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Crecimiento de remesas en pesos fue casi la tercera parte que en dólares
El flujo anual creció 13.4% en dólares y en la divisa local 4.2%, impactado por la variación anual de 7.8% en la inflación y por una apreciación de 4.87% de nuestra moneda frente al dólar.
La inflación persistente y la apreciación del peso se comieron parte del rendimiento de las remesas que llegaron a México en el 2022, explicó el responsable de la Dirección de Estadísticas Económicas y el Foro de Remesas de América Latina del Centro de Estudios Monetarios de Latinoamérica (CEMLA), Jesús Cervantes González.
Indudablemente fue un muy buen año para las remesas que ascendieron a 58,497 millones de dólares en el 2022, pero al pasarlos a pesos, que es cómo los gastan los 4.4 millones de hogares receptores, vemos que se erosionó la ganancia, comentó.
Mientras el flujo anual de remesas creció en 13.4% en dólares, el crecimiento en pesos quedó en 4.2%, impactado por la variación anual de 7.8% en la inflación y una apreciación de 4.87% del peso mexicano frente al dólar.
Entrevistado por El Economista, explicó que en el último trimestre del año pasado las familias beneficiadas por el ingreso de remesas percibieron un incremento de 9% anual en sus transferencias en dólares.
Pero al pasarles el filtro cambiario y el efecto de la inflación, el giro de remesas de los paisanos perdió 4.2% del valor anual en pesos.
Explicó que su valor para el consumo de todo el PIB nacional es marginal, incrementa en 30% la capacidad de gasto de las familias receptoras, pero es muy poco representativo su impacto en toda la economía.
Al poner una lupa por trimestre, Cervantes González detalló que el flujo de remesas se desaceleró en dólares y pesos cada trimestre.
Así, entre enero y marzo del año pasado, el flujo de remesas creció en una tasa de 18% anual en dólares y 10.7% en pesos.
Durante septiembre del 2020, los hogares mexicanos percibieron un incremento de 22% real anual en el giro de remesas. En ese momento, el peso mexicano traía una depreciación de 9.3% y la inflación anual observó una fluctuación de 4 por ciento.
Después de 29 meses esta ganancia cambiaria real se diluyó por la inflación conforme se fortaleció el peso frente al dólar.
Ingresos no son riqueza
De acuerdo con el especialista, en el 2022 la sólidas entradas de los llamados migradólares resultaron del repunte que experimentó la masa salarial de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos.
Pero matizó que las remesas son ingresos que favorecen a los hogares receptores, pero no son una fuente permanente de ingreso ni tienen la fuerza para generar crecimiento económico ni riqueza.
Lo único que genera crecimiento del ingreso de forma permanente es la inversión, el capital humano, el respeto al Estado de derecho, la infraestructura, señaló.
La entrada de remesas es buena para quien las recibe, porque incrementan en 30% su capacidad de consumo. Pero México es mucho más que los 4.4 millones de hogares que las captan.
Viene desaceleración
Cervantes González observó que la salud del mercado laboral donde se colocan los trabajadores mexicanos en Estados Unidos es determinante para los envíos de remesas a México.
Si bien en el 2022 se presentó un repunte en la masa salarial de los trabajadores mexicanos en aquel país, a partir del cuarto trimestre del año pasado se debilitó en varios sectores como el de manufacturas y el de comercio al mayoreo y menudeo.
Este impacto se reflejó en los últimos meses del 2022 en una clara desaceleración del ingreso de México y podría ser el indicio de una moderación también para estos flujos en este año.
Cabe recordar que el CEO y fundador de la consultoría Valerio Consulting Group, Alejandro Valerio explicó que la moderación esperada en el flujo de remesas hacia México, consecuencia de la desaceleración de Estados Unidos, no se acercará a la situación del 2009.
Si acaso en lugar de fluir 58,000 millones de dólares, la llegada total será de 50,000 millones, lo que sigue siendo bastante dinero, afirmó.
Mercado laboral
Por otra parte, en una nota elaborada por el Foro de Remesas del CEMLA se menciona que durante el cuarto trimestre del 2022, hubo 7 millones 327,489 de empleos de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, integrado por 4 millones 765,991 varones y 2 millones 561,498 mujeres.
En dicho trimestre, 87.7% de las ocupaciones fueron de tiempo completo (jornadas de trabajo semanal de 35 horas o más), con 92.9% en el caso de los hombres y 78% en las mujeres.
En el cuarto trimestre del 2022 se reportó un modesto incremento anual en el empleo de mexicanos en el país vecino, con solo 88,743 nuevos empleos.
El CEMLA consigna que durante el 2022 el ingreso de los mexicanos que laboran en Estados Unidos fue de 319,942 millones de dólares, esto es un incremento de 13.1% con relación al 2021.