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De Lehman a Credit Suisse, 15 años de cambios en el sector financiero
Hoy los bancos deben disponer de un nivel mínimo de capitalización para compensar pérdidas. Las quiebras de bancos en EU a principios del 2023, junto con el rescate de Credit Suisse, alimentaron los temores de que se reprodujera otra crisis financiera mundial.
En los 15 años que han pasado entre la caída de Lehman Brothers en el 2008 y el rescate de Credit Suisse este año, el sector financiero cambió de manera considerable, en medio de una oleada de adquisiciones y una mayor regulación.
Desde la crisis del 2008, los bancos se vieron obligados a adoptar una mayor reglamentación debido a la presión de los órganos reguladores en Europa y Estados Unidos.
Ahora deben disponer de un nivel mínimo de capitalización que les permita compensar pérdidas importantes y así ser más sólidos ante crisis importantes.
Esta medida fue impulsada por el Comité de Basilea, un organismo clave en el sector bancario.
Cada entidad debe poseer grandes cantidades de liquidez y activos fáciles de vender en aras de poder reaccionar a una oleada de retiro de efectivo.
Las reglas aplicadas desde el 2008 tienen como objetivo evitar que las autoridades no se vean obligadas a intervenir y rescatar con dinero público a las entidades financieras, como sucedió tras la caída de Lehman Brothers.
En el caso de quiebre de un actor bancario, los dirigentes europeos “disponen ahora de un marco” para reaccionar y hacer frente a esa situación, independientemente de la talla del banco, destacó en el 2022 la presidenta del Banco Santander, Ana Botín.
La adquisición de Credit Suisse por UBS, por 3,000 millones de francos suizos, ejemplificó este nuevo funcionamiento.
UBS anunció en agosto que renunciaría a las ayudas financieras del Estado y el banco central helvético, que le habían concedido para rescatar a Credit Suisse.
Recomposición del sector
Tras la crisis de Lehman Brothers, se multiplicaron las operaciones de adquisición de bancos.
Entre septiembre y octubre del 2008, Bank of America compró Merrill Lynch por 50,000 millones de dólares; el británico Halifax-Bank of Scotland (HBOS) hizo lo mismo con Lloyds por 12,200 millones de dólares; mientras que el Santander adquirió el británico Bradford & Bingley y BNP Paribas se hizo con el control de Fortis en Bélgica y Luxemburgo.