares, y probablemente irrepetibles, y se circunscriben a lo que pasaba en México.

Cuáles eran las finanzas públicas mexicanas, cómo era la macroeconomía en aquella época y cómo determinadas decisiones afectaron al sistema financiero.

Considera que ahora estamos en otro momento, creo que la macroeconomía en México ya desde hace algunos cuantos años está yendo por el camino de la ortodoxia.

Hoy México es uno de los países con variables económicas más valorados en el mundo; además, es un país que después del TLC ha juntado más su economía a la de Estados Unidos, la principal economía del mundo, que además va a crecer dentro de los países desarrollados más que ningún otro.

En su conjunto México presenta unas variables atractivas y además el sistema financiero es sólido, está bien capitalizado, tiene liquidez. En una buena parte, está en manos de grandes grupos internacionales que tienen mucha potencia de recursos detrás, y esto se encuentra razonablemente bien regulado, con medidas prudenciales para asegurarse de que no se produzcan grandes descalabros en los componentes del sistema.

Todo eso hace casi imposible que se pueda producir un episodio como el de 1995. México ha cambiado, el mundo ha cambiado.

Se aprendió la lección, pero las cosas han ido así, son decisiones que toman las autoridades en su momento de cómo recomponer el sistema después de una crisis tan fuerte. Finalmente tenemos un sistema financieramente bueno, sobre todo en lo que se refiere a los principales actores que mueven el sistema bancario en el país.

Enrique Zorrilla, presidente de Scotiabank Inverlat

Es importante seguir recordando

En la actualidad, todos somos conscientes del valor que tiene en nuestro patrimonio la reputación crediticia. El cliente ve su acceso a la banca de otra manera.

Por mucho. Hoy estamos con un sector financiero sólidamente capitalizado. Más que un recipiente en el que se concentraron los elementos más categóricos que explicaban la crisis en aquel entonces, hoy estamos con un nivel de capital y de liquidez en el que tenemos que ser una parte protagónica de esta receta de expansión.

El sistema en su conjunto está extraordinariamente fortalecido. La misma reforma financiera y las distintas regulaciones que han venido sucediendo, por parte de nuestras autoridades financieras, son elementos que permiten una mejor supervisión.

Nos quejamos de que están haciendo carísimo el libro bancario. Sí, es cierto, pero también a la postre me parece que son legislaciones iniciativas mucho más modernas, que buscan facilitar y flexibilizar la supervisión, hacerla más efectiva; para permitir una mayor competencia con criterios fundamentales de estabilidad bancaria.

Hoy creo que todos somos conscientes del valor que tiene en nuestro patrimonio la reputación crediticia. El cliente ve su acceso a la banca de otra manera.

El cambio en términos de madurez institucional de regulación positiva y moderna respecto del 95 es notable. La misma estabilidad macro es un ejemplo.

En aquella época estábamos ahogados, en etapa de sobrevivencia, peleados con la población. Era una polarización, no veías al banco como un aliado con respecto a acceso a niveles adicionales de bienestar.

La banca aprendió la lección, la población aprendió la lección y yo creo que es importante seguir recordando, que hemos transitado épocas, que lo que hoy tenemos no es porque así amanecimos .

Lorenzo Meade Kuribreña, secretario ejecutivo del IPAB

Tenemos un seguro de depósitos que funciona

Tenemos un seguro de depósitos sólido que está funcionando bien y que ha servido, y ya se probó, para dar confianza a los ahorradores .

Lorenzo Meade Kuribreña, actual secretario ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), dice que a diferencia de hace 20 años, hoy existe un esquema de alertas tempranas que advierte si un banco empieza a tener problemas de capital; además, una liquidación judicial que agiliza el pago de los pasivos pendientes, entre otras medidas.

Junto con estas grandes mejoras jurídicas que se han venido llevando a cabo, viene un sinnúmero de mejoras, no de ese tamaño, pero sí importantes, como el que la gente no se tenga que presentar su solicitud para recibir los recursos una vez que entren en una problemática. Creo que es la mezcla de 15 años de estar trabajando (el IPAB como tal se creó a finales de los 90), de estar con los mejores estándares internacionales a los que les aplica el seguro de depósito, y eso permite seguir brindando esa confianza al público , afirma.

Considera que hoy vivimos en un entorno global en el que cambian las dinámicas de los bancos, de las políticas económicas y financieras, y nosotros tenemos que estar pendientes de si hay mejores prácticas en materia de seguro de depósitos para poder implementarlas, pero por hoy tenemos un seguro de depósitos sólido que está funcionando bien y que ha servido, y ya se probó (tras la quiebra del Banco Bicentenario en el 2014), para dar confianza a los ahorradores .

Se muestra seguro de que el IPAB está listo incluso para una quiebra de un banco grande, al contar con un fondo de más de 20,000 millones de pesos, y además se tiene la facultad de endeudarse hasta por 6% de los pasivos de la banca para poder hacer frente. No vemos ese escenario de una problemática de un banco de esa magnitud.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete