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Sector Financiero

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Covid-19 profundiza la erosión de la confianza en las instituciones tradicionales: Larry Fink, CEO de BlackRock

Uno de los temas más esperados por accionistas, inversionistas, y todo aquel interesado en los mercados, las finanzas y los activos financieros es la carta que envía Larry Fink para los CEO. La carta 2022 denominada “El Poder del Capitalismo” busca alentar a los líderes empresariales a administrar empresas con una mentalidad a largo plazo que generará rendimientos sólidos a lo largo del tiempo para los accionistas.

Foto: Reuters

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Este año 2022, la carta del presidente y CEO de BlackRock, Larry Fink pone énfasis en el capitalismo de stakeholders (grupos de interés). “El capitalismo de stakeholders no es una cuestión de política. No es una agenda social o ideológica. No es un ‘despertar’. Es capitalismo, impulsado por relaciones mutuamente beneficiosas entre usted y los empleados, clientes, proveedores y comunidades de las que su compañía depende para prosperar. Este es el poder del capitalismo”.

El líder de BlackRock, la mayor gestora de fondos de inversión en el mundo, mencionó que “en el mundo globalmente interconectado de hoy, una compañía debe crear valor y ser valorada por todos sus stakeholders con el fin de entregar valor a largo plazo a sus accionistas. Es a través del verdadero capitalismo de stakeholders que el capital se asigna de manera eficiente, las compañías logran una rentabilidad duradera y el valor se crea y se mantiene a largo plazo. No se equivoque, la búsqueda justa de rendimientos sigue siendo lo que motiva a los mercados, y la rentabilidad a largo plazo es la medida por la que los mercados determinarán en última instancia el éxito de su compañía”.

Consideró que la base del capitalismo está el proceso de reinvención constante: cómo las compañías deben evolucionar continuamente a medida que cambia el mundo a su alrededor o arriesgar a ser reemplazadas por nuevos competidores. “La pandemia ha impulsado una evolución en el entorno operativo de prácticamente todas las compañías. Está cambiando la forma en que las personas trabajan y la forma en que los consumidores compran. Está creando nuevos negocios y destruyendo a otros. En particular, está acelerando radicalmente la forma en que la tecnología está restructurando la vida y los negocios. Las compañías innovadoras que buscan adaptarse a este entorno tienen un acceso más fácil que nunca al capital para alcanzar sus visiones. Y la relación entre una compañía, sus empleados y la sociedad está siendo redefinida”.

Fink manifestó que la Covid-19 también ha profundizado la erosión de la confianza en las instituciones tradicionales y ha exacerbado la polarización en muchas sociedades occidentales. “Esta polarización presenta múltiples nuevos desafíos para los CEOs. Los activistas políticos, o los medios de comunicación, pueden politizar lo que su compañía hace. Pueden secuestrar a su marca para promover sus propias agendas. En este entorno, los hechos por sí mismos suelen estar en disputa, pero las empresas tienen la oportunidad de liderar. Los empleados recurren cada vez más a su empleador como la fuente de información más confiable, competente y ética, más que el gobierno, los medios de comunicación y las ONGs”.

Nuevo mundo laboral

Larry Fink, quien preside la institución financiera que administra activos por 10 billones de dólares, hace mención de que ninguna relación ha cambiado más por la pandemia que la relación entre empleadores y empleados. “La tasa de renuncia en Estados Unidos y el Reino Unido se encuentra en máximos históricos. Y, en los Estados Unidos, estamos viendo algunos de los mayores crecimientos salariales en décadas. Es algo positivo que los empleados aprovechen las nuevas oportunidades: demuestra su confianza en una economía en crecimiento.

“Si bien la rotación y el aumento de salarios no son una característica de todas las regiones o sectores, empleados a lo largo del mundo esperan más de su empleador, incluyendo más flexibilidad y trabajo más significativo. A medida que las compañías se reconstruyen después de la pandemia, los CEOs enfrentan un paradigma totalmente diferente del cual estamos acostumbrados. Las compañías esperaban que los trabajadores fueran a la oficina cinco días a la semana. Rara vez se discutía la salud mental en el lugar de trabajo. Y los salarios de aquellos con ingresos bajos y medios apenas crecían. Ese mundo ha desaparecido".

“Una característica esencial del capitalismo eficaz es que los empleados exijan más de sus empleadores. Impulsa la prosperidad y crea un panorama más competitivo para el talento, impulsando a las compañías a crear entornos mejores y más innovadores para sus empleados- medidas que los ayudarán a alcanzar mayores ganancias para sus accionistas. Las compañías que cumplen con lo prometido están cosechando las recompensas”.

Subrayó que Las compañías que no se ajustan a esta nueva realidad y no responden a sus empleados lo hacen bajo su propio riesgo. La rotación aumenta los gastos, reduce la productividad y erosiona la cultura y la memoria corporativa. Los CEO deben preguntarse si están creando un entorno que los ayuda a competir por talento.

Nuevas fuentes de capital

Actualmente los activos financieros globales suman 400 billones de dólares. “Este crecimiento exponencial trae consigo riesgos y oportunidades para inversionistas y compañías por igual, y significa que los bancos ya no son los únicos guardianes de la financiación”.

“Las compañías jóvenes e innovadoras nunca han tenido un acceso más fácil al capital. Nunca ha habido más dinero disponible para que las nuevas ideas se vuelvan realidad. Esto está impulsando un panorama dinámico de innovación. Significa que prácticamente todos los sectores tienen una gran cantidad de startups disruptivas que intentan derribar a los líderes del mercado. Los CEO de compañías consolidadas deben comprender este panorama cambiante y la diversidad de capital disponible si desean mantener la competitividad frente a negocios más pequeños y ágiles".

Dijo que cree en la capacidad del capitalismo de ayudar a las personas a alcanzar un mejor futuro, impulsar la innovación, construir economías resilientes y resolver algunos de nuestros desafíos más intrincados. “Los mercados de capitales han permitido que las compañías y los países prosperen. Pero el acceso al capital no es un derecho. Es un privilegio. Y el deber de atraer ese capital de una manera responsable y sostenible es suyo”.

Sostenibilidad

Fink, mencionó que pocas cosas influirán más en las decisiones de asignación de capital -y, por tanto, en el valor a largo plazo de su compañía- que la eficacia con la que navegue la transición de energía global en los próximos años.

“Las inversiones sostenibles han alcanzado ahora los 4 billones de dólares. También aumentaron las acciones y ambiciones de descarbonización. Esto es solo el comienzo- el cambio tectónico hacia una inversión sostenible sigue acelerándose. Ya sea que el capital se despliegue en nuevas empresas centradas en la innovación energética, o que el capital se transfiera de los índices tradicionales a carteras y productos más personalizados, veremos más dinero en movimiento. Cada compañía y cada industria será transformada por la transición a un mundo con cero emisiones netas.

Consideró los próximos 1,000 unicornios no serán buscadores ni compañías de redes sociales, serán innovadores sostenibles y escalables, startups que ayuden a descarbonizar el mundo y hagan que la transición energética sea asequible para todos los consumidores. “Debemos ser honestos sobre la realidad de que, en la actualidad, los productos ecológicos a menudo tienen un costo más alto. Bajar esta prima verde será esencial para una transición ordenada y justa. Con la cantidad de capital sin precedentes que busca nuevas ideas, las empresas consolidadas deben tener claro su camino al éxito en una economía de cero emisiones netas. Y no solo los startups pueden alterar las industrias. Las empresas consolidadas audaces también pueden y deben hacerlo. De hecho, muchas empresas consolidadas tienen una ventaja en capital, el conocimiento del mercado y la experiencia técnica en la escala global necesaria para la disrupción que se avecina”.

Escribió que la desinversión de sectores enteros, o simplemente la transferencia de activos con uso intensivo de carbono de los mercados públicos a los privados, no conseguirá que el mundo llegue a cero emisiones netas.

patricia.ortega@eleconomista.mx

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Coordinadora de Operación Editorial de Suplementos y Ediciones Especiales de El Economista. Licenciada en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió una especialización en Periodismo Económico en la Universidad de Miami, auspiciada por la Fundación Reuters. Ganadora del premio por la "destacada cobertura en finanzas verdes", entregado por la BMV y el Consejo Consultivo de Finanzas Verdes. Ha sido analista de mercados, editora de finanzas y creadora de ranking de negocios, responsabilidad social y mercados, y ha trabajado en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, Reforma, Excélsior, Mundo Ejecutivo, Expansión, Fortuna, Infosel y Economática.

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