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El sector popular nunca dejó de trabajar, por eso el banco permaneció abierto: Alejandro Valenzuela del Río
La cartera del banco creció más de 40% durante la pandemia, un banco que hace 20 años no existía hoy es el número nueve del país.
Por su modelo de negocio y el segmento al que atiende, Banco Azteca no cerró ni un sólo día durante la pandemia de Covid-19. “El sector popular nunca dejó de trabajar; requería estar al pie del cañón para poder mantener a sus familias, salir adelante ante las condiciones tan complicadas que nos impuso la pandemia”, afirma Alejandro Valenzuela del Río, director general de la institución.
Derivado de ello, dice, el crédito de Banco Azteca nunca se detuvo y, contrario al resto del sector, su cartera creció 40% en los últimos dos años.
“En ningún momento retrajimos el crédito, al contrario, ahí estuvo disponible y sigue disponible, y por eso crecimos 40% en estos dos años de pandemia. De hecho, el banco pasó de ser el décimo más grande, al noveno en tamaño de activos, y obviamente sigue siendo el primero en términos de sucursales o en términos de individuos que trabajan en la organización”, puntualiza.
Agrega: “es algo muy relevante: un banco que hace 20 años no existía, y ahora es el noveno de este país; dice mucho de la labor que se ha hecho por parte de Grupo Salinas y de Banco Azteca”.
Por las características de su operación es que no se cerró
Valenzuela del Río precisa que el que este banco haya decidido no cerrar durante la pandemia obedeció, además de estar cerca de sus clientes, a varios aspectos de su operación. Uno de éstos es que es el principal proveedor de remesas en el país, con la mitad de cada dólar que llega a México.
“El año pasado fueron 52,000 millones de dólares que llegaron a México de remesas, 26,000 millones pasaron por nuestra operación. Si no hubiéramos estado abiertos o en capacidad de proveer este servicio, muchos no hubieran tenido una forma eficiente de obtener los recursos que les mandan sus familiares de Estados Unidos o de otros lugares del mundo hacia localidades muy remotas”, señala.
Otro motivo, apunta, es que muchos de los recursos dirigidos a los programas sociales que puso en marcha el actual gobierno federal, se dispersan a través de cuentas de este banco.
“Los apoyamos, y esos programas siempre llegaron en tiempo y forma con los recursos que el gobierno estaba proveyendo en los rincones más remotos del país”, enfatiza.
Y el otro, insiste, fue que justamente que el crédito nunca se contrajo en esta institución financiera.
Conflicto Rusia-Ucrania, otro riesgo
El director general de Banco Azteca resalta que, sin duda, la economía mexicana tuvo una contracción muy fuerte derivada de la pandemia, y aunque va recuperándose, lo más probable es que los niveles de producción que se tenían en el 2019, se alcancen hasta el 2023.
Y hacia adelante, refiere, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, ya refleja impacto en temas como el gas, petróleo y otras cadenas productivas.
Aunado a ello, argumenta que desde hace ya muchos meses, ha habido un resurgimiento de la inflación en el mundo, con las consecuentes alzas en la tasa de interés por parte de los bancos centrales, incluido el de México.
Pese a ello, resalta que el país cuenta con fundamentales económicos sólidos, que le van a permitir transitar esta situación en una mejor posición, aunque reconoce que se verá afectado en términos de comercio mundial.
“Es un entorno complicado y yo en lo personal, y como ejecutivo de esta organización, tengo fe en que México va a poder lidiar con esto, y va a salir muy bien librado hacia adelante”, enfatiza.
Respecto a si Banco Azteca contendrá el alza de tasas en sus productos de crédito, comenta que quien diga “que puede contener las tasas de interés, o sea contener esa realidad, está mintiendo”
Explica que, por una parte, el ahorrador tiene derecho a recibir un mayor rendimiento por invertir su dinero, y en lo referente al crédito, el incremento se va reflejando progresivamente.
“La realidad es que todavía hemos podido aguantar un poco esa transmisión de mayores tasas de interés, pero se va a tener que reflejar en algún momento”, subraya.
Resiliencia de sus clientes
El banquero hace énfasis en que durante la pandemia, los clientes del banco mostraron su resiliencia y capacidad de adaptarse a los cambios, pues hubo algunos que, al quedarse fuera de sus puestos de trabajo, se autoemplearon y para ello recurrieron a los créditos de la institución por ejemplo, para comprar una motocicleta y buscar oportunidades en el reparto de alimentos.
Pero además, asegura, la mayoría de sus clientes estuvo al día con el pago de sus créditos y así siguen, a pesar de la pandemia.
“Sí le entramos a los programas (que pusieron las autoridades financieras), pero nuestros clientes no los necesitaron. De hecho de todo lo que pudimos haber ofrecido, solamente 4% de nuestros clientes se acogió a estos programas, y de ellos realmente 2% no pudieron pagar”, señala.
Cuestiona el que se crea que, por ser un banco popular, hay rezago o no está a la vanguardia en temas digitales y recuerda que Azteca fue pionero en registrar la huella digital de sus clientes como medida de autenticación.